El Banco Nacional confirmó, este martes, la apertura de una investigación interna luego de detectar una diferencia contable de ¢3.293 millones entre sus registros y el dinero que mantiene en custodia en sus bóvedas.
En una conferencia de prensa, autoridades de la entidad indicaron que la irregularidad fue descubierta en agosto, pero que hasta el 3 de octubre se tuvo certeza sobre el faltante.
Jaime Murillo, gerente general interino del Banco Nacional, manifestó que cinco funcionarios fueron suspendidos, con goce de salario, por aparente incumplimiento de labores mientras se realiza la pesquisa.
La entidad especificó, además, que por este caso presentó una denuncia penal ante el Ministerio Público, este mismo martes, contra los cinco funcionarios por los delitos de peculado e incumplimiento de deberes, con el objetivo de esclarecer lo sucedido.
Detalló que los investigados son un custodio, la encargada de control interno, un supervisor encargado de arqueo, un custodio de tesorería general y un supervisor contable.
Murillo comentó que algunos de estos colaboradores tienen varios años de trabajar en el banco. Por ejemplo, mencionó que el custodio responsable de administrar el dinero lleva 9 años en el puesto y en su jefatura, casi 20 años.
A manera de referencia, el faltante de ¢3.293 millones equivale al 21% de las utilidades netas que el Banco Nacional obtuvo durante el primer semestre de este 2023, que fueron de ¢15.470 millones, según datos publicados en el sitio web de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Según indicó La Nación en setiembre pasado, el Banco Nacional fue el tercer banco con mayores ganancias en el primer semestre del año, por detrás del BAC Credomatic y Citi.
Al mismo tiempo, el monto que se busca equivale a 0,04% de los activos totales que tiene la entidad financiera. El activo bancario se refiere a todos los bienes y derechos que posee la entidad, y su valor total es de ¢8.082.471 millones. El Banco Nacional es el banco con los mayores activos en el país.
Cómo ocurrió
El gerente general interino del Banco Nacional admitió que la irregularidad podría haberse estado presentado por años, pero señaló que todavía no han podido precisarlo.
Indicó que tampoco se sabe si el dinero habría salido “en bolsas” o si hubo algún tipo de manejo contable.
“En este momento, dado el proceso, no podemos declarar que esos ¢3.293 millones sean un fraude y que alguien se los robó en efectivo. Y, además, que los sacó de esta forma o de aquella forma. Eso no lo tenemos”, aseveró.
Sostuvo que el área de Administración de Numerario, encargada de la custodia de los fondos, tiene controles muy estrictos de ingreso y salida, y que también cuenta con monitoreo de cámaras.
Este departamento del banco lo que hace es manejar todo el dinero en efectivo que se recolecta de los proveedores externos, quienes reúnen los depósitos de los clientes, los procesan en primera instancia y luego la Administración de Numerario los valida para corroborar que el dinero que se depositará a cada cliente coincida con el efectivo recibido.
“Tenemos la presunción de que salir libremente con una bolsa de efectivo... bueno, no sería solo una, porque estamos hablando de una suma muy importante, de acuerdo con los controles establecidos; no es posible”, señaló.
Jaime Murillo manifestó que, para lograr entender lo ocurrido y determinar si existe alguna red interna, deben hacer una minuciosa revisión, incluso con el apoyo de videos. Tampoco descartó la participación de personas externas.
Murillo aprovechó para hacer un llamado a la calma tanto a los clientes del banco como a la población en general, pues sostuvo que la anomalía detectada no afecta los fondos de ningún ahorrante.
“Ciertamente, estamos dando la cara transparentemente como organización, diciéndole que tenemos un evento, que estamos en proceso de revisión y que, sin duda alguna, vamos a llegar a las últimas consecuencias contra todos los que podamos determinar o determine el Ministerio Público como responsables”, aseveró el jerarca.
“Porque aquí nosotros somos tan afectados como todos los demás. Somos los primeros llamados a que esto se resuelva cuanto antes”, manifestó.
La apertura del proceso interno fue notificada, el pasado lunes, por la propia entidad mediante un escueto comunicado que no brindaba mayor información sobre las presuntas irregularidades.
El banco indicó, en ese momento, que investigaba “algunas inconsistencias” detectadas en el área de Administración de Numerario.
La entidad financiera sostuvo que la anomalía no afecta las cuentas bancarias de los clientes, ni sus productos y servicios, y que tampoco impacta la solidez o solvencia de la institución.
Colaboró el periodista Alejandro Durán