La noche del jueves 6 de febrero, Jorge Humberto Barboza terminó agotado tras una jornada más de fletes en su camión. Al llegar a su casa, en La Zamora de Santo Domingo de Heredia, le pidió a su madre, Xinia Abarca, que le preparara la cena. Según recordó la mujer, su hijo le dijo alrededor de las 8:40 p. m.: “Voy a ir a descansar y a ver qué hago”. Él había quedado de encontrarse con su primo, Carlos Alberto Barboza.
Acordaron pasar la noche en los bares de San Isidro de Heredia. Más entrada la noche, se dirigieron al centro de la ciudad de las flores al bar Dude’s, ubicado 75 metros al oeste de la Universidad Nacional.
El lugar había anunciado su cierre en su cuenta de Instagram el 15 de junio del 2024. Según denunció Flory Sánchez, vecina de Heredia, era bien sabido que el sitio seguía operando.
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Los primos llegaron con un amigo al establecimiento, y se encontraron a la expareja de este tercero. Eso habría desatado una discusión con el dueño, quien estaba respaldado por otras personas.
La situación tomó un rato en salirse de control. Lo suficiente para darle tiempo a Jorge Barboza de alertarle a una amiga que él estaba en riesgo mediante un mensaje.
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De acuerdo con el OIJ, de las palabras pasaron a los golpes, y luego a un desenlace mortal. El amigo de los primos logró escapar, pero ellos fueron víctimas de varias agresiones y ataques mortales con arma blanca. Los primos, de 32 y 33 años, no volvieron a salir de ese bar.
Dos días después, el sábado 8, los familiares denunciaron su desaparición al Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y empezaron a distribuir imágenes en redes sociales y volantes en busca de los primos, incluido en las cercanías del bar.
La noche del martes 11, los agentes judiciales entraron a Dude’s, pues con la ayuda de cámaras de vigilancia y otras pistas, dedujeron que ese fue el último lugar donde estuvieron Jorge y Carlos la noche del 6 de febrero.
Con picos, palas, perros adiestrados y pruebas de luminol, encontraron una fosa de 1,60 metros en el sótano del bar donde estaban los dos cuerpos. Ese mismo día, quedaron detenidos el administrador y otros empleados del establecimiento, identificados con los apellidos Guzmán (22 años), Palacios (19), Bonilla (23), y una mujer de apellido Gutiérrez (26), quien sería pareja de uno de ellos. Supuestamente, los responsables del crimen habrían pedido comida exprés mientras enterraban los cuerpos.
El hallazgo no solo estremeció a los familiares, sino a los heredianos consternados de que un crimen tan macabro se consumara en el corazón de su ciudad.
“No he dormido nada. Anoche, desde que nos dimos cuenta, estuvimos en el bar hasta hoy (miércoles) a las 8 de la mañana. Llegamos a la casa, nos bañamos y aún estamos haciendo vueltas para que venga la funeraria y retirar los cuerpos de la Morgue”, declaró la madre de Jorge Humberto Barboza a La Nación un par de horas antes de velar a su hijo.
Por su parte, la amiga de Jorge que recibió su último mensaje también expresó su aflicción en su perfil de Facebook. “Me dueles en el alma, perdón por no entender tu llamada de auxilio y pensar que bromeabas como siempre lo hacías, y no darle importancia pensando que era parte del humor de como siempre vacilábamos. Me duele tu muerte, pero espero el momento en que te vuelva a ver de nuevo”, publicó.
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