EscucharEl Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac) emitirá una orden para capturar al cocodrilo que atacó a un niño de ocho años el pasado domingo en el río Matina, Limón, mientras se bañaba con su madre y sus hermanos.
“Se ha generado una resolución para poder dar captura al animal y se estará apegando al artículo 22 de la Ley de Vida Silvestre”, dijo la oficina de prensa del Sinac.
Aunque todavía no está plenamente identificado el reptil, se tiene la sospecha de una especie que podría ser quién arrastró al menor, no obstante, la presencia de rescatistas y personas de la comunidad en el sitio podrían provocar que el animal se esconda.
Los funcionarios insisten a los lugareños en mantenerse lejos de la zona y no tomar acción por su cuenta pues el sacrificio por parte de terceros se considera delito. De momento no se tiene claro qué va a pasar con el animal una vez capturado, pues las autoridades ambientales pueden decidir enviarlo a un refugio de vida silvestre o sacrificarlo.
“La vida silvestre exótica o nativa que cause daños en algún ecosistema o en la agricultura, ganadería y salud pública podrá capturarse, controlarse, aprovecharse, eliminarse o reubicarse de conformidad con las disposiciones que se determinen en el reglamento de esta ley (...) Sin embargo, en caso de inminente peligro a la integridad de las personas, por parte de un espécimen silvestre, podrá una persona, en defensa, proceder a capturar, controlar o, como último recurso, eliminar el espécimen amenazante, sin que tal acción entrañe sanción alguna”, explica la norma en su artículo 22.
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Jesús Escalona, Coordinador Operativo Nacional de Cruz Roja, indicó que después de participar durante tres días en la búsqueda del cuerpo del menor, se tomó la decisión de finalizar el rastreo mas no así el cierre del incidente, manteniéndose a disposición de familiares o de quienes requieran sus servicios.
El pasado martes, Tatiana Díaz coordinadora regional de esa institución en Limón, explicó que la falta de pistas y evidencias determinaría si los rescatistas permanecían en la zona o daban por terminadas las labores. Pues no tenían un patrón de trabajo, o un indicio que les permitiera seguir un rastreo de dónde deben buscar.
“Una hipótesis es que el animal se llevara al niño a la madriguera o cueva y hay madrigueras y cuevas pero no sabemos cuál de todas es, hemos tratado de abarcar y visualizar algunas, hemos implementado un gancho con una tira para ver si jala algo, pero sin resultado alguno”.
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“Como no sabemos cuál cueva es, ni cuál cocodrilo porque son varios, es muy complicado enfocarse en un solo punto, sabemos que hay cocodrilos y madrigueras pero no tenemos una noción o un patrón donde trabajar fijamente”, mencionó Díaz.
