Un 70% de los crímenes del año pasado fueron cometidos con un arma de fuego, según el reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
En total, hubo 558 homicidios violentos y, en 387 de ellos, los malhechores usaron pistolas y revólveres. También se valieron de otro tipo de armas no permitidas en el país, como subametralladoras.
Jorge Chavarría, fiscal general, aseguró que los delincuentes prefieren usar “armas de guerra”. “Ellos optan por este armamento porque permiten meterle a la persona 15 balazos de un solo. Además, son muy potentes y no le permite a la víctima defenderse. Con un cuchillo, por ejemplo, esta tendría oportunidad de librarse del ataque”, señaló.
Más control. Ante este comportamiento, el Ministerio de Seguridad tomó cartas en el asunto. La primera acción fue mejorar el control que tienen sobre las armas que ingresan al país.
Bernardita Marín, viceministra de Seguridad, comunicó que el sistema Control de Portación de Armas y Seguridad Privada (ControlPAS) habilitará, a partir del 4 de abril, nuevos espacios para que los importadores de armas, explosivos y municiones registren en línea todos sus productos, en vez de hacerlo por medio de papeles.
Según Marín, los armeros deberán ingresar el inventario de armas que poseen. Además, tendrán que incorporar todo aquel armamento que compren en el futuro.