La caída de un árbol sobre una vivienda en Santa Cruz de Guanacaste cobró dos vidas a las 4:20 a. m. de este domingo. Las víctimas son una niña de cuatro años y su padre, identificado por la Policía Judicial como Jesús Vidal Barrantes Alfaro, de 24 años. Ambos quedaron atrapados entre la estructura colapsada.
En las primeras horas de la mañana, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) realizaron labores de inspección y levantamiento de los cuerpos de ambas víctimas, en barrio Camarenos.
Según Leonel Vásquez, subcoordinador operativo regional de la Cruz Roja, al recibir la alerta, enviaron de inmediato dos unidades básicas y una unidad de soporte avanzado, en asocio con equipos de Bomberos y la Fuerza Pública, que también se apersonaron para colaborar. Sin embargo, a su arribo ya las víctimas habían fallecido. Quedaron debajo de la construcción de láminas de cinc y paredes livianas.
De acuerdo con Dayanne Contreras, supervisora de Bomberos, el papá y su hija estaban en un dormitorio en un anexo de la vivienda principal. Al momento del rescate no llovía, pero horas antes hubo precipitaciones en la zona, según agregó el bombero Douglas Granados.
Otro niño, así como la pareja sentimental de Barrantes y mamá de la niña fallecida, también estaban en la habitación, pero afortunadamente resultaron ilesos tras la caída del árbol de sándalo, que tenía unos 30 metros. La liberación de los cuerpos fue a las 6 a. m., por lo que a las 9 a. m. la unidad de Santa Cruz que colaboró en la remoción de los escombros se retiró del sitio que quedó a cargo del OIJ.
Laboraba en turismo
De acuerdo con Vidal Barrantes Barrantes, padre del fallecido y abuelo de la menor, desde hace cuatro años su hijo vivía en la vivienda donde ocurrió la tragedia. Se trata de un agregado que Jesús había hecho en la casa de su suegra.
Afirmó que un vecino ya había pedido permiso al Ministerio de Ambiente, Energía y Telecomunicaciones para cortar el árbol, pero le pusieron una serie de trabas y llevar planos, por lo que no pudieron cortarlo.
Afirmó que Jesús laboraba como guía turístico en un canopy. En sus días libres le ayudaba a él en la finca con el ganado, los caballos y la fumigación de pastos. Era el menor de dos hermanos.
Entre los planes que tenía don Vidal con su hijo estaba un proyecto de crianza de caballos, pues la principal afición de Jesús era esa. Para este domingo tenían planeado participar en una carrera de cintas. “Ayer le puse herraduras a los caballos para que salieramos juntos a competir, pero no se pudo”, dijo muy apesadumbrado.
Añadió que Jesús era muy querido en Cartagena de Guanacaste. Había estudiado en el Liceo de Santa Cruz y luego entró a estudiar Contabilidad en la Universidad Latina, pero había dejado los estudios sin terminar y entre sus planes estaba retomarlos.
Aguaceros fuertes
Don Vidal Barrantes admitió que en estos días han tenido aguaceros fuertes en la zona. De hecho, han dicho que en el Pacífico norte hay suelos saturados en varios puntos, por lo que las autoridades advierten sobre incidentes de caída de ramas o árboles, como sucedió en este caso.
El desprendimiento de árboles ya había generado otra tragedia el 18 de febrero de este año en Alajuela, cuando un higuerón cayó sobre tres viviendas y acabó con la vida de una vecina del precario El Erizo, en el Invu Las Cañas.
Se trata de una nueva tragedia debido a las inclemencias del tiempo, pues el jueves otras dos personas fallecieron por un desprendimiento de tierra en Chires de Puriscal. Ese día fallecieron Orlando Pérez Vargas, de 37 años, y Luis Miguel Segura García, de 32, cuyos cuerpos fueron encontrados avanzada la noche del viernes.
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