Un hombre de apellidos Varela Rojas, quien figura como sospechoso del asesinato del dirigente indígena del territorio de Térraba Yehry Helmut Rivera Rivera, reconoció que cometió el crimen en una actividad que se realiza como parte de la Mesa Técnica Interinstitucional para la atención de asuntos indígenas, en la que participan autoridades gubernamentales y representantes de todas las comunidades autóctonas.
La declaración del sujeto, quien afrontará un juicio por los hechos entre del 23 al 30 de enero del 2023, consta en una transmisión en vivo de la reunión, transmitida por Radio Cultural Buenos Aires desde la escuela Rogelio Fernández Güell, el miércoles 17 de agosto en la tarde.
“En la sala legislativa (Asamblea Legislativa) han hablado mucho del caso de Yehry Rivera, yo no sé si ustedes saben, yo fui el que lo maté y yo quiero que se den cuenta por qué lo maté (aplausos y gritos de los presentes). Les voy a enseñar este documento (se desconoce qué dice el mismo) para que vean que yo soy un indígena brunca, toda la vida he vivido en el territorio Térraba.
“¿Por qué pasó lo que pasó? Porque ese individuo iba con 13 sujetos a quemarme la casa a mí, con bombas molotov, por eso lo hice. Cuando llegó el hermano mío a ayudarme a defenderme lo agarró a cuchillo y yo llegué y le dije que lo soltara y él no lo soltó, se me vino encima y por eso tuve que hacer la acción que hice”, aseguró Varela en medio de aplausos y vítores de los presentes.
Las palabras del sujeto fueron dadas antes de que le preguntara a las autoridades de gobierno presentes cómo iban a hacer para arreglar los conflictos entre los mismos grupos indígenas dentro de los territorios, ya que según dijo, esa situación lo hizo marcharse a otro sitio. “La solución es que este gobierno no deje más que se invada una propiedad”, dijo el hombre, quien calificó de “feos” esos problemas.
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Después de que trascendiera este video, que también fue publicado por la organización Coordinadora de Lucha Sur Sur, el viceministro de Paz, Sergio Sevilla Pérez, dijo que “repudia cualquier hecho de violencia y no justifica ni comparte la posición de este ciudadano (Varela)”. Asimismo, afirmó que como la causa por el homicidio de Rivera está judicializada, hay una imposibilidad de actuar de parte suya y de los otros representantes de la Mesa.
“Debe quedar claro que no aceptamos ni toleramos la violencia (...). Lo más lamentable de esta situación y que merece el repudio no solo mío, sino de la Mesa y del gobierno, es precisamente que varias personas aplaudieron esa acción, aplaudieron a la persona que indicó que había matado a otra persona, esto no lo vamos a aceptar, para nosotros no es viable”, aseguró el jerarca, quien agregó que tiene conocimiento que la causa va para juicio y que el sujeto estaba con medidas cautelares.
Sevilla también destacó que los acuerdos que han alcanzado con las comunidades indígenas en los últimos días están basados en el respeto, en medio de un ambiente de diálogo y paz.
Por otra parte, la organización Coordinadora de Lucha Sur Sur manifestó este jueves en un comunicado de prensa que “lamentamos y condenamos estos actos y manifestaciones de racismo y odio, tan frecuentes en ciertos grupos del cantón de Buenos Aires y requerimos que las autoridades competentes toman las acciones necesarias para terminar con este racismo y violencia hacia los pueblos originarios”.
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La acusación
El 20 de octubre del año pasado, luego de la audiencia preliminar, el Juzgado Penal de Buenos Aires, Puntarenas, elevó a juicio la causa contra Varela, acusado de homicidio calificado, amenazas agravadas y portación ilícita de arma permitida dentro del expediente 20–000108–0990–PE.
Ese día, la Fiscalía Adjunta de Narcotráfico y Delitos Conexos explicó en un comunicado de prensa que “en medio de la muchedumbre, al menos tres personas no individualizadas sujetaron a Yehry Rivera y, aprovechando su estado de indefensión, un indígena de la etnia boruca utilizó un arma de fuego y le disparó en dos ocasiones al ofendido. Los proyectiles le impactaron en el dorso y en el brazo izquierdo y esas heridas que acabaron con su vida”.
El asesinato se remonta al 25 de febrero de 2020 en Mano de Tigre, poblado de la Reserva Indígena de Térraba. Según el Ministerio Público, ese día en horas de la noche al menos 40 personas se encontraban en la zona y algunas intentaron agredir al líder indígena. En medio de esa revuelta, sobrevino el homicidio de Rivera, de 45 años, quien fue auxiliado por una mujer que fue amenazada por el sospechoso.
Aunque al inicio de la investigación figuró como imputado un hermano de Varela, durante el proceso de recolección y análisis de pruebas por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía, “únicamente se logró vincular a un acusado”.