EscucharTres oficiales de tránsito fueron detenidos este jueves como sospechosos de cobrar dinero en efectivo o por vía Sinpe a los conductores, cuando eran detectados cometiendo infracciones en carretera.
Los aprehendidos responden a los apellidos Murillo Barquero, Obando Monge, Rodríguez Molina según informó la Fiscalía Adjunta de Probidad, Transparencia y Anticorrupción (FAPTA) y se les investigará por concusión. Este delito ocurre cuando un funcionario público, abusando de su calidad o de sus funciones, obligue o induzca a alguien a dar o prometer indebidamente, para sí o para un tercero, un bien o un beneficio patrimonial. Se pena con cárcel de dos a ocho años, según el artículo 355 del Código Penal.
El Organismo de Investigación Judicial agregó que los operativos se ejecutaron en las casas de los imputados y en la delegación de Tránsito, de Heredia. Al final de las acciones, se decomisaron teléfonos celulares, dinero en efectivo y documentos de interés para la pesquisa.
Los hechos que se investigan habrían ocurrido entre el 8 y 17 de enero, cuando, al parecer, Rodríguez Molina, Obando y Murillo realizaban un control de carretera en Belén, Heredia. “Se presume que los imputados tenían un plan, con el cual se aprovechaban de su función, para hacer señal de alto a los conductores de vehículos que hicieran un giro no permitido en esa zona”.
En apariencia, los tres antes mencionados pedían dinero en efectivo o por medio de la plataforma de Sinpe Móvil, a nombre de un cuarto hombre, de apellidos Rodríguez Vargas, a cambio de no multar a los conductores. Este último es familiar de uno de los tráficos y también fue detenido.
Todos quedaron a las órdenes de la FAPTA donde se les tomará declaración indagatoria y se analizará la posibilidad de solicitar medidas cautelares. La causa se sigue en el expediente 23-036735-0042-PE.
En diciembre del año pasado, Seis funcionarios públicos, cuatro de ellos oficiales de Tránsito, uno del Ministerio de Seguridad Pública (MSP) y otro de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), fueron arrestados en San Carlos, Alajuela, bajo sospecha de colaborar con una estructura criminal vinculada a Alejandro Arias Monge, alias Diablo.
Supuestamente, los agentes de carretera, identificados con los apellidos Bravo, López, Salas y Ulate, le brindaban protección al grupo delincuencial.
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