Enero cerró con 77 homicidios. Y febrero, cuando solo falta un día para terminar el mes, acumula 65 asesinatos. En promedio, se trata de 2,4 muertes homicidas diarias, lo que implicaría que el año cerraría con 894 casos, según las proyecciones del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Si se alcanzan esos valores, sería un crecimiento del 36% con respecto a los 657 asesinatos del 2022, cuando se alcanzó la cifra más alta en un año desde que se tienen registros en el país.
Randall Zúñiga, director a. i. de la Policía Judicial elevó la voz este lunes sobre esta realidad, al presentar la Memoria Anual 2022.
El jerarca llamó a las autoridades a otorgar los recursos presupuestarios adecuados a los cuerpos de seguridad, como una de las medidas urgentes para evitar que en nuestro país ocurra lo que vivió Ecuador, que elevó en cuestión de dos años su tasa histórica de homicidios desde 7 por cada 100.000 habitantes a 26 por cada 100.000 habitantes.
El jefe policial informó que los análisis a lo interno del OIJ muestran una proyección cercana a los 900 homicidios a fin de año, por eso llamó a aplanar esa curva de crecimiento para que no se haga exponencial, porque de ser así, en el 2024 estemos hablando de 1.200 homicidios.
A manera de ejemplo, explicó que la Fuerza Pública urge de 2.000 efectivos más para atender la criminalidad y eso es parte de lo que urge para contrarrestar el pico de homicidios que se observa desde octubre del año pasado, pues antes de ese mes las cifras variaban entre 40 y 50 casos mensuales, pero ahora promedian los 70.
Otras estrategias que ya comenzaron los cuerpos policiales consisten en dotar de más personal en las zonas calientes, así como detectar y golpear las estructuras, pero eso no va a parar la cantidad de homicidios.
“Es muy importante que el Estado vuelva los ojos a la Seguridad, que según una encuesta de Borge y Asociados de la semana pasada, es la primera preocupación de los ciudadanos”, dijo.
En Limón, durante los últimos siete años, aumentó un 74% la cantidad de homicidios, al pasar de 97 casos en el 2016 a 169 el año pasado.
Puntarenas pasó de 45 en el 2016 a 111 el año pasado, de modo que en esa provincia porteña el aumento fue de 141%, es decir el crecimiento más alto del país en ese periodo.
Zúñiga afirmó que, por el contrario, San José es un ejemplo de que las cosas se pueden revertirse, pues pasó de 258 casos en el 2016 hasta 118 el año pasado, es decir decreció esa criminalidad en un 54%.
Entre muchos factores que inciden en el gran aumento general de homicidios que se nota últimamente, Zúñiga indicó que en gran parte del país tenemos luchas de poder de grandes estructuras narco, pues al desarticular grupos grandes, surgen fragmentaciones con cabecillas que intentan dominar el mercado.
También citó que en los últimos tres años la marihuana de Colombia invade el país y eso también genera luchas internas por la venta, ya que es más barata y de calidad similar a la tradicional jamaiquina, de modo que surge una expansión y disputas por mercados.
Hasta este lunes, ya las siete provincias del país presentan más homicidios que en igual periodo del año anterior. San José encabeza la estadística con 36 asesinatos, 8 más con respecto al mismo periodo del 2022. Le sigue Limón, con 35 crímenes, 6 más en relación con el año pasado.
La provincia con los datos más bajos es Cartago con 8 homicidios en dos meses; no obstante, duplica los valores que registraba en el mismo lapso del 2022.