Debido a que representaban una amenaza para la seguridad del país, la Dirección de Inteligencia y Seguridad Nacional (DIS) había recomendado meses atrás la expulsión del libanés asesinado este lunes a plena luz del día en Escazú; así como de su hermano, quien fue detenido horas después cuando pretendía salir del país.
Según comunicó este martes la DIS, desde enero de este año sus investigadores habían presentado un informe a la Fiscalía de Crimen Organizado sobre las actividades irregulares que realizaban los foráneos Elías Akl (el fallecido) y su hermano Ziad Akl.
Paralelamente, se hizo una recomendación a las autoridades policiales para que los hombres fueran devueltos a su país de origen; no obstante, al cierre de esta nota no trascendió cuándo se hizo esta sugerencia y cuál fue la respuesta de los jerarcas notificados.
Consultado sobre este tema, Jorge Torres, subdirector de la DIS, explicó que este ente supervisor puede recomendar que los extranjeros sean devueltos inmediatamente a su país de origen si se logra verificar que cuentan con un perfil que podría considerarse una amenaza para la seguridad costarricense.
"Cuando vemos que una persona de estas ingresa al país y se podría convertir en una amenaza para la seguridad nacional, nosotros hacemos recomendaciones de devolverlos a su país de origen. Solo hacemos recomendaciones", reiteró Torres. Dicha recomendación "siempre" se hace a los diferentes cuerpos policiales, agregó.
Al respecto, el ministro de Seguridad Pública, Gustavo Mata, aseguró que desconocía esa recomendación de la DIS sobre los hermanos Akl.
Mata indicó que está a la espera de un reporte de la Dirección General de Migración y Extranjería sobre otros foráneos que están aquí y tienen antecentes en otros países y podrían ser sujetos a expulsión.
Esto porque la Ley General de Migración y Extranjería establece que pueden ser expulsados los extranjeros que hayan cumplido condena en el extranjero y cuando existen motivos "fundados para considerar que su ingreso compromete la seguridad pública".
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Matonismo y lujos
Elías Akl murió este lunes a eso de las 7:20 a. m. junto a su guardaespaldas, Ángel Amado Blanco Hidalgo, cuando los vehículos en que viajaban fueron atacados a balazos por un par de sicarios que los esperaban en las afueras del centro educativo Mount View School, en Guachipelín de Escazú.
Los asesinos aprovecharon que Akl iba a dejar a la escuela a su hija de seis años, quien resultó ilesa.
Al igual que los jerarcas de otros cuerpos policiales, Torres dijo no poder dar detalles sobre las presuntas actividades irregularidades de los hermanos Akl, por estar el caso en investigación.
No obstante, reconoció que rastrearon las actividades sospechosas a raíz de denuncias de algunos vecinos de Escazú, donde residía el fallecido, quienes se extrañaban por el estilo de vida de los hermanos, quienes acostumbraban utilizar vehículos lujosos y escoltas.
"El ciudadano costarricense no está acostumbrado a eso, a esa conducta de una persona que no parece ser un empresario, sino que parece una persona irregular en el país, con conductas de matonismo y de llamar la atención con carros lujosos y (de andar) fuertemente armados", enfatizó Torres.
El subdirector agregó que conocían de los antecedentes de los extranjeros a nivel internacional, pero al consultar a Interpol les indicaron que no tenían ninguna orden pendiente, ni eran requeridos por otras naciones.
Los hermanos Akl nacieron en Líbano y también adquirieron la nacionalidad canadiense, país de donde huyeron por problemas con la justicia.
Elías, de 44 años, ingresó por última vez a Costa Rica en febrero del 2011, procreó una niña con una costarricense y luego se casó con la madre de la menor, en agosto del año pasado.
Trascendió que en Escazú tenía un gimnasio, un café Internet y una oficina de bienes raíces.
Mientras tanto, su hermano Ziad salió del país el 4 de mayo anterior y luego no registró más ingresos. Sin embargo, el día del homicidio de su hermano fue capturado en el aeropuerto Juan Santamaría cuando pretendía viajar a Nueva York.
Ziad no tiene oficio conocido. Empero, este hombre de 43 años tiene pendientes varias causas con la justicia tica por los delitos de tentativa de homicidio, privación de libertad agravada, extorsión y violación de domicilio.
Proceso contra el fallecido
Según información del Ministerio Público, a Elías, quien era el objetivo de los sicarios, se le tramitó una causa en su contra por el delito de portación ilegal de arma permitida, en el 2013.
Debido a que admitió su responsabilidad y como se trata de un delito sancionado con pena no privativa de libertad, el caso terminó con una suspensión del proceso a prueba.
Para ello, el libanés tuvo que presentar ante el Tribunal un plan de reparación por el daño causado, el cual puede ser aprobado o rechazado. En este caso, obtuvo el aval respectivo, lo que significó que se dictara un sobreseimiento definitivo en marzo del 2016.
Además de las causas que tiene abiertas en nuestro país, medios extranjeros, como CBC News, de Canadá, informaron que los hermanos Akl eran buscados en esa nación por una violenta riña que ocasionaron en un bar en Laval, Quebec, en diciembre del 2009, donde atacaron un oficial de seguridad.
Nathalie Lorrain, vocera de la Policía de Laval, dijo en junio del 2014 al diario Boston Globe, que los hermanos Akl pretendían apoderarse del control de drogas en el negocio donde ocurrió la pelea.