El ataque a balazos en el que perdió la vida el policía judicial Jeiner Gómez Guzmán, la noche del miércoles en Tirrases de Curridabat, no estaba dirigido específicamente a agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), sino contra cualquier persona que se estacionara en un territorio controlado tácticamente por bandas delictivas locales.
Así lo informó el director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Rándall Zúñiga, quien afirmó que, al planificar un allanamiento programado para la madrugada del jueves en Pinos del Este, Tirrases, faltaba un oficial dentro del plan operativo. Fue entonces cuando Gómez se ofreció voluntariamente a colaborar.
En un video de seguridad se observa cómo los dos ocupantes de una moto se acercan por detrás al vehículo estacionado en esa zona y el pasajero abre fuego contra los dos ocupantes del automóvil, aparentemente sin darse cuenta de que eran policías y, en cambio, los habría considerado miembros de alguna organización rival.
La respuesta al fuego por parte de uno de los oficiales baleados desequilibró a los motociclistas, quienes tropezaron al huir. El conductor perdió el control de la moto, que abandonaron en el lugar para escapar a pie. El menor que viajaba como acompañante dejó botado uno de sus tenis, por lo que fue capturado casi de inmediato, llevando solo un zapato.
Patrulleros de la Fuerza Pública que pasaban cerca escucharon los disparos y detuvieron a los dos sospechosos. Mientras tanto, otros agentes judiciales que se encontraban cerca corrieron en auxilio de sus compañeros heridos. Sin embargo, ya no se pudo hacer nada por Gómez, de 41 años, quien era el conductor del vehículo y falleció en el lugar, luego de recibir dos disparos en el tórax.
En cuanto al oficial Henry Bustos, de 47 años, fue trasladado de urgencia al Hospital Calderón Guardia, donde se recupera. Tenía una herida que le fracturó la parte posterior de la cabeza y requirió cirugía, pero se encuentra consciente y orientado.
Operación encubierta
Ambos policías baleados pertenecen a la Policía Internacional (Interpol) del OIJ y estaban trabajando encubiertos en una operación no relacionada con el narcotráfico, cuando fueron sorprendidos por los motorizados: uno de ellos, de apellidos Chavarría Cascante, de 21 años, y su cómplice, un menor de 17. Fue este último quien disparó al menos cuatro veces contra los policías en una zona donde incluso iba pasando un peatón, el cual no pareció inmutarse ante lo que ocurría, y continuó su camino. También pasaron cerca varios vehículos, incluido un autobús.
El ataque tuvo lugar al filo de las 10 p. m. por parte de pistoleros conocidos por la policía local, ya que Chavarría había sido detenido previamente por portar ilegalmente armas de fuego. Al parecer, ambos son miembros de una organización superior, según confirmó el director del OIJ. De hecho, durante el allanamiento en la casa del adulto, ubicada en la calle Mercedes de Tirrases, la Policía decomisó drogas y un teléfono celular que podría revelar comunicaciones con otros miembros de la estructura.
De acuerdo con Zúñiga, ambos desempeñaban el papel de “campanas”, cuya función era observar si había vehículos o personas cerca del barrio que pudieran obstaculizar sus dominios y alertar al respecto. Se está investigando si en algún momento recibieron órdenes de alguien para abrir fuego contra los policías, ya que poco antes del tiroteo, los sujetos habrían conversado con los ocupantes de un Hyundai gris, del cual el OIJ tomó huellas dactilares durante los allanamientos de este jueves.
La Fiscalía Adjunta del Segundo Circuito Judicial de San José informó que está investigando a Chavarría Cascante por los presuntos delitos de homicidio y tentativa de homicidio en el expediente n.º 23-001413-0053-PE. Actualmente, se encuentra detenido, mientras la Fiscalía lleva a cabo una serie de diligencias de investigación necesarias para agregar a la causa. En las próximas horas se le tomará declaración indagatoria y se solicitarán medidas cautelares ante el juzgado penal de la zona.
Además, la Fiscalía Adjunta Penal Juvenil está investigando al menor de 17 años por los mismos hechos. El adolescente se encuentra detenido y espera que se determine su situación jurídica dentro del expediente n.º 23-001414-0053-PJ.
Rándall Zúñiga enfatizó la necesidad de proporcionar más recursos a los cuerpos policiales para adquirir más vehículos, herramientas, armas largas, escudos y cascos que les permitan enfrentar mejor a los grupos criminales.
Más allá de una declaración de emergencia por la inseguridad, que solo agilizaría las compras, Zúñiga sostuvo que lo que se necesita con urgencia es más presupuesto. Insistió en que este es el momento de que surja una figura fuerte que aborde directamente los problemas, ya que existen vacíos de poder en los territorios y falta de autoridad en el país.
Afirmó que no ve las reacciones inmediatas necesarias y que, cada día que pasa, más criminales se posicionan en barrios para delinquir e incluso extorsionan a los vecinos o les cobran “peajes” para pasar por ciertas áreas o realizar actividades comerciales.
Este año, en Tirrases, se han registrado dos de los seis homicidios que se han reportado en Curridabat. El caso anterior ocurrió el 24 de enero, cuando se encontró el cuerpo de un hombre atado de pies y manos dentro de una vivienda en el barrio conocido como Quince de Agosto.
Hasta el 5 de octubre, en todo el país, el OIJ ha registrado 687 asesinatos, concentrándose la mitad de los casos en las provincias de San José y Limón.
En el 2009 dos oficiales del OIJ fallecieron en el cumplimiento del deber. Se trató de Ronny Sojo Chacón, asesinado el 20 de octubre de ese año en Mata Redonda, cerca de La Sabana, mientras que el 3 de noviembre falleció Randal Mauricio López, al ser baleado con un fusil de asalto en La Garita de Alajuela. Desde entonces el OIJ no tenía agentes fallecidos durante sus faenas.
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