El piloto costarricense que llevó hasta Puerto Jiménez de Golfito la avioneta que luego apareció estrellada en Colombia, denunció el supuesto robo de la nave 10 horas después que aterrizara en la zona sur.
Según Aviación Civil, el piloto, apellidado Montes de Oca, salió del aeropuerto Tobías Bolaños, en Pavas, San José, el domingo a las 7 a. m., con un plan de vuelo hacia Puerto Jiménez, adonde llegó a las 8:20 a. m.
La aeronave, matrícula TI-BAA, quedó en un hangar y Montes de Oca se retiró del sitio. A las 3:19 p. m., el centro de información de vuelos del aeropuerto internacional Juan Santamaría recibió la primera alerta del dispositivo de emergencia de la nave y marcó su posición en el corregimiento de Pizarro, en Chocó, Colombia, cerca de la frontera con Panamá.
Rolando Richmond, controlador aéreo de Aviación Civil, explicó que iniciaron de inmediato los intentos de comunicación por teléfono con los dueños de la aeronave y el piloto, hasta que contactaron a este último.
Montes de Oca indicó que él estaba en una localidad a hora y media del aeródromo de Puerto Jiménez, por lo que regresaría al sitio para revisar. Cuando llegó, avisó que la nave no estaba.
Las autoridades también informaron al Servicio de Vigilancia Aérea y se envió personal al aeródromo, donde confirmaron la desaparición de la aeronave.
Finalmente, se coordinó con las autoridades colombianas y se constató que la avioneta se había estrellado a 300 metros de una pista de aterrizaje en Pizarro. En el sitio estaba muerto el piloto colombiano Juan Carlos Jaramillo.
Pichingas. De acuerdo con un informe del Ministerio de Seguridad Pública, las autoridades colombianas detallaron que la avioneta iba cargada con pichingas para combustible.
Según medios colombianos, Aeronáutica Civil de ese país informó de que la nave volaba ilegalmente sobre la selva del Pacífico y tenía calcomanías con la matrícula falsa TI-BOG.
Por su parte, el Servicio de Vigilancia Aérea explicó que de Puerto Jiménez al sitio del accidente hay 500 millas náuticas (926 km) y se tardan cinco horas, por lo que es poco probable que la avioneta volara esa distancia sin reabastacerse de combustible.
Las autoridades investigan si las pichingas halladas en el sitio llevaban el combustible con el cual se habría abastecido de camino o si, por el contrario, se quedó sin suministro en el aire.
La Nación habló ayer, vía telefónica, con el piloto costarricense, apellidado Montes de Oca, pero declaró: “No tengo nada que decir porque eso está en investigación. Lo que tenía que decir está en la denuncia y el OIJ se está encargando”.
Luis Ángel Ávila, subdirector interino del OIJ, dijo no tener detalles del accidente en Colombia y ayer, los agentes de Ciudad Neily fueron a Puerto Jiménez para identificar plenamente al piloto, establecer la circunstancia por la que la avioneta fue dejada ahí y saber cuál era su fin en la zona.
Según el Registro Nacional, la sociedad dueña de la avioneta TI-BAA es Wopair S. A., y es presidida por un extranjero de apellido Cavaletti.
A pesar de que se llamó al agente residente de la sociedad, de apellido Morales, este dijo no tener contacto con el foráneo.
El controlador aéreo Rolando Richmond aseguró que el piloto Montes de Oca, de 58 años, cuenta con amplia experiencia en vuelos, tanto para entidades privadas como públicas. Su licencia y permisos están al día, indicó.