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El nicaragüense Adrián Salmerón Silva, de 24 años, admitió este viernes haber asesinado a una familia en su casa en Matapalo de Santa Cruz, Guanacaste, el pasado 14 de febrero.
Así lo indicó el hombre en medio de una audiencia especial, precedida por la jueza Fabiola Betancourt, del Juzgado de Violencia en Nicaragua. Este debate se realizó antes del juicio que está previsto para el 16 de junio.
Las víctimas fueron Yeimmy Jéssica Durán Guerra, de 38 años, y Dirk Beauchamp, de 57 años, así como los hijos de la pareja, de 6, 8 y 12 años. A esta última, Salmerón confesó que la violó antes de matarla.
Después de que aceptó la culpa, Betancourt lo declaró culpable de homicidio en perjuicio de Beauchamp y los tres menores, de feminicidio en perjuicio de su pareja (Durán), de asesinato frustrado, exposición de personas al peligro y abandono de una incapaz. Empero, aún no se dicta la sentencia.
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La Fiscalía de Nicaragua solicitó una pena de cárcel de 183 años en contra del sujeto al alegar "alevosía, saña y grado de confianza (por convivir con las víctimas)"; sin embargo, la legislación nicaragüense permite un castigo máximo de 30 años de prisión.
Mientras, la defensora de Salmerón, Adriana Obando, pidió penas mínimas.
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Lo ocurrido. El crimen de los cinco miembros de la familia se produjo el 14 de febrero, pero fue descubierto dos días después por un vecino de la zona.
Desde un primer instante, las autoridades señalaron a Salmerón como el principal sospechoso, dado a que él mantenía una relación sentimental con la mujer fallecida y vivía en un rancho aledaño a la casa de las víctimas.
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La noche de ese día, Salmerón los atacó hasta matarlos con un cuchillo de cocina. A la matanza sobrevivieron otras dos niñas, una bebé de siete meses que resultó ilesa y una niña de 4 años que permaneció durante dos meses y medio en el Hospital Nacional de Niños. Ambas están en un hogar solidario, bajo la protección del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
El rastro del nicaragüense era desconocido hasta el 19 de febrero, cuando fue capturado en Las Mojarras, municipio de San Francisco Libre de Managua, 79 kilómetros al noroeste de la capital.
En aquel momento, las autoridades del país vecino indicaron que la detención se logró gracias a que los familiares de Salmerón colaboraron con la causa.
Como la Constitución Política de Nicaragua prohíbe la extradición de sus nacionales, el proceso en contra del sujeto se realiza allá.
