Randal Garita Oviedo fue condenado a 35 años de cárcel por asesinar a su exnovia, Eva Morera Ulloa, el 1.° de noviembre del 2019, utilizando un arma de fuego que no podía portar.
Así lo decidieron las juezas del Tribunal Penal de Heredia, Katherine Chaves Alvarado, Maureen Sancho González y Laura Chinchilla Rojas, este martes por la mañana.
Para las juzgadoras no existe duda de la culpabilidad del hombre en el homicidio calificado y por ello le impusieron la pena máxima, de 35 años.
Además, también consideraron que el sujeto tenía un arma de fuego sin los respectivos permisos y por ello también le impusieron un año por ese delito.
En cuanto a la desobediencia, otro de los ilícitos acusados por la Fiscalía durante el debate, se concluyó que es responsable y se le impuso una pena de tres años.
Esa pena suma en total 39 años; sin embargo, por haber ocurrido todo en un mismo momento se reduce a 35.
Las juezas consideraron que en este caso hubo un ciclo de violencia sistemática, que comenzó cuando la fallecida tenía 13 años.
Agregaron que en este caso la Fuerza Pública tuvo una actuación correcta y que por ello no es de recibo el argumento de la defensa de que la escena fue contaminada.
“No existe ningún vicio de ilegalidad”, dijo la jueza Laura Chinchilla.
Durante las conclusiones, tanto el representante del Ministerio Público, Ronald Zúñiga Alvarado, como la abogada del Instituto Nacional de la Mujeres (Inamu), Amanda Segura Salazar, pidieron 42 años de prisión contra el sujeto.
El viernes anterior, Segura sostuvo que en este caso hubo alevosía en el crimen de la muchacha, quien tenía 19 años y era madre de un niño, hijo también del imputado.
“Nada justifica la muerte y en este caso queda claro que el imputado logró establecer un atrapamiento psicológico a la víctima, muestra de esto es que ella fue a su casa el día del homicidio”, mencionó la abogada querellante ese día.
Tanto ella como el fiscal destacaron que la relación entre Garita y Morera estuvo caracterizada por violencia de parte del hombre.
Por su parte, el defensor Francisco López Carmona buscó que su representado fuera condenado por un homicidio especialmente atenuado o simple y no calificado.
Asimismo, pidió un análisis de forma al considerar que el ingreso al apartamento de Garita por parte de la Fuerza Pública fue irregular.
Fuertes testimonios
El miércoles anterior, como parte de la prueba testimonial, declararon los papás de Eva Morera y su hermana, así como una amiga y una oficial de Fuerza Pública. Al día siguiente, fue el turno de funcionarios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Sus allegados describieron la relación entre la muchacha y el sospechoso, de 26 años, como un círculo de violencia constante.
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Alina Ulloa Hernández, madre de la muchacha, mencionó que la relación comenzó cuando su hija tenía 13 años y, pese a que ella no estuvo de acuerdo, se mantuvo por varios años.
Describió que las agresiones eran verbales y físicas y que incluso ella y su otra hija fueron insultadas en algún momento por el imputado.
“Él (Garita) no solo mató a Eva (Morera), mató a toda la familia (...).
“Es muy duro saber que ya no está (Eva), no poder hablarle, tocarla, abrazarla y, en especial, el saber que quedaba su hijo, ustedes no saben lo duro”, explicó la mujer, quien es educadora.