Brigadas de cruzrojistas y bomberos buscaron este jueves a Marialis Blanco Vega, de 39 años, extraviada desde el martes en la zona cercana al cerro Ventisqueros, en el Parque Nacional Chirripó.
Esta amante de las caminatas ingresó al área protegida ese mismo día, para celebrar su cumpleaños. La acompañaban un tío y un primo que la perdieron de vista cuando ella se adelantó en el sendero.
De acuerdo con Carlos Herrera, coordinador operativo de la Cruz Roja, desde las 2:30 a. m. llegaron al puesto de Crestones los socorristas y luego de planear la estrategia con otros rescatistas, comenzaron la búsqueda que avanzada la tarde seguía sin resultado positivo.
Una patrulla fue al punto de referencia donde se escuchó por última vez a Marialis. Otra patrulla entró desde una intersección en la parte baja de Ventisqueros para cubrir la zona por la que la mujer subió, con el fin de cubrir al máximo el área donde se estima que puede estar.
Tras el aviso del extravío, un equipo de la Unidad Operativa de Rescate en Cavernas y Montañas del Cuerpo de Bomberos también ingresó la noche del miércoles a la zona para sumarse a las labores.
Se trata de diez bomberos con drones y equipos de rescate que se unen al personal de la Cruz Roja.
La Cruz Roja informó de que integraron cuatro patrullas distribuidas estratégicamente para abarcar más espacio.
Una de las patrullas ingresó de la base de Monte Sin Fe, hacia el refugio natural, otra del cerro Chirripó hacia Fila Urán, por el sector conocido como la “avioneta”.
Otro de los grupos de búsqueda se desplazó de base Crestones a Ventisqueros, y otro de base Crestones a Fila Diez.
El puesto de mando está en la casa de guardaparques, en San Gerardo de Rivas, pueblo que está al pie del Chirripó.
En ese lugar hay dos vehículos de operaciones, mientras que en la búsqueda hay nueve socorristas de la Cruz Roja, 10 de Bomberos y 17 personas más entre Guardaparques, los dos familiares y arrieros.
La búsqueda se extendió al máximo, en medio del frío, por temperaturas menores a 10 °.C y con ráfagas fuertes de viento.
Carlos Herrera, coordinador operativo de la Cruz Roja, afirmó que este viernes reforzarán la búsqueda con la ayuda de perros adiestrados y, si el tiempo lo permite, con el sobrevuelo de un helicóptero.
Amante de caminatas
La nutricionista entró a la montaña acompañada por su tío político, Ismael Mora, y de Limberg Mora, primo de ella.
Marialis tenía desde hace tiempo la idea de ir a celebrar su cumpleaños al Chirripó, el punto más alto de nuestro territorio, pero la había pospuesto debido a la pandemia.
“Ella se regaló el viaje con motivo del cumpleaños. Lo tenía hace como dos años, pero por la pandemia no había podido ir. Hasta ahora que abrieron otra vez el acceso al Chirripó, ella invitó al primo y al tío para que la acompañaran”, sostuvo Rose Mary Vega, tía.
Como ella tiene más experiencia en caminatas, se les adelantó en una salida al cerro Ventisqueros, que es el segundo más alto del país (3.812 m.s.n.m.), pero luego no la vieron más, aunque el tío la escuchaba.
“Como es deportista, ella camina muy rápido y se adelantó. Cuando el tío llegó arriba, nunca se la topó y empezó a llamarla. El dice que la oyó cuando, al parecer, ella tomó otro camino y bajó por otro lado”, dijo Rose Mary Vega.
Explicó que sus familiares salieron de Grecia el lunes. El martes a las 2 a. m. comenzaron la escalada hasta el albergue en base Crestones, que está a 14 kilómetros de San Gerardo.
Ese día, luego de varias horas de caminar, descansaban en el albergue para subir al día siguiente, que era el cumpleaños de Marialis, hasta el cerro Chirripó (3.820 metros sobre el nivel del mar).
Sin embargo, aprovechando que aún tenían fuerzas, la mujer y sus dos parientes emprendieron la tarde del martes la salida hasta el cerro Ventisqueros, que está a unos cinco kilómetros del albergue.
Según narró Rose Mary Vega, su sobrina sale a realizar caminatas cada 15 días por diferentes regiones del país, por lo que es una mujer de buena condición física y con mucha fuerza en las piernas.
“Ella deja botada a la gente, porque camina muy rápido. Ese día llevaba un bulto con algunos dulces y agua, pero poco, porque era una distancia corta”, dijo.
Añadió que Marialis cuenta con ropa especial para las bajas temperaturas, así como dos abrigos.
“Marialis no tiene padecimientos, es muy saludable y es soltera. Es muy alegre, le gusta vacilar y tiene muchas amistades”, dijo.
Ella es hija única y vive en Grecia con su madre, Dora Alicia Vega Zeledón, de 62 años, y con su abuela.
Hasta el momento la familia se aferra al éxito de los rescatistas y están a la espera de que los familiares les avisen sobre lo que ocurre.
Doña Dora, la mamá de Marialis, dijo que está con tratamiento, por lo tenso de la situación y solo espera que pronto encuentren a su hija en buenas condiciones.
Otros casos
El sábado 8 de junio del 2013, la enfermera María del Rocío Venegas Chavarría, que en ese entonces tenía 41 años, fue rescatada luego de permanecer tres días extraviada y a temperaturas de hasta cero grados Celsius.
Pensaba que iba a morir, dijo esa vez Venegas, quien afirmó que el frío de las madrugadas era terrible.
Después de su rescate, la trasladaron en avioneta a San José, para atenderla en el Hospital México y luego de algunos exámenes le dieron la salida y regresó a Puntarenas, donde vive.
Esa suerte no fue a misma que corrió el joven universitario Nelson Alvarado Montoya, de 21 años, vecino de Escazú.
Alvarado, quien era parte de un voluntariado entre la Universidad de Costa Rica (UCR) y el SINAC, desapareció el 6 de enero del 2011. Se extravió luego de firmar el libro de visitantes en la cima del Chirripó, a donde llegó con un amigo, pero luego de ver el amanecer, cada uno se fue por diferente camino.
Más de 40 baquianos buscaron al estudiante de Agronomía de la UCR, incluso buzos que ingresaron a la laguna Morrenas, cuyas aguas están a 2 °C, pero no se le pudo hallar.