Una niña de tres meses de nacida fue localizada este martes muerta en el cauce de un río en la comunidad indígena de Las Rosas, en Salitre de Buenos Aires, Puntarenas. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó de que inicialmente el cuerpo de la bebé no presenta ningún golpe. El cuerpo fue trasladado a la Medicatura Forense en San Joaquín de Flores, en Heredia, para determinar la causa y forma de muerte.
El hallazgo del cuerpo se produjo horas después de que la madre de la niña, una mujer indígena de apellido Morales de 40 años, se presentara a la delegación del OIJ de Buenos Aires a denunciar la desaparición de su hija de tres meses de nacida. En su relato a las autoridades judiciales, la mujer que es vecina de Pérez Zeledón, dijo que el lunes fue a visitar a unos parientes en el cantón de Buenos Aires.
Cuando regresaba decidió pasar a una finca donde labora el papá de la menor. Ella se trasladó en un vehículo particular que la dejó cerca del sitio donde estaba el padre de la niña y ella debía hacer un recorrido a pie. Según dijo la mujer, en el camino un sujeto desconocido la interceptó, la amenazó y la golpeó con una piedra en la cabeza. El golpe presuntamente la dejó inconsciente durante algunos minutos y cuando despertó su hija no estaba.
La mujer dijo que acudió a una casa vecina donde contó lo ocurrido y esa familia llamó al Sistema de Emergencias 9-1-1. De inmediato oficiales de la Fuerza Pública, miembros de la Cruz Roja y voluntarios comenzaron la búsqueda, pero fue hasta este martes en la mañana que pudieron dar con la bebé fallecida. El OIJ informó de que se presume que el agua arrastró la niña aproximadamente un kilómetro.
Por el momento las autoridades se mantienen cautas sobre lo ocurrido, pues las investigaciones apenas comienzan y deben entrevistar a la madre para conocer otros pormenores de lo sucedido.
Este suceso conmovió otra vez al cantón de Buenos Aires, que en los últimos meses ha sido escenario de hechos violentos, como son lis constantes intentos de homicidio en la disputa por tierras en las regiones indígenas, así como el asesinato de seis personas el pasado 17 de octubre en un rancho en Llano Bonito de Brunka. Asimismo, se le debe sumar la extraña muerte de José Navarro Rojas de 64 años, que apareció muerto luego de que se quemara la casa donde se encontraba en la ribera del río Ángel, unos cinco kilómetros al norte de la comunidad de Santa Rosa, en el distrito de Brunka. Este lugar está aproximadamente a kilómetro y medio de donde ocurrió la masacre en Llano Bonito.
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