El homicidio de un hombre en celdas judiciales de Limón enojó al director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Wálter Espinoza, quien denunció hacinamiento e inacción por parte del Ministerio de Justicia.
Según el jerarca, el problema radica en que los jueces imponen penas de prisión preventiva, pero los sospechosos permanecen recluidos en los circuitos judiciales, por la falta de espacio en la cárcel para indiciados de San Sebastián.
"Las cárceles nuestras están previstas solo para recibir detenidos por periodos cortos, eso significa que es impensable que una persona esté bajo nuestra custodia por más de 24 o 48 horas, porque las celdas no permiten que las personas se ejerciten, que tengan acceso a luz, visitas médicas, de familiares y eso genera un problema", explicó Espinoza visiblemente enojado.
El jerarca destacó que estar aprehendido por mucho tiempo en las celdas judiciales generan estrés y reacciones violentas de parte de algunos privados de libertad.
Espinoza reclamó que, ante esta situación, el Ministerio de Justicia no acata las decisiones de los jueces y que el problema se ha hecho insostenible en los últimos 12 meses.
"No sé si no hay cárceles, si las que construyeron no son suficientes o tienen una tendencia distinta, porque al final nosotros lo que necesitamos es que si un juez dicta una sentencia o una prisión preventiva, se cumpla.
"El OIJ está realizando funciones del Poder Ejecutivo y eso puede provocar riñas y generar consecuencias de toda naturaleza, como eventuales muertes, violaciones y todo lo que podamos imaginar que tiene connotación negativa", manifestó Espinoza.
Agregó que el hacinamiento se está volviendo una bomba de tiempo y, que a pesar de presentar durante el 2018 al menos 44 recursos de habeas corpus, no han recibido una solución.
"Lo que queremos es que la Sala Constitucional obligue al Ministerio de Justicia a recibir a los detenidos", enfatizó el director judicial.
En la actualidad, el hacinamiento en el sistema penitenciario ronda el 30%.
Para Espinoza, la muerte de Jonathan López Brenes –quien ingresó a las celdas del OIJ de Limón el pasado 17 de febrero por cometer una agresión con arma de fuego, y murió en una riña este domingo– es solo un ejemplo de la problemática que viven actualmente y teme que se sobrepase la capacidad en las celdas.
"La capacidad instalada que tenemos es para cuidar personas en juicios, en audiencias, no para mantenerlos bajo contención física por dos o tres semanas mientras al Ministerio de Justicia se les ocurre recibirlos", recalcó.
El crimen
Espinoza detalló que el crimen de este domingo por la noche en Limón se dio por una riña cuyas causas se desconocen.
El fallecido, identificado como Jonathan López Brenes, tenía problemas psiquiátricos y murió a causa de varios golpes y una estrangulación.
Por su parte, el presunto agresor, de apellidos Aragón Castillo, estaba desde el 7 de febrero en esas celdas por desobediencia a la autoridad, por lo que el domingo del crimen cumplía 11 días en una pequeña celda temporal.
"Uno de los hombres involucrados en el homicidio en Limón estaba en las celdas desde el 7 de febrero. El caso es solo la punta del iceberg de este problema (...). En las celdas se genera estrés, no hay camas, ni ventilación, la luz no la podemos mantener encendida, no hay acceso a visitas, ejercicio o atención médica”, manifestó Espinoza.
El jerarca destacó que en las celdas de los circuitos judiciales los detenidos carecen de:
- Una alimentación adecuada.
- Duchas adecuadas.
- Áreas para hacer ejercicio.
- Espacios para visitas de médico y familiares.
- Buena iluminación y ventilación.
- Camas para dormir (la Policía entrega colchonetas durante las noches).
Justicia con saturación en cárceles
Marco Feoli, ministro de Justicia, salió al paso de las críticas y aseguró que Espinoza debería hacer ese señalamiento a lo interno del Poder Judicial, ya que son los juzgadores de Ejecución de la Pena quienes ordenaron el cierre técnico de 14 de los 17 centros penales que hay en Costa Rica.
"Eso nos deja sin margen de acción, porque no podemos ingresar reclusos ahí y las opciones comienzan a limitarse”, manifestó el jerarca.
Agregó que, a pesar de eso, los jueces penales envían "cada vez a más gente a prisión preventiva”.
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En tanto, Mariano Barrantes, director de Adaptación Social, reconoció que hay sobrepoblación tanto en cárceles del OIJ, como en el resto del sistema penitenciario y que, de momento, no hay una solución inmediata.
"Todos los centros penitenciarios se encuentran hacinados sobre su capacidad real y con órdenes de los juzgados de ejecución de la pena de no recibir más población privada libertad; entonces. el sistema penitenciario hace un esfuerzo importante para poder recibir a los que están ubicados en las celdas del OIJ", expresó Barrantes.
Alegó que, a partir de marzo, van a empezar a reubicar a los sentenciados en módulos donde haya más espacio, pero que de momento podría pensarse en reacondicionar las celdas judiciales para que la estancia de los detenidos sea más digna.
Según el funcionario, hace unos meses hubo una reunión en la que participaron representantes de Justicia, el OIJ y la Defensoría de los Habitantes, sin que hubiesen salido propuestas concretas para resolver el hacinamiento, por lo que espera que pronto se dé un nuevo acercamiento para debatir el tema.
Información actualizada a las 7:07 p. m. con datos del OIJ, detalles del Ministerio de Justicia y declaraciones del director de Adaptación Social.
Colaboró la periodista Katherine Chaves.