Cerca de 200 personas se acercaron al Patronato Nacional de la Infancia (PANI) para ofrecerle un hogar a la bebé que fue encontrada en un basurero de Tibás, el pasado martes 3 de setiembre.
La gran mayoría de las llamadas se recibieron en los primeros días tras su hallazgo y, generalmente, se trataba de personas preocupadas por el futuro de la recién nacida.
Sin embargo, después de que el PANI explicara que la niña no se encuentra en adopción, la cantidad de personas que ofrecieron ocuparse de ella disminuyó considerablemente.
“Eso fue cuando se dieron cuenta de que había una chica abandonada. Decían: ‘Si no tienen dónde dejarla, yo me puedo ofrecer’. Fue un acto de bondad de la gente”, apuntó Rodolfo Meneses, abogado del Centro de Orientación e Información del PANI.
El protocolo del Patronato indica que la recién nacida debe ser ubicada con algún familiar biológico, pero deben ser estos quienes ofrezcan su casa al PANI. La entidad prefirió no revelar si algún familiar los había contactado.
Estable. Desde el jueves de la semana pasada, la bebé se encontraba estable en el Hospital de Niños (HNN), pero sus médicos prefirieron vigilarla unos días más.
El director interino del centro médico, Orlando Urroz, había dicho que era necesario mantenerla un tiempo monitoreada.
El lunes la niña salió del hospital con buena condición de salud. Ella está bajo custodia del PANI, pero se encuentra en una organización de cuido que da asistencia en casos como estos.
Según explicó Meneses, se eligió esta alternativa para poder ofrecerle los cuidados que requiere, incluida la alimentación.
La medida de protección provisional es por seis meses, pero puede ser modificada y reducida si se determina que algún familiar puede hacerse cargo de la recién nacida.