El proceso de extracción de ADN de los restos óseos y su posterior análisis es complejo. El estado en el que se encuentren, así como los factores externos a los que estuvieron expuestos influyen en el trabajo que realizan los expertos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
La doctora Eugenia Fernández, jefa de la Sección de Bioquímica del Complejo de Ciencias Forenses de la Policía Judicial, manifestó que no es lo mismo extraer el ADN de una muestra de sangre o saliva que hacerlo de un hueso.
Detalló que lo primero que ellos hacen es una pulverización especial en frío para conservar de la mejor manera el ácido desoxirribonucleico. Posteriormente, contó, se hace una separación de capas, con el objetivo de que otros componentes no dificulten los análisis futuros.
Para poder obtener muestras importantes, es necesario tener una cantidad buena de ADN, así como que la calidad del mismo sea buena.
El tipo de hueso influye, porque no es lo mismo analizar uno denso y poco poroso que otro con una condición totalmente distinta.
"Los restos óseos representan un reto para los laboratorios de genética forense porque la matriz, el tipo de material del que sacamos el ADN, es muy duro, entonces eso dificulta el proceso de extracción.
“Además, la muestra nunca es la ideal, ya que el resto óseo, por condiciones ambientales, de tiempo, de temperatura y de cómo lo encontremos afecta al análisis”, precisó Fernández.
La especialista dijo que al extraer el ADN lo que procede es evaluarlo y con ello, los especialistas pasan a la fase de amplificación, la cual permite hacer un montón de copias idénticas de las partes del ADN.
"Una vez que se hace esto, se separa con equipos especiales para obtener el perfil genético.
"Este perfil genético es el que se compara con las muestras de referencia, por ejemplo, de un ofendido, un imputado o de los familiares de una persona desaparecida.
“Posteriormente, se hace un análisis estadístico para ver el valor de probabilidad y la fuerza del perfil genético”, explicó la jerarca.
Aseguró que en Costa Rica el tiempo de análisis del ADN en un resto óseo tarda entre 60 y 75 días, tomando en cuenta que se trata de de una muestra complicada.
Destacó que es un tiempo de respuesta bastante considerable y “mejor que en otros laboratorios de primer mundo acreditados”, donde tardan hasta 116 días.
Ante esa circunstancia, la familia de Allison Pamela Bonilla Vásquez deberá esperar entre dos meses y dos meses y medio para saber si los huesos localizados en un botadero clandestino de San Jerónimo de Cachí, en Paraíso, Cartago, son de la muchacha.
Ella desapareció el 4 de marzo anterior cuando se dirigía a su casa, en la urbanización Florencio del Castillo, Ujarrás.
Casi seis meses después, el 3 de setiembre pasado, el principal sospechoso de la desaparición y el crimen, un agricultor de apellidos Sánchez Ureña, dijo en su declaración indagatoria que había violado y asesinado a la muchacha.
Asimismo, reconoció haberla lanzado al botadero en el que por más de tres semanas se buscó el cuerpo.
Empero, este lunes en una ampliación de su declaración, el sujeto se retractó y afirmó que todo lo dicho fue “bajo presión y tortura psicológica”.
Sin embargo, el abogado de la familia de Bonilla, Rodrigo Araya Solano, aseguró que el caso es sólido y que no existe duda de que Sánchez participó en los hechos.
¿Cómo se examina una prenda?
FUENTE: OIJ || INFOGRAFÍA/ LA NACIÓN.
Proceso de prendas y objetos
Además de los huesos que halló el OIJ, en el botadero un grupo de voluntarios encontró el domingo pasado una jacket, un zapato, una media y dentro de esta una uña.
Menos de 24 horas después, se localizó otro zapato y un trozo de tela de jeans, todo esto, al igual que los restos óseos, pasarán por un análisis.
John Vargas, jefe de la Sección de Biología Forense de la Policía Judicial, explicó que las prendas y objetos que son recolectados como evidencia también pasan por todo un análisis, con el fin de hallar una evidencia traza que permita una asociación con una víctima o un imputado.
"En este caso, con prendas de sitios abiertos en esta época que llueve mucho, usualmente es necesario hacer un proceso de secado.
"Para eso tenemos cámaras de secado especiales de uso forense, las cuales tienen un flujo de aire unidireccional que hace que la humedad de la prenda se elimine sin pérdidas ni arrastre de las partículas, que posteriormente vamos a buscar.
"Ese secado es necesario porque sino muchos de los análisis posteriores no se pueden realizar.
“Una vez que la prenda está seca la pasamos a nuestras salas de revisión en la Unidad Centralizada de Inspección de Indicios, donde se hace una búsqueda en primera instancia visual y con algún grado de magnificación, buscando las primeras trazas. Usualmente son elementos pilosos como cabello, fibras y algún otro tipo de partícula como restos botánicos o zoológicos”, detalló Vargas.
Posteriormente, las evidencias son inspeccionadas con lámparas de luz forense, a la par de luz alterna, sistema de luz polarizada que permite revelar fluidos biológicos como el semen, la saliva y además hacer revisiones y otro tipo de procedimientos para detectar restos de sangre.
Vargas dijo que para eso cuentan con una serie de pruebas, tanto presuntivas como confirmatorias, que permiten determinar con certeza si en las prendas u objetos encontrados se puede recuperar ADN para remitirlo a la Sección de Bioquímica del departamento y establecer relaciones con la víctima o el imputado.
“Con algunas prendas también se puede recuperar ADN de contacto, particularmente cuando queremos asociar una prenda con su dueño. Esto lo recuperamos en zonas de alto contacto, de alta fricción, donde se pueden localizar restos de células epiteliales que, eventualmente, pueden ser generadoras de ADN para poder asociarlo con su dueño”, concluyó.