Alejandro Suárez Valverde falleció el pasado 9 de marzo a las 2 p. m., cuando la motocicleta que conducía chocó de frente contra un camión en una curva de la carretera, en Bellavista de Cutris, en San Carlos. Este constructor de 42 años y amante de la pesca venía del funeral de su abuelita cuando se encontró con la muerte. Su moto no tenía ni la revisión técnica, ni el marchamo al día y él no tenía licencia.
El 30 de enero, en el barrio 20 de Noviembre de Chacarita, Puntarenas, un joven motociclista identificado como Brandon Torres Peña, de 28 años, falleció al colisionar contra un caballo. Aunque fue trasladado con vida a un centro médico, las lesiones sufridas en la cabeza y otras partes del cuerpo, resultaron mortales. Brandon, papá de una niña de 6 años, no llevaba casco al momento del accidente.
Dolorosas historias como estas ocurren todos los días en las carreteras del país y se han venido incrementando en la última década.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), del 2012 al 2021 murieron 7.543 personas debido a un accidente, en el sitio del percance o en un hospital. De ellas, 1.986 iban a bordo de una motocicleta, o sea, la cuarta parte de todas las víctimas registradas en ese periodo.
No obstante, la gravedad del fenómeno se hace más notoria al revisar los cambios en las cifras anuales.
En el 2012, un total de 22 motociclistas perdieron la vida en carretera; ellos representaron el 3,2% de todos los fallecidos en ese año. Sin embargo, para el 2019 la cifra de motorizados muertos se disparó a 359 y pasó a representar el 44,2% de todos los decesos ocasionados por los percances viales. Ese año fue, precisamente, el que registró la mayor cantidad de muertos del periodo.
Otros dos datos alarmantes que se desprenden de las estadísticas tienen que ver con la edad de las víctimas y la cantidad de ellas que carecía de permiso para manejar moto.
“El actor principal es una persona joven, varón que trabaja en ocupaciones sencillas, usualmente de escolaridad baja o no tiene escolaridad. El 50% de los que se mueren no llevaban licencia de conducir y, además, no tenían revisión técnica vehicular”, advirtió Roy Rojas, director de proyectos del Consejo de Seguridad Vial (Cosevi).
“Es población económicamente muy productiva en la etapa en que se encuentra de curso de vida”, enfatizó el funcionario.
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Falta de preparación
Aunque se desconoce por qué el 50% de los fallecidos en moto no tenían licencia de conducir, las autoridades del Tránsito presumen que esta situación podría ser estimulada por la tramitomanía y las dificultades para obtener un cupo para la prueba práctica y teórica de manejo.
Para Felipe Venegas, jefe de operaciones de la Policía de Tránsito, la no portación del permiso de manejo evidencia que la persona no cuenta con una formación adecuada en materia de seguridad vial. Sostuvo que eso se refleja en la poca responsabilidad que muestran los conductores en carretera.
“Pareciera que muchos usuarios en motocicleta no respetan la vida de ellos y mucho menos la de los demás por el tipo de infracciones y conducciones que hacen, totalmente irresponsable, suicida, una conducta que deja muy de lado a la seguridad vial”, aseveró Venegas.
Para este oficial, es necesario empezar a formar a los futuros conductores en edades tempranas como preescolar o primaria, ya que a su criterio prepararse para un examen no es suficiente para garantizar que la persona cuenta con la formación suficiente para conducir.
“Mandar más personas a la calle con licencia a hacer cosas indebidas en la carretera puede ser contraproducente. La idea sería que ojalá los adolescentes lleguen a hacer una prueba para tener una conciencia de no solo pasar el examen, sino que deben salir bien preparados para salir a conducir responsablemente”, comentó.
Mortalidad según empleo
Última ocupación de la persona fallecida
FUENTE: INEC. Estadísticas Vitales. Sistema para consulta en línea de Defunciones. Control de la velocidad, Organización Mundial de la Salud (OMS) || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Por otra parte, tanto Rojas como Venegas coinciden en que el uso de dispositivos de seguridad como el casco, cintas reflectivas o luces, puede marcar la diferencia entre llegar a salvo al destino, terminar en un hospital con lesiones de gravedad o, incluso, perder la vida.
“Un conductor bien preparado debe estar consciente de que debe usar todos estos dispositivos de seguridad porque a la hora de tener un accidente va a ayudarnos a protegernos”, finalizó Venegas.
Perfil de víctimas
Las principales víctimas de los accidentes mortales en motocicleta son hombres, muy jóvenes y con ocupaciones básicas. Del total de fallecidos en el periodo 2012-2021, un total de1.818 eran hombres (91,5%) y las restantes 168 eran mujeres (8,5%).
En cuanto a edad, la mortalidad es mayor entre jóvenes de entre 15 y 29 años. En este grupo se encuentran dos muchachos que fallecieron, el 14 de octubre del 2021, en un falso adelantamiento en Naranjo de Alajuela.
Leonardo Hung Dávila, de 22 años, y Justin Daniel Mora Navarro, de 19 años, intentaron rebasar al vehículo que iba adelante de la moto en que viajaban, pero al ver que no lograrían su cometido, decidieron devolverse a su carril sin percatarse de que otro carro venía detrás.
Hung Dávila murió en el sitio del incidente mientras que Mora Navarro falleció en el Hospital San Francisco de Asís, de Grecia.
De acuerdo con las estadísticas, los jóvenes de entre 20 y 24 años constituyen el grupo más golpeado por los accidentes en motocicleta con un total de 416 decesos en la última década (21% del total). A ellos les siguen las personas de entre 25 y 29 años con 383 fallecidos (19%).
Defunciones en dos ruedas
Cifra incrementó de 22 muertes en 2012 a un máximo de 359 en 2021
FUENTE: INEC. Estadísticas Vitales. Sistema para consulta en línea de Defunciones. || Infografía / LA NACIÓN.
“Estamos construyendo una masculinidad distorsionada, una masculinidad en la cual uno de los rasgos que la caracterizan es la asunción de comportamientos de riesgo en el tema de tránsito”, comentó Rojas, quien lleva décadas especializado en temas de seguridad vial.
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Por región y ocupación
Datos del libro Control de la Velocidad, de la Organización Mundial de la Salud (OMS), indican que si la velocidad de un automotor es de 80 km/h, el riesgo de muerte es de casi un 60% y que por cada aumento de 1 km/h viajando a una velocidad media, el riesgo de sufrir un accidente incrementa de un 4% a 5%.
El 1.° de febrero del 2022, un joven nicaragüense que trabajaba en una finca piñera murió cuando se estrelló en su moto contra un vehículo. El registro indica que el exceso de velocidad pudo haber incidido en la tragedia. Miguel Alexánder Espinoza Morales, de 23 años, no tenía licencia, no portaba casco y su moto no estaba al día.
Mortalidad por región
San Carlos es el cantón con más muertes, en la última década agrupó 141.
FUENTE: INEC. Estadísticas Vitales. Sistema para consulta en línea de Defunciones. || Infografía / LA NACIÓN.
Dicho percance ocurrió en San Carlos que es, precisamente, el cantón donde más motorizados murieron entre 2012 y 2021.
En esa región, al igual que en otras zonas alejadas dentro y fuera de la Gran Área Metropolitana (GAM), la motocicleta es muy utilizada debido a que permite una movilización ágil y veloz, al tiempo que representa un gasto menor en combustible en comparación con un carro.
Otros cantones que también presentan alta mortalidad son Pococí, Puntarenas, Sarapiquí, Pérez Zeledón, Upala, Alajuela y San José.
Los sitios antes mencionados, y muchos otros, cuentan en su red vial con calles angostas, con poca señalización o en mal estado. Por allí deben transitar, a diario, cientos de personas que utilizan la moto para trasladarse a sus sitios de trabajo y regresar luego a su hogares.
Al analizar la ocupación de los motociclistas fallecidos entre 2012 y 2021, se evidencia que la mayoría trabajaban en agricultura, industria y minería (474 casos). En este grupo también había empleados de actividades como pesca, industria manufacturera, construcción, limpieza, asistencia doméstica y reparto de publicidad.
En un segundo lugar se ubicaron vendedores de comercios y mercados y en el tercer puesto aparecen oficiales, operarios y artesanos de artes mecánicas. En la lista de víctimas, además, figuran estudiantes, operadores de instalaciones, máquinas, ensambladores y trabajadores calificados agropecuarios, forestales y pesqueros.
Una disminución de 5% en la velocidad promedio, puede resultar en una reducción del 30% en el número de colisiones mortales.
— Control de la velocidad, Organización Mundial de la Salud (OMS)