El cantón de Garabito, en la provincia de Puntarenas, registra cinco homicidios en lo que va de este mes, sumando así 12 en lo que va del año. Esta cifra supera el total de 2022, lo cual genera gran preocupación entre los lugareños.
Anyelo Hernández, coordinador de Seguridad de la Municipalidad de Garabito, sostiene que esta seguidilla de homicidios impacta negativamente la principal actividad del cantón, que es el turismo. Por esta razón, el 27 de noviembre, expondrán sus inquietudes al Ministerio de Seguridad y representantes de la Fiscalía, quienes visitarán el cantón.
El 3 de noviembre, Rober Alberto Dondy Arias, de 49 años y conocido como Cahuita, fue asesinado con 12 balazos en un lote baldío de Jacó.
Dos días después, en el centro de Jacó, tres personas perdieron la vida en un tiroteo: Santiago Andrés González Caicedo y Rosemberg Rodríguez Caicedo, ambos de 41 años y colombianos, así como Luis Gabriel Godoy Mena, de 33 años. En ese incidente, dos personas resultaron gravemente heridas y fueron hospitalizadas.
A estos hechos se suma la muerte de un hombre de 45 años, ocurrida el lunes a las 2:42 p. m. en Herradura. Este individuo recibió múltiples disparos frente al restaurante El Pelícano y Cocos, siendo sorprendido por pistoleros que llegaron en un vehículo y dos motos. Aunque su identidad aún no está clara, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) espera que familiares lo identifiquen en las próximas horas en la Medicatura Forense.
Los vecinos creen que el móvil del crimen podría ser un ajuste de cuentas, ya que no se reportó robo alguno y se encontraron numerosos casquillos de fusil y calibre 9 mm en la playa, por donde huyeron las personas que buscaron refugio durante el tiroteo.
Además de Garabito, los principales cantones costeros del Pacífico central han experimentado un aumento en homicidios en comparación con el año pasado, principalmente debido a ajustes de cuentas. La fuerte afluencia turística y la ubicación estratégica como ruta de paso de drogas contribuyen a que organizaciones criminales busquen establecerse en la zona, generando disputas territoriales con otros grupos, explicó Anyelo Hernández.
Añadió que aunque los delitos más comunes en la zona solían ser hurtos, principalmente, a turistas, y el robo de vehículos, en los últimos tres años los homicidios han aumentado. Los atribuye, principalmente, al sicariato, vinculado a casos de drogas. Esta interpretación se basa en la observación de la forma de actuar y los indicios balísticos encontrados en escenas como la ocurrida el lunes.
La Policía Municipal tiene indicios de al menos tres estructuras que operan en la zona, algunas de ellas con la participación de colombianos y dominicanos.
Para evitar víctimas colaterales, están concentrando a los policías en las zonas de mayor aglomeración, buscando una respuesta rápida ante posibles tiroteos.
Sin embargo, este cuerpo policial, en funcionamiento desde 2008, cuenta solo con 26 oficiales divididos en tres turnos. Por esta razón, solicitarán a la Fuerza Pública que refuerce la zona, al menos durante la temporada alta del turismo, para prevenir más pérdidas de vidas.
A pesar de que Garabito tiene una población de 26.000 personas, en la temporada alta que suele comenzar en noviembre y extenderse hasta abril del siguiente año, la población flotante alcanza las 20.000 adicionales. El año pasado se registraron 730 denuncias por diversos delitos, y en lo que va de este año se cuentan 538. Sin embargo, al igual que en el resto del país, los homicidios no han disminuido, afectando la afluencia turística.
Ante la creciente inseguridad ciudadana, el aumento de homicidios, robos, venta de drogas y la falta de controles migratorios que impactan tanto a los habitantes como al turismo, se solicitó al Ministerio de Seguridad una visita hace más de un mes, la cual está programada para el 27 de este mes.