Las dos mujeres asesinadas y cuyos cuerpos aparecieron el viernes en la noche en un guindo cerca del río Navarro, en calle Sanabria que pertenece a la comunidad de Navarro del Socorro de Dulce Nombre de Cartago, tienen entre 18 a 23 años.
El dato lo suministró el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) la mañana de este sábado en un boletín de prensa, según el cual aún no se tienen identidades.
Los cuerpos presentan varios impactos de proyectil de arma de fuego en la cara y en la cabeza. Se presume que esos balazos les provocaron la muerte de manera inmediata.
Ambas jóvenes son de cabello largo y lacio y de tez blanca.
Una de las fallecidas llevaba una blusa blanca de tela liviana, jeans azul y tenis negras. Además, tiene un tatuaje en el brazo izquierdo de un reloj y una rosa, mientras que la pierna derecha, tiene otro con rostro de una mujer y una rosa.
La otra víctima llevaba puesto un vestido negro, un suéter largo cardigan (abierto al frente) y tenis de colores. Ella tenía un tatuaje en el abdomen con el nombre de “Adriana” y uno en el brazo izquierdo con dos rosas y un diseño tribal.
Aviso de vecinos
La alerta sobre este caso se dio mediante una llamada al Sistema de Emergencias 9-1-1, que se recibió el viernes a las 7:29 p.m., en la cual vecinos dieron cuenta sobre una balacera. Asimismo, afirmaron haber visto un vehículo del cual lanzaron algo a un predio solitario.
Fueron lugareños, quienes pidieron que se proteja su identidad, quienes identificaron el sitio donde quedaron los cuerpos, en un lugar conocido como Calle Sanabria.
Uno de ellos relató que eran aproximadamente las 8 p.m. del viernes, cuando estaba viendo televisión y escuchó unos seis disparos. Las detonaciones, dijo, se oyeron como si se dieran en un sitio cercano por lo que salió a ver qué sucedía.
En ese momento, narró, pudo apreciar a dos sujetos que lanzaban algo a un lado de la vía. Se montaron al automóvil, color gris, y salieron en reversa.
Los sospechosos se devolvieron unos 500 metros, por el camino angosto que nace en un cruce de la carretera que comunica Paraíso con Orosi y sigue hasta detrás del Campo Ayala, en Paraíso.
Otro residente de la zona relató que llegó al sitio con otro allegado para ver qué era lo que habían dejado en el lugar y fue entonces cuando con la luz de un foco lograron divisar de que se trataba del cuerpo de una mujer.
Cuando oficiales de la Fuerza Pública y socorristas de la Cruz Roja llegaron al sitio determinaron que eran dos las víctimas, las cuales fueron dejadas en un pequeño guindo a unos cinco metros de la calle. Estaban a un metro de distancia uno del otro.
Se presume que la maleza impidió que los cuerpos rodaran hacia el río que podría estar a unos 30 metros de la calle.
En criterio de los vecinos, las mujeres fueron asesinadas en el lugar, que es bastante oscuro, pues aunque hay postes del tendido eléctrico, los bombillos de iluminación están quemados.
Ambos cuerpos fueron trasladados a la Morgue Judicial.
Para el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) lo más importante en este momento es identificar a las fallecidas. Por esa razón, pide a la población suministrar cualquier información sobre el caso al teléfono 800-8000645 o al Whatsapp 8800-0645 del Centro de Información Confidencial.
Casos relacionados
El asesinato de estas dos mujeres se presenta en un momento en que existe mucha tensión por la violencia en perjuicio de mujeres jóvenes.
Precisamente, en Ujarrás de Cartago (cerca de donde ocurrió este doble crimen), se dio la desaparición de Allison Pamela Bonilla Vásquez, de 18 años. El rastro de ella se perdió la noche del 4 de marzo cuando regresaba a su casa en esa comunidad.
La joven había abordado un autobús en Cachí, se bajó en la parada que está frente a Agro Ujarrás, desde la cual debía caminar 1,6 kilómetros por un camino oscuro y solitario. Nunca llegó a su destino.
El pasado 1.°de julio, Rodrigo Araya, abogado de la familia de la desaparecida, dijo que el caso está resuelto, que tienen identificada a la persona que se llevó a Allison. No obstante, la muchacha sigue sin aparecer.
“Las personas responsables forman parte de un círculo de conocidos o de amigos de la víctima. La persona responsable y sus eventuales cómplices son sujetos de la zona, se aprovecharon de la circunstancia de que ella transitaba sola para interceptarla y llevársela”, agregó.
Asimismo, esta el caso de Luany Valeria Salazar, de 23 años, cuyo cuerpo apuñalado apareció enterrado el 15 de junio en una casa en La Unión de Cartago.
La última vez que la familia la vio con vida fue el martes 9 de junio cuando salió de su vivienda, en Linda Vista de Río Azul de La Unión, pero no fue hasta el jueves 11 de junio que alertaron a la Policía sobre la situación.
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Por el homicidio de Luany, la Fiscalía maneja como único sospechoso a un hombre, de apellido Mejía, conocido con el alias Hippie, luego de que el cadáver apareciera en la casa en la que él vivía. Este sujeto descuenta seis meses de prisión preventiva.
La familia de la fallecida criticó al OIJ porque no actuó de manera oportuna en este caso, situación que generó que Walter Espinoza, director del OIJ, fuera llamado a una comisión legislativa, donde trascendieron detalles íntimos sobre la vida de la víctima.
Noticia actualizada a las 10:25 a.m con información del OIJ