La Policía Judicial desarticuló este martes a una banda que robaba obras de arte en casas de lujo y luego las vendía en el extranjero.
Este grupo buscaba viviendas en comunidades de alto poder adquisitivo, lo que les permitió sustraer finos jarrones orientales, monedas y billetes de colección y decenas de pinturas de Rafa Fernández.
Al grupo se le atribuyen al menos 17 robos, las cuales ocurrieron en los últimos 16 meses en Belén, Curridabat, Lindora de Santa Ana y San Rafael de Escazú.
En cuatro operativos que se realizaron esta mañana, agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) detuvieron a tres hombres, quienes figuran como sospechosos de ser miembros de la organización.
Los aprehendidos son de apellidos Herrera Monge, de 39 años y quien sería el líder del grupo; Solano Chinchilla (37) y Rojas Moya (43). Según Pablo Calvo, jefe de la delegación regional de Heredia del OIJ, los tres tienen antecedentes por robo, robo agravado, fraude y portación ilegal de arma permitida.
Además, hay un cuarto sujeto que no pudo ser detenido ni identificado por las autoridades, pero que también habría participado en los hechos delictivos.
Los operativos que permitieron dar con los sujetos se realizaron en Hatillo 4, donde hubo dos despliegues judiciales, uno en la vivienda de Herrera y otro en un apartamento que era alquilado para almacenar las obras de arte que robaban; Tres Ríos de La Unión, donde se detuvo a Solano, y San Miguel de Desamparados, lugar en el que cayó Rojas.
Obra de gran valor
Los agentes judiciales decomisaron al menos 30 pinturas del artista Rafa Fernández, jarrones, estatuas y obras de arte orientales, todas con certificados de autenticidad; así como monedas y billetes de colección.
"Tenemos entendido que alias Charlie Sinaí (Herrera Monge) tiene los contactos necesarios en el mercado negro, tanto nacional como extranjero para colocar esas obras de arte, las cuales oscilan entre los $50.000 y $80.000, por lo que en realidad no es tan fácil colocarlas en el mercado nacional", explicó Calvo.
El jefe regional añadió que tienen el registro de algunas salidas del país de parte de Herrera, en apariencia para transacciones relacionadas con las obras de arte.
En el operativo también se incautaron de relojes de marca, bolsos de mujer, maletas, una escopeta calibre 12, dos pistolas 9 milímetros, un revólver calibre 38 y dinero en efectivo, entre lo que hay ¢10 millones, $5.000, 4.500 euros y una cantidad importante de yenes.
En tanto, también se decomisaron computadoras y celulares que servirán para el avance de la investigación.
Vigilancia previa
El grupo operaba bajo una estricta labor de inteligencia, la cual contemplaba que entre tres y cuatro días antes de cometer el atraco iban a las residenciales lujosos y vigilaban los movimientos de sus habitantes, regularmente empresarios o extranjeros. Luego seleccionaban una vivienda y, para ingresar a esta, abrían los portones con una herramienta especializada.
"Con la labor de inteligencia ellos lograban visualizar el poder adquisitivo de los dueños de la casa y por lo general ingresaban a estas entre las 7 p. m. y la medianoche. El día del robo llegaban una hora antes y un motorizado tocaba la puerta para constar si había alguien en la misma", manifestó Calvo.
Según la Policía, si los hombres encontraban a alguien dentro del inmueble, lo intimidaban con violencia para lograr su cometido.
Incluso, en uno de los asaltos uno de los propietarios se defendió con un arma de fuego, por lo cual hubo varios disparos con la escopeta calibre 12, la cual sería la misma que se decomisó en los allanamientos.
Mientras los hampones sustraían la mayor cantidad de objetos lujosos, un vehículo les esperaba afuera de las residencias. El carro que se utilizó en dos ocasiones fue ubicado este martes en la casa de Solano, en Tres Ríos. En otras oportunidades alquilaron vehículos.
Calvo mencionó que los tres hombres llevaban una vida bastante ostentosa e incluso Herrera competía en carreras oficiales de vehículos.