La investigación por el caso de un menor arrastrado por un cocodrilo el 30 de octubre en el río Matina, a su paso por Cuatro Millas de Limón, tuvo nuevos elementos este sábado, cuando vecinos sacrificaron un animal grande dentro del cual encontraron huesos que podrían ser humanos.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Batán, se apersonó al sitio y recolectó los huesos que trasladó a los laboratorios forenses en San Joaquín de Flores, para determinar si son humanos o no. En caso de obtener resultado positivo se procedería con el análisis de ADN, a efecto de corroborar si corresponden con Julio Otero, de 9 años.
Su papá, del mismo nombre, urgió este domingo a la Policía Judicial, para que realice los peritajes cuanto antes y les permita salir de la incertidumbre.
Los hecho ocurrieron mientras el niño se bañaba con su madre Margini Fernández Flores, quien observó cuando el reptil se llevaba al menor en sus fauces.
Este domingo, casi un mes después de los hechos, Julio Otero, papá del menor, recordó que el domingo de la tragedia, su esposa, sus cuñados y sus cinco hijos estaban bañándose en el río a eso de las 2 p. m. “Sucedió lo que nunca se imaginaban, estaban jugando en la orilla de la arena, cuando el animal los atacó”.
Cuando se le consultó si algún adulto pudo haber batallado para arrebatarle al niño, reconoció que el cocodrilo era muy grande. La otra opción era dispararle, porque unos 80 minutos después de la tragedia, el animal emergió con el niño en sus fauces. Sin embargo, aseguró que los policías presentes le indicaron que no tenían “autoridad” para hacer eso.
“De mi parte me siento abandonado de las autoridades. Vale más un animal que un ser humano, eso es lo que he sentido. Y otra de las cosas más tristes que yo he experimentado en un mes que sucedió esta tragedia, es que ellos buscaron solamente dos días. La Cruz Roja anduvo ahí dos días, pero después se fueron todos, quedamos nosotros en el olvido, el niño en el olvido. Solamente Dios y la gente que nos ha ayudado”, reclamó el señor, de origen nicaragüense.
El sábado de la captura
Don Julio rememora que en el último mes ha sentido el acompañamiento de los vecinos, que los han apoyado con comida y un “poquito de dinero”, para subsistir mientras poco a poco intentan retomar la normalidad. Actualmente tiene un permiso para ausentarse del trabajo en una finca bananera.
Este sabado, a eso del mediodía, algunas personas llegaron a buscarlo para decirle que el cocodrilo estaba muerto. Según indicó, en la panza del animal encontraron “huesitos” y cabello, que fueron recolectados por especialistas de la Policía Judicial.
El señor reiteró el llamado a que los especialistas les aclaren la duda pronto y agradeció a sus vecinos. “A todo el pueblo de Cuatro Millas, Santa Marta, Batán, Siquirres, a toda la gente que nos han apoyado, les agradezco muchísimo, ha sido increíble”.