La Policía de Migración desarticuló este miércoles una banda dedicada al tráfico de migrantes, especialmente cubanos, a quienes les cobraban $16.000 por llevarlos hasta Estados Unidos con documentación falsa.
En cuatro allanamientos realizados en Moravia, Tibás, Alajuela y el aeropuerto internacional Juan Santamaría, las autoridades detuvieron a cuatro sospechosos de formar parte de la red, entre ellos un policía de la Dirección General de Migración y Extranjería, apellidado Rodríguez, quien trabajaba en esa terminal aérea.
Además, fue aprehendido el presunto líder de la organización, un cubano nacionalizado costarricense de apellido Gallard; su compañera sentimental, apellidada Barrueta, y su hija, también de apellido Gallard, cuya labor era conseguir los documentos falsos.
La investigación sobre este caso se sigue bajo el expediente 16-00003-1219-PE y comenzó en marzo del 2016, cuando Migración detectó las irregularidades y conversó con cuatro cubanos que pretendían salir de Costa Rica con identificaciones falsas.
Al entrevistar a los extranjeros, estos contaron a las autoridades que pagaron para que llegar a suelo estadounidense, pasando de manera irregular por Ecuador, Perú, Costa Rica y finalmente México, desde donde cruzarían vía terrestre hasta Estados Unidos.
"Fuimos alertados de las irregularidades que se estaban dando en el paso de cubanos por Costa Rica. A partir de ese momento se logra determinar la participación activa de una persona cubana naturalizada costarricense, su compañera sentimental y su hija como grupo principal. Ellos eran ayudados por el ahora expolicía de Migración en el aeropuerto", explicó el subdirector general de Migración y Extranjería, Esteban Obando.
La banda reclutaba a los foráneos en la isla y los trasladaban en vuelos hasta la frontera norte de México. Sin embargo, era en Costa Rica donde se encargaban de hacerles un pasaporte, una licencia y una tarjeta de crédito falsos, para evitar que se detectara la irregularidad.
Según datos de Migración, los extranjeros permanecían en territorio costarricense por al menos 10 días.
"El policía migratorio coordinaba con el líder de la banda e intercambiaban información del número de counter en donde iba a estar, así como la cantidad de personas (en condición irregular) que iban a pasar por ahí para que no tuvieran ninguna objeción en salir", manifestó Obando.
Durante su estancia en Costa Rica, los cubanos eran trasladados a una casa ubicada en Moravia, donde aprovechaban para hacerles cortes de pelo, barba o afinar otros detalles para la foto que llevaría el pasaporte y la licencia falsos. Se presume que los migrantes abandonaban el país como ticos naturalizados.
El tiempo en suelo costarricense también le daba garantía al grupo criminal de que los foráneos entregaran el dinero y continuaran con la operación hacia el norte del continente americano.
"A dos migrantes los llevaron adonde un estilista. Lo que narran ellos (los cubanos) es que se encargaba de afeitarlos y cortales el cabello, pero esa persona falleció el año pasado en un homicidio", detalló Javier Valerio, fiscal adjunto de la Fiscalía contra la Trata de Personas y el Tráfico Ilícito de Migrantes.
La identidad de este quinto sujeto no trascendió.
Enlaces en otras naciones
En los otros países por donde pasaban los migrantes la banda tenía contactos para esperar a las víctimas; no obstante, las autoridades ticas no han determinado los vínculos exactos para coordinar con los equipos de seguridad extranjeros.
"Ellos tenían celulares agrupados en bolsas, en las cuales estaba indicado donde se debían usar", mencionó Valerio.
Como parte del operativo, se decomisaron al menos 15 teléfonos celulares, así como dos vehículos, un Audi en Moravia y un Montero Sport en Alajuela, y un arma de fuego.
Los sospechosos quedaron a las órdenes de la Fiscalía, la cual deberá definir su situación judicial en las próximas horas.
Valerio explicó que los cuatro aprehendidos se exponen a una pena mínima de cuatro a ocho años de prisión, aunque podría variar entre seis y diez años si se detecta que en este caso están involucrados menores de edad.