Antes de dedicarse a sus labores en la Fuerza Pública, Yerlin Valverde Castillo trabajó como recepcionista en un bufete de abogados.
Sin embargo, Yenny Arguello Chaverri, quien trabajó con ella en el bufete y se convirtió en su amiga, recuerda que Yerlin siempre soñó con ser policía, por lo que dejó su puesto como recepcionista para ingresar a la Academia Nacional de Policía y conseguir un puesto en el Ministerio de Seguridad Pública.
Yerlin, de 36 años, fue una de las dos víctimas del accidente ocurrido la tarde de este miércoles en el centro de San José, en la intersección de avenida 5, calle 12, muy cerca de la terminal de buses 7-10. El otro fallecido era Mario Francisco Úbeda López, un mensajero de 60 años vecino de Desamparados y oriundo de Nicaragua
La oficial Yerlin llegó a San José hace unos 15 años, procedente de un pequeño pueblo nicoyano llamado Quirimán, con la convicción de entrar a la Fuerza Pública.
Hace ocho años, Yerlin cumplió su sueño, y se encontraba trabajando en la Delegación de la Merced, en San José.
“Su sueño era servir al país, servir a la gente. Ella siempre fue carismática, siempre con una sonrisa, siempre fue una persona noble, lo que uno le podía pedir ella lo hacía, era superbuena. Siempre fue amable, siempre tenía una palabra linda para cualquier persona”, relató Yenny a La Nación.
Al momento de dar sus declaraciones, Yenny salía de un acto religioso en un salón de la Delegación Policial de la Merced, donde solo pudieron entrar unas 50 personas por la capacidad del sitio, pero afuera había otras decenas más.
Según sus estimaciones, unas 200 personas se dirigían hacia el entierro de Yerlin en su tierra natal, en Nicoya.
“Ella siempre estuvo muy orgullosa de dónde venía. Siempre hablaba de su pueblo con muchísimo orgullo, con muchísima alegría”, agregó su amiga Alexandra Ramírez.
Cerca de las 3:10 p. m. del miércoles, Yerlin viajaba en una patrulla que impactó con la moto manejada por Mario Úbeda López. Luego la patrulla chocó con un camión y se volcó.
Al llegar los paramédicos, las dos víctimas ya habían fallecido.
La muerte de Yerlin fue motivo de un minuto de silencio en la Asamblea Legislativa y por su servicio religioso le fue dedicada una publicación en Facebook por parte del grupo Apostolado de la Santísima Trinidad: “Que el Señor te abrace y goces de su presencia eternamente. Siempre permanecerás en nuestro corazón. Descansa en paz. Fortaleza para todos tus compañeros, amigos y familiares”.