“Nosotros volvíamos de un tour en playa Huevo (Guanacaste) e íbamos con destino a Tamarindo. Íbamos lento para que la gente pudiera disfrutar del paisaje y los animales y todo. En medio trayecto, pasamos por Cabo Velas y ahí fue donde ocurrió el accidente.
“No sé bien qué fue lo que pasó. Este velero es de madera y cuando me percaté, es que el agua comenzó a meterse por la proa. Por más que intentamos no salía, no había forma de salvar la situación. Teníamos que abandonar el barco porque más temprano que tarde, se iba a hundir".
Así, con un tono ecuánime de voz, el capitán Hermes Quijada, de 63 años, relató los minutos de angustia que vivió a eso de las 4:45 p. m. de este miércoles cuando el velero se hundió con 15 personas más abordo.
Según informó el Ministerio de Seguridad, en la embarcación, llamada Albatross, viajaba una familia completa, conformada por diez adultos y cinco niños. Todos resultaron ilesos.
El capitán, quien además es médico de profesión, continuó: "Los segundos pasaban y el nivel de agua no bajaba, más bien seguía entrando el agua en cantidades enormes. La gente ni cuenta se dio porque el problema era adentro. La gente disfrutaba de las ballenas, mientras yo veía que nos hundíamos.
“Ahí activamos el protocolo y uno de los marineros buscó los chalecos salvavidas y los repartió. Comunicamos la situación a las personas y los tranquilizamos. Les pedimos que se movilizaran hasta la popa, que era en donde los muchachos preparaban la panga, que yo siempre ando por cualquier emergencia".
Travesía con final inesperado
Capitán de barco aún no se explica con claridad qué pudo pasar, pero agradece la rápida acción de su equipo para poner a salvo a todos.
FUENTE: ELABORACIÓN PROPIA. || INFOGRAFÍA/ LA NACIÓN.
De hecho, a criterio del capitán, de no haber andado esa pequeña lancha, la historia pudo haber tenido un final trágico.
“Desde siempre, mi costumbre ha sido andar una panga. No solo pensando en una emergencia, sino para mayor facilidad para las personas que transporto y, por dicha la andaba, porque la clave aquí fue andarla”, dijo el capitán, quien señaló que para el momento del accidente no había mal tiempo.
Una vez que todos estaban sanos y salvos en la panga, que cuenta con propulsión propia, Quijada detalló que se quedó observando cómo el velero se hundía.
“La misión era rescatar a todos, pero no dejé de sentir dolor al ver cómo mi trabajo se hundió en cinco minutos”, dijo el capitán, quien agregó que con ese trabajo mantenía a sus cinco hijos.
No obstante, más allá de la nostalgia y preocupación, Quijada sabía que debía de apurarse para llegar cuanto antes a tierra firme.
“No quería que nos agarrara la noche, pero al final siempre llegamos un poco tarde a la costa. Nadie nos ayudó, nosotros llegamos solos a la playa. Ahí nos estaban esperando mi hijo, porque yo lo llamé para decirle lo que había ocurrido y que estuviera atento porque podía ser que nos quedáramos sin gasolina
“También estaban el resto de autoridades dispuestos a colaborarnos”, recordó Quijada, al tiempo en el que explicó que el velero es parte de una empresa de la cual él es parte. Tenía dos años de navegar en él.
¿Qué pasó?
El capitán dijo que aún no entiende bien qué pudo haber pasado, pero sí descartó la versión que brindó, por el momento, el Ministerio de Seguridad Pública.
Esa institución indicó que, lo más posible, era que la embarcación chocó ‘contra algo’ y que eso provocó el hundimiento.
“No es posible. El barco está hundido en medio del mar y ahí no hay piedras, no hay nada. Además, si eso pasa uno siente el golpe, sea fuerte o leve. Pero se siente. Y, vamos a ver, la gente no sintió nada, ni se percató de la situación que pasaba. Se enteraron cuando nosotros se lo comunicamos.
“Lo más posible que pasó fue una falla en el casco (que es la parte que está en mayor contacto con el agua). Este barco era de madera y en esos barcos puede suceder que, con una ola, las tablas cedan y se zafen y ahí entre el agua”, explicó el capitán, quien dijo tener nueve años de experiencia.
Más allá de esto, Seguridad sí indicó que, desde hoy, tanto Guardacostas y la Capitanía de Puertos del MOPT de Playas del Coco están enfocados en investigar lo ocurrido y así entender qué pasó.
Se consultó qué pasa con ese informe que se levanta y a quién se remite, pero no se obtuvo respuesta.
En paralelo, se preguntó tanto al Organismo de Investigación Judicial y a la Fiscalía de la zona si han recibido alguna denuncia al respecto y dijeron que, hasta el cierre de esta publicación, no había ningún procedimiento en trámite.