Stephen Paul Sandusky, de 61 años, el estadounidense asesinado junto con otras cinco personas en una finca de su propiedad en Llano Bonito del distrito Brunka de Buenos Aires, Puntarenas, era un pensionado que invirtió en un restaurante en Dominical, y luego se dedicó a la cría de ganado y últimamente a la producción de café. Divorciado y padre de dos hijos que habitan en Estados Unidos, Sandusky llegó a nuestro país a finales de los noventa y figura como una de las muchas víctimas de una estafa millonaria atribuida a Osvaldo Villalobos Camacho, cuyas empresas Ofinter y The Brothers, atraían a inversionistas al prometerles el pago de jugosos intereses.
Sandusky tenía la condición migratoria de residente permanente. Aparece como dueño de un Isuzu Trooper modelo 1996 que está valorado en ¢1,8 millones y de un Toyota Hilux SR5, modelo 1993 estimado en ¢1,5 millones. Además, era el presidente de tres sociedades, debidamente inscritas en el Registro Nacional, una de ella en la cual están como socios sus dos hijos, tiene dos fincas en el distrito de Volcán del cantón de Buenos Aires, que miden 104 hectáreas. Ambas incluso fueron hipotecadas en $200.000 (¢132 millones) hace cuatro meses.
En cuanto a lo que se pudo localizar de Stephen Sandusky, se tiene que fue uno de 6.200 afectados con la estafa propiciada por medio de las empresas Ofinter y The Brothers que se descubrió en el 2002. El monto que perdieron los inversionistas fue millonario. Al final, según la sentencia de la Sala Tercera del 23 de mayo del 2008 y que consta en el expediente 06-200486-0634-PE, se devolvieron $20 millones que era lo que tenían las empresas en cuentas bancarias. A Sandusky le devolvieron $140.000, según consta en esa resolución.
Este hombre, que llegó a la zona de Pérez Zeledón, Buenos Aires y Osa en el año 2000, tuvo un restaurante en Dominical de Osa, el cual cerró entre el 2004 o 2005. En sentencias judiciales constan reclamos que le hicieron algunos empleados por el pago de cesantía y aguinaldos. En los procesos, Sandusky alegó que había despedido a los trabajadores porque le sustrajeron bienes y que por ello había presentado una denuncia que se tramitó en el expediente 04-000587-219-PE, del cual no fue posible conocer en qué terminó.
Luego decidió comprar la propiedad en Llano Bonito de Buenos Aires porque quería estar tranquilo y para vivir en paz, dijo este lunes el abogado Jorge Enrique Infante, que lo representó de manera legal en varios trámites judiciales. “Era una persona muy noble, buena y dadivosa. A mí me dijo que quería aprender a hacer agricultura y por eso compraba la finca. Empezó con ganado y luego me di cuenta que tenía un pequeño beneficio. Hace años dejé de tener esa relación profesional pero hace como un año me lo encontré en un supermercado y estuvimos hablando. Sí me dijo que le robaban mucho”.
Precisamente, en agosto del 2006, el guarda de la propiedad que Stephen Sandusky tenía en Llano Bonito fue asesinado de un disparo que le propinó un expolicía de apellido Saldaña. Según se extrae del proceso judicial que se tramitó en el expediente 06-200486-0634-PE, el estadounidense figuró como testigo en ese proceso, pues el fallecido Édgar Humberto Rojas Blanco lo llamó por teléfono para decirle que se había ocultado en un cañal porque Saldaña lo había amenazado con dispararle. Con anterioridad, Rojas había denunciado a Saldaña en la Fiscalía de Buenos Aires por el hurto de láminas de zinc y de perling. Saldaña fue condenado el 26 de noviembre del 2006 a 12 años de prisión por homicidio simple.
Otras personas, en redes sociales, también dijeron que el estadounidense era una buena persona, que pasaba mucho tiempo en su finca, que está en una zona bastante aislada y a la cual solamente se puede llegar en un vehículo doble tracción, pues hay que pasar algunos pequeños riachuelos y el camino es de lastre.
Periodista de la Sección de Sucesos y Judiciales. Bachiller en Periodismo de la Universidad Internacional de Las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana.
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