“Estos dos meses han sido terribles, los más tristes y dolorosos que hemos podido tener, pero poco a poco hemos vuelto a nuestras actividades, aunque cada día se vive pensando solo en Allison (Bonilla) y me pregunto: ‘¿cómo se puede volver a la normalidad?’
“Desde que ella desapareció, en mi familia nadie duerme ni descansa, la vida de nosotros se fue con ella. Mi esposo se quedó sin trabajo, mi hermana (la mamá de Allison) está con un permiso y yo, como trabajo en lo propio, tuve que regresar para ver cómo nos vamos levantando poco a poco.
“La mayoría de quienes estuvimos buscándola nos quedamos sin trabajo, estamos empezando de cero. Gracias a Dios mucha gente buena nos ha ayudado con comestibles este tiempo que hemos estado en la casa de mi mamá”.
De esa forma resumió Xiomara Vásquez Cordero, tía de Allison Pamela Bonilla Vásquez, la situación que ha enfrentado su familia desde el pasado 4 de marzo, cuando su sobrina desapareció mientras se dirigía a su casa, en Ujarrás de Paraíso, Cartago.
La mujer, quien toda la vida ha sido muy cercana a la joven de 18 años, recordó que antes, al ver noticias o revisar redes sociales, siempre evitaba informaciones relacionadas con desapariciones, ya que las consideraba dolorosas.
Dijo que nunca pensó que esa situación alcanzaría a su núcleo cercano y que ahora, al acostarse en las noches, lo único que piensa es si el nuevo amanecer les traerá alguna noticia sobre el paradero de la muchacha.
También mencionó que apoyar a su hermana ha sido fundamental en las últimas semanas, aunque hay días complicados.
“Hay días en los que ella (Yendry Vásquez, la mamá de Allison) no quiere levantarse, en otros amanece con la fuerza de irla a buscar y entonces vamos con ella (...).
“Pensamos que esto es una prueba que Dios nos envió por algo que hicimos mal, es una pesadilla terrible. Lo de Allison ha sido el dolor de mi familia y de muchas personas más que han estado pendientes de ella”, aseguró.
Vásquez, quien atendió a La Nación en su salón de belleza, contó que desde que estaba pequeña, su sobrina andaba con ella haciendo mandados e incluso la acompañaba a su trabajo.
Agregó que a Allison le llamaba la atención todo aquello relacionado con el maquillaje, por lo que llevó un curso de estilismo y maquillaje en una academia.
Precisamente, en las temporadas fuertes, como diciembre, solía ayudar a su tía.
Traslado a Cartago por seguridad
Vásquez manifestó que durante algún tiempo su sobrina estuvo viviendo con ella en Cartago, por seguridad; ya que el camino de la última parada del bus que la joven utilizaba para ir a la casa en la que vivía con su madre y abuela es alejado.
Aseveró que ella siempre le ha tenido desconfianza a ese paraje, en especial porque los tiempos han cambiado.
“Siempre he sido muy celosa del camino, por lo que les he dicho a mis hijos y a ella que la vida no es lo mismo de antes y como el pueblo ha cambiado, uno deja de conocer muchas personas.
“Yo le decía a Yendry (Vásquez) que era mucho mejor que Allison se quedara a dormir en mi casa, así fue por dos años. Después alquilé en otro lugar y a ella (Allison) como que no le gustó mucho y le dio por irse otra vez con la mamá y la abuela”, precisó.
Hoy, más de dos meses después de la desaparición de la muchacha, su familia sale los fines de semana a rastrear diferentes zonas y, de lunes a viernes, solo lo hacen en caso de tener alguna información referente a su posible paradero.
También, personas allegadas a ellos salen en bicicleta por diferentes zonas, con la esperanza de encontrar una nueva pista que les permita comunicarse con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), para que ellos se encarguen de las diligencias correspondientes.
Pocas evidencias tras su desaparición
4 de marzo del 2020
El rastro de Allison se pierde a eso de las 8:50 p. m. mientras caminaba hacia su casa en la Urbanización Florencio del Castillo.
5 de marzo del 2020
Aparecen los lentes de la joven a un kilómetro de su vivienda, cerca de Charrara.
7 de marzo del 2020
Trasciende video de vigilancia, donde se ve pasar a Allison caminando apresurada el día que desapareció.
9 de marzo del 2020
Circula un audio de Allison donde le indica a su novio que unas "pintiticas" la venían siguiendo desde que se bajó del bus.
30 de marzo del 2020
OIJ abre investigación contra vecino de apellidos Sánchez Ureña, por la desaparición de la joven.
2 de abril del 2020
En una nueva revisión, Policía Judicial inspecciona vehículo BMW propiedad de Sánchez.
5 de abril del 2020
Peón agrícola encuentra la cédula de la joven en un cafetal en Ujarrás.
30 de abril del 2020
OIJ vuelve a bucear en las aguas del lago de Cachí en busca de posibles indicios.
FUENTE: Archivo La Nación. || INFOGRAFÍA / LA NACIÓN.
Este miércoles, en una conferencia de prensa virtual, Wálter Espinoza Espinoza, director de la Policía Judicial, manifestó que el caso es muy importante para ellos, por lo que trabajan de manera detallada para determinar qué pasó con la muchacha.
Espinoza prefirió no hablar de un posible móvil y recalcó que mantienen un vínculo con la familia para evaluar la situación.
“Seguimos trabajando en ese caso. Hemos hecho revisiones, entrevistas y demás”, expresó el jefe judicial.
Vásquez afirmó que la esperanza de encontrar a su sobrina es lo que les da fuerza y, aunque les digan que ella está sin vida, esperan que no sea así.
“Dios sabrá cómo nos la va a entregar a nosotros, pero mientras tanto toda la familia tiene fe de que la encontremos viva, que regrese a la casa caminando por sus propios medios de donde quiera que esté”, puntualizó.
En Facebook, abrieron una página que se llama Buscamos a Allison Pamela Bonilla Vásquez, donde reciben oraciones y piden a la población que les alerte si la ven en alguna parte.