Tasa de homicidios Cartago 2010-2018
Cuatro cantones de la provincia cerraron el año pasado en condición de “epidemia”.
Al inicio de la década, Cartago le hacía honor a su tradicional reputación de zona tranquila. En el 2010, registró la tasa de homicidios más baja del país: 5,7 por cada 100.000 habitantes.
Y en términos absolutos fue la segunda provincia en donde se reportaron menos muertes violentas, con 29. Solo Guanacaste tenía una cifra menor, 25.
Nueve años después, las estadísticas muestran un giro de 180 grados en esa realidad. El 2018 cerró como el año más sangriento en la historia de la vieja metrópoli.
Por primera vez, la tasa de homicidios fue superior a diez, cifra a partir de la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que existe una “epidemia”.
Culminó en 11,2 asesinatos por cada 100.000 habitantes, una cifra similar a la tasa general del país, que fue de 11,7. No obstante, casi duplica la registrada en 2010, cuando fue de 5,7.
A lo largo del año pasado se contabilizaron 60 asesinatos; un 107% más que en el 2010 cuando fueron 29. Ese crecimiento porcentual fue el más alto del país en ese periodo de tiempo, incluso por encima de la media nacional que fue del 21,6%.
¿Cómo pasó Cartago de ser la provincia menos violenta a registrar cifras de ‘epidemia’?
Las autoridades apuntan a la expansión del narcotráfico como la raíz de todos los males. Aunque también llaman la atención sobre el recrudecimiento de la pobreza, el desempleo y la desigualdad, pero no solo en Cartago, sino en todo el territorio nacional.
El director de la Fuerza Pública de la vieja metrópoli, Erick Calderón, explicó que durante los últimos años el consumo de drogas aumentó en la provincia, provocando que el narcomenudeo se expandiera y algunas bandas se enfrentaran por el control de territorios.
Según Calderón, esas luchas entre bandas narco, por lo general, terminan en homicidios, al tiempo que disparan la comisión de otros delitos.
“La droga es la médula, es la columna vertebral, es el eje transversal de mucho de lo que sucede, para no decir que de todo", sintetizó el jerarca.
Calderón agregó que, actualmente en Cartago actúan al menos 14 organizaciones narco y cinco de ellas están relacionadas con casos de sicariato.
Once de esas bandas trabajan de forma localizada en la provincia y tienen estructuras familiares en que están involucrados, por ejemplo, padres e hijos.
Las tres restantes son de corte internacional, es decir, que cuentan con vínculos directos con delincuentes de otros países como Jamaica, Colombia, Nicaragua y México.
De las 14 bandas que operan en Cartago, cuatro centran su actividad en La Unión, el cantón donde se registran los niveles más altos de violencia.
Otras tres están en Oreamuno, dos en el cantón central, dos más en Turrialba, una en El Guarco, otra en Jiménez y la última en Paraíso. Solo en Alvarado la Fuerza Pública no tiene identificadas bandas, precisó Calderón.
Decomisos y detenciones. El año anterior, la Fuerza Pública detuvo en esa provincia a 131 personas relacionadas con narcomenudeo. Las drogas que más se decomisaron fueron marihuana, cocaína y crack.
En 2018, en Cartago se incautaron 2,5 kilos de cocaína, 39.203 piedras de crack y 70,5 kilos de marihuana, según cifras del Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD).
Todos esos datos son mayores a los reportados un año atrás, cuando solo se decomisó un kilo de cocaína, 35.409 piedras de crack y 67 kilos de marihuana.
Geografía de la violencia
El incremento de la violencia en Cartago es aún más notorio cuando se analizan las tasas de homicidio por cantón, a nivel nacional.
En 2010, ninguno de los ocho cantones de la provincia superaba los 9,5 homicidios por cada 100.000 habitantes, es decir, que ninguno estaba en condición de “epidemia”.
Ahora, al cierre del 2018, esa cifra fue mayor en cuatro de los ocho cantones. Específicamente, en La Unión, Oreamuno, el cantón central y El Guarco.
La tasa más alta del año pasado la presentó La Unión con 17,2, seguido de Oreamuno con 14,2.
El crecimiento porcentual más importante en cuanto a número de homicidios se presentó en El Guarco que pasó de registrar solo un homicidio en 2010, a cinco en 2018, para un incremento del 400%; seguido del cantón central que pasó de nueve homicidios en 2010 a 20 en 2018, o sea, un 122% más.
30 más problemáticos. El cambio presentado en Cartago también se refleja al analizar los cantones más problemáticos del país, por tasa de homicidios.
A inicios de la década no habían localidades brumosas entre las 30 más violentas del país. En el 2010, el cantón más problemático de la provincia era La Unión con una tasa de homicidios de 9,5, y ocupaba el puesto 35 a nivel nacional.
El año pasado, cuatro de los ocho cantones que componen la provincia se ubicaron entre los 30 más violentos: La Unión (puesto 12), Oreamuno (19), el cantón central (24) y El Guarco (28).
A nivel general del país, el cantón en que se presentaron más homicidios por cada 100.000 habitantes en 2018 fue el central de Limón, con una tasa de 47,4.
Esa cifra coincide con la registrada ese mismo año en Jamaica, la tercera nación más violento de Latinoamérica y el Caribe. En la región, solo El Salvador y Venezuela presentan tasas mayores que Jamaica, con 51 y 81,4, respectivamente.
El peso de la provincia en la cantidad total de homicidios a nivel nacional también se incrementó.
En el 2010, los 29 homicidios reportados en Cartago representaron el 5,5% de las 527 muertes violentas registrados en el país. Mientras que en 2018 los 60 asesinatos contabilizados equivalieron al 10,2% del total nacional de 586, prácticamente el doble.
El impacto del narcomenudeo en otros delitos
Las autoridades tienen claro que la expansión del consumo de drogas en Cartago es uno de los factores más relevantes para entender los problemas de seguridad que enfrenta la provincia.
“Podríamos creer que lo tenemos concentrado en uno o dos cantones, pero no, en Cartago estamos hablando de varios cantones (...). Y si hay un consumo de drogas en cualquier punto, hay alguien que vende ahí, hay alguien que la va a circular, eso lo tenemos en todo lado y es lo que provoca la expansión de grupos”, dijo Erick Calderón, director de la Fuerza Pública en Cartago.
Esa expansión no solo provoca enfrentamientos entre bandas, también impacta en la percepción de seguridad de la población, explicó la encargada del Área de Seguridad Comunitaria y Policía de la Municipalidad de Cartago, Giovanna Siles.
"El consumo incrementa la idea de inseguridad de los ciudadanos, ver usted caminando a la par suya a alguien consumiendo marihuana, por ejemplo, incrementa la percepción de inseguridad porque usted no sabe hasta qué nivel va a llegar esa persona, si se va a volver violenta”, comentó la funcionaria.
La posición de Siles es compartida por el director de la Fuerza Pública de la provincia, quien además explicó que cuando el narcomenudeo aumenta también lo hacen algunos crímenes contra la propiedad, como los hurtos, robos y asaltos.
"Cuando nosotros hablamos con los muchachos que consumen drogas y no tienen con qué consumir tienen que hacer algo, le roban la cartera a la mamá o le roban el electrodoméstico, asaltan o se meten a algún lugar porque necesitan comprar”, mencionó Calderón.
Las estadísticas confirman la aseveración de Erick Calderón. El número de denuncias por delitos contra la propiedad aumentó en Cartago en un 18% en los últimos nueve años, tras pasar de 3.647 a 4.299.
Las quejas que más se incrementaron fueron por hurto (un 65%), robo (21%) y asalto (14%). Mientras bajaron las tachas (28%) y los robos de vehículos (11%).
Por cantones, seis de los ocho presentaron incrementos en delitos contra la propiedad. El mayor alza se dio en Paraíso con un 74% más, seguido de Jiménez (71%) y Oreamuno (61%).
El Guarco y La Unión por el contrario, presentaron bajas, el primero de cerca del 1% y el segundo de un 8%.
En medio de Indio y Pollo
Otro problema generado por el narcomenudeo es la lucha entre bandas por control de territorios y en ese apartado el cantón de La Unión es el que más lo sufre en Cartago.
Según el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Wálter Espinoza, la guerra que mantuvieron por varios años las organizaciones criminales dirigidas por Luis Ángel Martínez Fajardo, alias Pollo y Marcos Zamora Solórzano, apodado Indio, impactó directamente a ese cantón y a la provincia.
“Los sectores de Desamparados y La Unión son relativamente cercanos y en esos cantones se establecieron organizaciones criminales muy bien identificadas que tenían plazas, que querían crecer y que veían que el negocio era importante y que estaba generando ingresos, eso provocó que hubiesen roces entre ellos, que hubiera conflicto y para mantener el negocio recurrieron a la violencia y al homicidio y eso se reflejó en un aumento de las tasas, no era una sensación era una realidad criminal difícil”, comentó Espinoza.
La zona de La Unión en que se presentaron más problemas fue Linda Vista, en el distrito de Río Azul, ya que ahí se encontraba el núcleo de operaciones de la banda de alias Pollo.
Ambos capos se encuentran encarcelados, Indio cumple una pena de 70 años en máxima seguridad de La Reforma y Pollo se encuentra en Nicaragua, cumpliendo una condena de 30 años.
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Esa circunstancia no implica que las bandas estén inactivas, por el contrario, el caso de estos dos criminales es una muestra de la resistencia del narco, ya que cuando una cabeza es detenida normalmente alguien asume el liderazgo de la organización u otro grupo criminal reclama las plazas de distribución que manejaba la estructura golpeada.
“Logramos meter a un líder a la cárcel y cuando un líder está en la cárcel alguien dice ‘yo aprovecho la oportunidad es ahora o nunca’, llega un colaborador que ya tiene experiencia a tomar posesión de esa estructura o en su defecto nace uno nuevo y dice vamos irnos posicionando y entonces empieza una fricción entre este que quería posicionarse y este nuevo que quiere llegar a tomar una plaza, una venta, una distribución”, plantea Calderón, de la Fuerza Pública.
La Unión fue el cantón de la provincia de Cartago que acumuló más homicidios de 2010 a 2018, con un total de 104.
Tasa de homicidios Costa Rica 2010-2018
Costa Rica presentó el año pasado una tasa general de homicidios de 11,7
¿Y el desarrollo social?
El director del OIJ también llama la atención sobre que aunque el narcotráfico es el factor central para entender el cambio vivido en la provincia, existen factores sociales generales en el país que también afectan.
"El tema de la criminalidad no surge espontáneamente, esto obedece a circunstancias de orden social que en nuestro caso tienen que ver con pobreza, empleo, educación, etc”, comentó Espinoza.
Una posición similar expresó el ministro de Seguridad, Michael Soto, el 13 de mayo en una comparecencia en la Comisión Especial sobre la provincia de Cartago de la Asamblea Legislativa.
“El tema de la criminalidad es un problema que está agobiando a todo el país y la función de la policía es generar presencia en la calle (...). Pero aquí hay una serie de circunstancias que están agobiando al país desde hace mucho tiempo que tiene que ver con desigualdad, con falta de empleo, con una una cultura de violencia”, dijo el ministro.
En el caso de Cartago, la mayoría de distritos de la provincia presentan un nivel de desarrollo medio o bajo, según el Índice de Desarrollo Social (IDS) 2017, elaborado por el Ministerio de Planificación (Mideplan).
De los 51 distritos, 23 (45%) tienen un nivel de desarrollo medio, mientras que 18 (35%) califican como de nivel bajo y 3 (6%) como de muy bajo. Solo siete (14%) distritos están entre el grupo de cantones de más desarrollo del país.
El Índice de Desarrollo Social aborda condiciones esenciales para el desarrollo social en las dimensiones de educación, salud, participación ciudadana, economía y seguridad.
Apuesta por la prevención
Ante este panorama la Fuerza Pública está apostando en Cartago por promover programas de prevención que permitan recuperar los espacios tomados por grupos narco y crear vínculos más fuertes con la población.
“En actividades preventivas lo que hemos venido haciendo es enfocar las actividades donde se dan ventas de drogas, donde a la gente le da miedo porque se da la venta de drogas o hay un herido con armas de fuego o hay un homicidio”, explicó Calderón.
Durante 2019, ya se han realizado al menos 100 eventos de ese tipo en la provincia. Las principales actividades son la proyección de películas, la organización de “mejengas” de fútbol calle y la iniciativa “Policía Sobre Ruedas”, en que los oficiales comparten en patines, patinetas y bicicletas con las comunidades.
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Además de propiciar el vínculo directo con la población, esas actividades se realizan bajo protocolos que le permiten a la policía obtener mayor información sobre las dinámicas en algunas zonas conflictivas de la provincia.
Las municipalidades también cuentan con diferentes programas de prevención que buscan mejorar las condiciones en los diversos distritos de la provincia. Además, el cantón central, La Unión, Paraíso y El Guarco tienen policías municipales que apoyan las labores de la Fuerza Pública y la Policía de Tránsito.
Números parciales mejoran al inicio del 2019
Del 1.º enero al 31 de mayo del 2019, los cifras de homicidios en la provincia presentan una mejora con respecto al mismo periodo del 2018.
En los primeros cinco meses del año, el OIJ reportó 21 homicidios en la provincia de Cartago, mientras que en el mismo periodo de 2018, se produjeron 34, es decir, un 38% menos.
En total, se registró reducciones en cuatro cantones: Cartago, La Unión, Oreamuno y El Guarco.
Mientras, Paraíso, Jiménez y Alvarado permanecen igual y solo Turrialba tuvo un incremento de dos muertes violentas.
Los delitos contra la propiedad también presentan una baja, pasaron de 1.735 a 1.686, o sea, un 2,8% menos.
En específico, hubo bajas en hurtos, asaltos y tachas de vehículos, mientras que cayeron las quejas por robos tanto de bienes como de vehículos.
El director del OIJ se muestra cauteloso con respecto a la mejora, ya que considera que las condiciones que provocaron el incremento de la criminalidad en la provincia no han cambiado drásticamente.
"La situación del país sin que nosotros lancemos las campanas al aire va relativamente mejor, lo que estamos percibiendo es una buena noticia, un mejor panorama, es un aliento fresco, pero las circunstancias que determinaron que Centroamérica y Costa Rica sean regiones difíciles y violentas no han desaparecido.
"Me refiero a que aún tenemos mucho tráfico de drogas, hay legitimación de capitales, masas de migración ilegales que nos provocan también problemas, hay trata de personas, los fraudes se mantienen y los problemas en general son los mismos.
"¿Qué significa esto? que de pronto las autoridades represivas han sido un poco más efectivas y ha habido una reducción o también que hay una especie de tregua entre las organizaciones, al final de cuentas tenemos una situación un poco mejor y la idea es sostenerla a futuro, estar muy pendientes de los números y las estadísticas, pero también tener claro que esto no depende en exclusiva de lo que hagamos como policía”, concluyó Espinoza.