
Este viernes concluyó en el Tribunal Penal de Cartago el debate por el asesinato de Fernanda Sánchez y su hija de 12 años, Raisha Ríos, ocurridos el 30 de julio de 2020 en una zona agrícola del barrio La Virgen de San Pablo, en León Cortés. Como última oración, el acusado, Fabio Ríos, insistió en su inocencia, en tanto que los familiares de las víctimas exigieron al Tribunal justicia por sus allegadas.
Los crímenes se conocieron cuando el Cuerpo de Bomberos recibió una alerta por un incendio en una propiedad. Cuando dos unidades llegaron al sitio, a las 3 p. m., la casa estaba en llamas, pero los bomberos fueron alertados por vecinos de que había dos mujeres en un precipicio; ambas ya estaban fallecidas.
Ríos, de 55 años, el padre de Raisha y pareja de Fernanda, a quien el Ministerio Público responsabiliza de cometer el doble homicidio, rechazó todos los cargos este viernes e insistió en que el día que las mujeres fueron halladas sin vida, él estaba trabajando, por lo que no pudo haber estado ahí.
“La amaba y la sigo amando a mi hija con todo mi corazón, he sufrido y he luchado bastante para que esto se aclare y se termine. Es una pesadilla que me quitó lo más preciado de mi vida”, dijo el hombre durante el último día de audiencia.
La fiscal Karen Valverde solicitó 88 años y 4 meses de prisión contra el hombre el pasado 30 de enero. Según explicó Valverde, la petición se desglosa en 35 años de prisión por el femicidio de Fernanda, 35 años por el homicidio de Raisha, siete años por supuestamente ocasionar un incendio en la vivienda donde las víctimas murieron, 5 años y cuatro meses por el delito de restricción a la autodeterminación, y 6 años más por denuncia calumniosa.
La pena se ajusta a los 50 años de prisión, que es el plazo máximo que establece el ordenamiento jurídico costarricense.
El abogado Marcos Jiménez, defensor privado de Ríos, pidió la libertad inmediata y la absolutoria del hombre “de toda pena y responsabilidad por los hechos que se le atribuyen”. Jiménez alegó que en el caso hay “dudas sin certeza” y pidió a los jueces considerar factores como la esperanza de vida y la edad del imputado antes de revelar el veredicto.
La sentencia por el caso se conocerá el próximo 7 de febrero, y Ríos permanecerá en prisión preventiva para acudir a la audiencia.
“Nos duele hasta la médula”
Durante el último día del juicio, dos hermanos de Fernanda y tíos de Raisha tomaron la palabra para pedir justicia por sus familiares.
Xavier Sánchez, hermano de Fernanda, expresó, con la voz entrecortada, que desde el día del asesinato de sus familiares vive una lucha incesante y desgastadora. Asimismo, responsabilizó a Ríos como el perpetrador del mortal ataque que acabó con la vida de su hermana y sobrina.

“Fabio, usted no está aquí por mi culpa, porque he hecho hasta lo imposible porque usted esté aquí sentado por lo que ha hecho. Usted está sentado aquí precisamente por sus actos (...) yo lo único que he hecho es tratar de sacar a flote la memoria de Fernanda y Raisha. Nos duele hasta la médula... lo que nos ha dolido. Le hice una promesa a mi hermana que tanto Luz (hermana de Fernanda) como yo nunca la vamos a dejar sola, este caso es por la lucha de la familia de no dejarlas solas”, manifestó.
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Por su parte, Luz Miriam, otra hermana de Fernanda, quien llevaba sobre su pecho, como símbolo de compañía, la imagen de Fernanda y de su sobrina, pidió justicia ante el Tribunal.
“En honor a ellas le pido a este tribunal que el Espíritu Santo derrame sobre ustedes para que puedan sacar la verdad y se pueda hacer justicia por mi hermana y mi sobrina. Ellas eran víctimas inocentes y les arrebataron la vida de una forma terrible y muy cruel (...) No me he dejado vencer, ni que el miedo me aterrorice para pedirles justicia”, concluyó entre lágrimas.
“Perpetrador de violencia”
Durante la audiencia del 30 de enero, la fiscal Karen Valverde calificó a Ríos como un perpetrador de violencia física, material, sexual, psicológica y emocional. Además, describió el caso como de extrema violencia intrafamiliar, en el cual el agresor habría premeditado la forma de deshacerse de su esposa, después de que ella le impidiera dividir la casa para que él continuara una relación con otra mujer en la misma propiedad.
Valverde relató que Ríos conoció a Fernanda cuando él tenía 35 años y ella apenas 15, lo que calificó como una relación impropia. Según indicó, él se habría presentado como un salvador, pero en realidad terminó siendo un agresor.
Agregó que sus circunstancias de vida llevaron a Fernanda a vivir en situación de calle, al consumo de drogas y alcohol. Asimismo, por falta de estudios y un embarazo a temprana edad, se formó una relación desigual de poder en la que ella fue víctima de múltiples formas de violencia.
En el pasado, familiares de las víctimas informaron de que Ríos había amenazado de muerte a Fernanda y a otros integrantes de la familia, y que, previamente, había mostrado conductas violentas hacia ella.
María de los Ángeles Sánchez Aguilar, madre de Fernanda le recomendó en ese entonces que dejara al hombre y se fuera de la casa.
“O váyase para un lado, o váyase para el otro, pero sepárense, porque una de dos, o (...) la mata a usted, o usted mata a ...”, dijo la señora en julio del 2020.