Por su fechorías, la organización de la que formaba parte Ricaurte Villasanta Restrepo era conocida en Panamá como Hijos del Infierno.
A su llegada al país, en el 2002, las autoridades los investigaron por secuestros exprés (de cobro rápido), robo de carros y comercio de cocaína.
De su capacidad de organización dieron cuenta el 15 de febrero del 2002 cuando, vestidos como agentes del OIJ, llegaron hasta la casa de Exlisson Chacón Navarro –en Higuito, Desamparados– y lo apresaron.
La víctima apareció poco después sin vida y quemada en el parque Braulio Carrillo.
Para llegar hasta Chacón, los sujetos torturaron a Santos Méndez Vega, uno de sus allegado. Temeroso del grupo, Méndez contó lo ocurrido a las autoridades.
Otro homicidio. Las autoridades pensaban utilizar a Méndez como testigo contra el grupo.
Empero, los Hijos del Infierno se adelantaron. Al testigo lo sorprendieron el 14 de mayo mientras se movilizaba en un taxi informal por El Alto, Guadalupe, Goicoechea.
Allí le dispararon varias veces para silenciarlo. A cinco miembros de la banda (entre estos Villasanta) los condenaron el 9 de noviembre del 2004 a penas entre 6 y 41 años de cárcel, según su participación.
Otto Vargas M.
ovargas
Por su fechorías, la organización de la que formaba parte Ricaurte Villasanta Restrepo era conocida en Panamá como Hijos del Infierno.
A su llegada al país, en el 2002, las autoridades los investigaron por secuestros exprés (de cobro rápido), robo de carros y comercio de cocaína.
De su capacidad de organización dieron cuenta el 15 de febrero del 2002 cuando, vestidos como agentes del OIJ, llegaron hasta la casa de Exlisson Chacón Navarro –en Higuito, Desamparados– y lo apresaron.
La víctima apareció poco después sin vida y quemada en el parque Braulio Carrillo.
Para llegar hasta Chacón, los sujetos torturaron a Santos Méndez Vega, uno de sus allegado. Temeroso del grupo, Méndez contó lo ocurrido a las autoridades.
Otro homicidio. Las autoridades pensaban utilizar a Méndez como testigo contra el grupo.
Empero, los Hijos del Infierno se adelantaron. Al testigo lo sorprendieron el 14 de mayo mientras se movilizaba en un taxi informal por El Alto, Guadalupe, Goicoechea.
Allí le dispararon varias veces para silenciarlo. A cinco miembros de la banda (entre estos Villasanta) los condenaron el 9 de noviembre del 2004 a penas entre 6 y 41 años de cárcel, según su participación.