Costa Rica se enrumba, este 2022, a rebasar una estadística nefasta. La cifra de homicidios será histórica y superará, sin duda, los 603 asesinatos registrados en el 2017. A la fecha, el país suma 590 crímenes, cuando faltan 27 días para que concluya el calendario.
La Policía administrativa y los especialistas del Organismo de Investigación Judicial vienen advirtiendo sobre el deterioro social y de la escalada de violencia desde el primer semestre. El 16 de junio, en la Comisión de Seguridad y Narcotráfico de la Asamblea Legislativa, el entonces director de la Policía Judicial, Walter Espinoza Espinoza (Q.d.D.g.) alertaba de que el país cerraría con 605 asesinatos, aproximadamente.
“Hemos visto quemados, decapitados, personas a las que le han sacado los ojos en vida y luego son asesinados, uno podría pensar que es un aspecto fenomenológico, pero esto revela que el país tiene una situación de problema”, afirmó Espinoza, al tiempo que mostró a los congresistas unas imágenes de un suceso en el cual los médicos forenses tuvieron que atar cabos para determinar cuántas víctimas eran.
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Hoy, cuando la proyección está a punto de convertirse en realidad, los especialistas vuelven la mirada a las posibles causas: entre ellas, que la mitad de los asesinatos están asociados a ajustes de cuentas, lo que revela que el crimen organizado y el narcotráfico tienen la principal cuota de responsabilidad en este asunto. Además, la migración de clanes del narco a provincias periféricas ha favorecido, probablemente, que en Guanacaste hayan ocurrido 20 homicidios más que el año pasado y que Alajuela, Limón y San José superen el centenar de asesinatos. Algo que, por ejemplo, nunca había ocurrido en Alajuela.
La estadística empujará hacia arriba la tasa de homicidios, uno de los principales indicadores usado internacionalmente para muchos efectos como el turismo, la inversión extranjera y otras fuentes de desarrollo, donde se prefieren países cuya tasa sea igual o inferior a 10 por cada 100.000 habitantes; en nuestro país ronda el 11,4. Puntarenas tiene una tasa de 20,8 y Limón de 33, la más alta del país.
“La tasa de la provincia supera incluso a México, a Guatemala, a Honduras y a El Salvador. En nuestro continente, solo es superada por Jamaica y por Venezuela, y eso significa que el abordaje que hay que hacer en Limón es urgente y es necesario”, había reiterado en octubre pasado Wálter Espinoza.
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Esta semana, en entrevista con La Nación, el actual subdirector del OIJ y exministro de Seguridad, Michael Soto, reconoce que esta situación enciende todas las luces de alerta, pues muestra el deterioro que afronta la sociedad. Esta situación ha llevado a reuniones entre cuerpos policiales y entidades que tienen que ver con la seguridad del país, que se muestran muy preocupadas por lo que ocurre y buscan las estrategias, en lo que a ellas compete, para contrarrestar de mejor manera ese flagelo.
– ¿Cómo ve la posibilidad de que este año nuestro país supere el récord histórico de homicidios?
– Tenemos 585 homicidios (al 30 de noviembre) estamos a tres de superar la cifra del año anterior (588). Como falta diciembre, es casi un hecho, lamentable y muy triste que este 2022 superemos los 603 que hubo en el 2017. Es probable que estemos en el año más violento de la historia en cuanto a homicidios y eso nos afecta a todos, principalmente a los que tenemos que ver con seguridad y al aparato judicial.
“También hay que ser consciente de que, con las limitaciones de recursos que tienen los cuerpos de policía y nosotros como Policía Judicial, jueces y fiscales, se hace todo lo que se puede. Se requieren más recursos y de eso hablamos hace muchos años, pero tenemos que tener siempre la convicción de que hacemos las cosas por el país, aunque sea difícil, complejo y con escasez, porque si no lo hacemos los de Seguridad, quién lo va a hacer. Seguiremos luchando por el bien del país aún con todas esas limitaciones”.
¿Qué ha disparado esta criminalidad?
– Sin duda alguna los ajustes de cuentas y venganzas. La pugna entre grupos criminales por territorios para venta de droga, pero también por líos en lo interno de las mismas organizaciones o rencillas con bandas rivales. Eso representa el 55% de los casos.
“Hay un fenómeno mundial que también incide, como lo es la falta de empleo, economías deterioradas y falta de oportunidades, lo que incide en que muchos busquen meterse en actividades criminales como el narcomenudeo, que desencadena en violencia.
“Otros delitos ocurren en lugares que se muestran deteriorados y propician la violencia general. Se le llama la teoría de las ventanas rotas, de ahí la importancia de recuperar y adecentar los espacios públicos, zonas verdes y otros”.
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– ¿Aparte del narcotráfico, qué delito genera más homicidios?
– El porcentaje es menor en otras áreas, el año pasado fueron 61 muertes en asaltos, delitos sexuales y otros, también hubo siete muertes colaterales, es decir, personas que quedaron en medio de tiroteos o que fueron asesinadas sin ser el objetivo específico.
“En estos casos es muy doloroso porque hablamos de víctimas inocentes, personas que para defender un bien, como ocurrió el viernes 25 de noviembre en el caso del colegial de Gravilias (Luis Enrique Méndez), quien fue asesinado de un disparo cuando defendió el robo del celular a una compañera.
“Estadísticamente, estos sucesos no son los más preponderantes, pero son de los más lamentables.
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“La mayoría de asaltos transcurren sin que los delincuentes accionen armas. Hasta el 29 de noviembre de este año el OIJ recibió 7.546 denuncias por asalto, casi la mitad de ellas en San José. Se tienen casos donde mueren los delincuentes, cuando las víctimas o personas que están cerca reaccionan, pero no es lo recomendable.
“También analizamos lo que ocurre en el ámbito de la violencia intrafamiliar, donde el año pasado hubo 18 muertes”.
– ¿Alajuela llega a cifras nunca vistas, qué podemos decirles?
– Creo que más que hablarles a los alajuelenses tenemos que hablarle al país, porque también está el caso de Limón que nunca habían superado en asesinatos a San José, lo hicieron el año pasado y en estos once meses también ya lo rebasan por unos 40 homicidios. Ello se debe a que San José ha logrado una reducción importante en los últimos cinco años, mientras en Limón ocurre lo contrario.
“En Guanacaste este año también se rebasa por mucho los homicidios del año pasado y en el caso de Puntarenas estamos a punto de igualar al año anterior.
“Siendo congruentes, tenemos un problema de violencia, un problema de tráfico local de drogas como principal disparador de la inseguridad. Hay que recordar que la Policía hace un trabajo de contención, pero las causas son múltiples, pues tiene que ver también con el desempleo, la situación económica, la falta de oportunidades y la educación. Para solucionar esto deben plantearse estrategias que involucren a todos para pensar en los más jóvenes y generarles cultura, deporte, música y otras con el fin de vencer la teoría de las ventanas rotas y crear un entorno más agradable que a mediano plazo cambie la situación de este momento”.
– ¿Todavía se ordenan homicidios desde la cárcel ?
– A lo largo de la historia hemos tenido a líderes de organizaciones que desde prisión manejan su banda. Es un hecho real y contundente. Una medida paliativa era el bloqueo de señal celular desde los centros penitenciarios, para impedir a los delincuentes comunicarse con sus estructuras y así impedir esas órdenes de generar violencia. Lamentablemente, vemos que sigue ocurriendo.
– ¿Qué opina de que sentenciados por crimen organizado anden con tobillera ?
– No tengo mucha información sobre a quiénes se les ha permitido el uso de tobillera, pero creo que en cuestiones de narcotráfico, homicidios o delitos sexuales, no sería conveniente que se diera ese beneficio. Entiendo que los jueces actúan bajo los parámetros que establece la ley.
– ¿Porqué es importante mantener una tasa baja de homicidios?
– Tradicionalmente la violencia de un país se mide por su tasa de homicidios. Mantener una tasa baja tiene que ver con la imagen internacional. Ese indicador se revisa por parte de las empresas para ver cuán seguro es el lugar para los inversionistas y viajeros.
Asesinatos de últimos 5 años van en alzada
El año pasado Limón superó por primera vez a San José en cantidad de homicidios
FUENTE: OIJ || INFOGRAFIA / LA NACIÓN.