María Teresa Sancho Luna, de 47 años, trabajó la mayor parte de su vida en lugares de ayuda a personas en condición de vulnerabilidad, como hospicios de huérfanos y albergues, actualmente estaba en uno donde se atiende a mujeres con problemas de adicción a las drogas, en San José. Hace unos años, en esas labores, acompañó a una amistad a una visita en La Reforma, en San Rafael de Alajuela, donde conoció al sujeto de apellidos López Cuadra, que hoy es el principal sospechoso de asesinarla.
El cuerpo de María Teresa fue localizado este lunes en una vivienda alquilada en La Cecilia de Turrialba, a donde se había ido a vivir con ese hombre hace un mes. Tenía heridas de arma blanca, pues al parecer interpuso sus brazos para defenderse. También se le observaron marcas en su cuello de lo que parece ser una asfixia, según los primeros informes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Hannia Luna Santana, prima hermana de la víctima, afirmó que la mujer había tenido que irse a alquilar esa casa por problemas que tuvo principalmente con la mamá, debido a que no aceptaba la relación que tenía con López. “La última vez que la vi fue hace como 15 días, ella solía pasar a saludarme. Me estaba contando que había tenido un problema con mi tía, porque no le aceptaba al muchacho y por eso se había tenido que ir a vivir a ese lugar. La familia sabía que Erick había matado a alguien (purgó una condena por homicidio) y por esa situación, mi tía no lo quería”, dijo.
LEA MÁS: Cacería de Fuerza Pública y OIJ permitió captura de sospechoso de asesinar a mujer en Turrialba
Recordó que María Teresa amaba a sus sobrinos. Ella era la mayor de cuatro hermanos, los cuales también la habían aconsejado sobre el riesgo de la relación con López, de 36 años y origen nicaragüense.
Hannia, quien labora en una tienda en el centro de Turrialba, explicó que su prima tiempo atrás le presentó al exconvicto como su pareja sentimental. La impresión que le causó fue normal, pues dice que parecía ser un hombre humilde, que no hablaba mucho.
Según dijo, María Teresa le había dicho la última vez que si en algún momento ella ocupaba algo se lo iba a pedir personalmente y no a través de su pareja. Enfatizó en que nunca le diera nada a él. No le comentó que tuviera problemas con su pareja. Le dijo que estaba tratando de llevar bien la relación e incluso, como él no trabajaba, le ayudaba en las labores de la casa, tales como lavar la ropa, limpiar y preparar los alimentos.
Añadió que María Teresa interpretaba el problema con su familia como un capricho, aduciendo que no querían verla feliz. Al ver lo ocurrido, Hannia dice que es un golpe que no se esperaba y le toma por sorpresa. “Vemos en las noticias casos de feminicidios y uno lamenta que mujeres se junten con personas que tienen esos antecedentes, pero ahora que lo vivo en carne propia, me pregunto cómo mi prima, sabiendo lo que era, andaba con un hombre así. “No sé cómo la mente humana puede manipular a una mujer de esa manera”, acotó.
La víctima en este caso era soltera y sin hijos. Viajaba cada dos días de Turrialba a San José para trabajar, pues por cada dos días laborados, tenía dos libres. Desde que terminó sus estudios escolares dejó las aulas para empezar su vida laboral.
Gerardo Luna, tío de de la fallecida, dice que recuerda a María Teresa como una mujer muy reservada y buena. “Hay malas decisiones que se toman a veces en la vida. En la familia teníamos miedo de que ese hombre le hiciera daño”, dijo al referirse a la relación con López Cuadra.
Indicó que la casa en que vivían era una de las que tenía en alquiler Virginia León Aguilar, de 69 años, la adulta mayor que falleció el 20 de octubre en un incendio ocurrido en ese mismo barrio. Sin embargo se trata de hechos aislados, que por ahora no tienen relación entre sí, según el OIJ. La pareja tenía poco más de un mes de vivir en la casa que alquilaban en La Cecilia.
Estuvo en máxima seguridad
El sospechoso fue capturado al mediodía de este miércoles en la vía pública, a un kilómetro del Hospital William Allen, y a menos de tres kilómetros de la casa donde ocurrió el asesinato. Iba con una caja en la que portaba un foco, una cuchilla y otras herramientas, así como las llaves de la vivienda. Al momento de su captura fue esposado y le colocaron cadenas en los tobillos antes de ponerlo a las órdenes del Ministerio Público, donde se determinará su situación jurídica. La huida le duró menos de 20 horas.
López descontó una pena de ocho años de cárcel por homicidio simple, tentativa de homicidio y amenazas agravadas cometidas en el 2015. Por esos delitos estuvo en máxima seguridad de La Reforma desde el 2016 hasta el 2021. Cuando apenas comenzaba a descontar esa condena conoció a María Teresa y luego formalizaron la relación sentimental.
El 2 de setiembre de este año, una vez que cumplió la pena, por tratarse de una persona indocumentada, fue entregado a las órdenes de la Dirección General de Migración y Extranjería. Esa entidad lo deportó hacia Nicaragua dos días después, con impedimento de entrada a nuestro país. Sin embargo, de manera ilegal, el sujeto ingresó nuevamente y este 27 de octubre fue detenido como sospechoso del homicidio.
En cuanto a María Teresa, se desconoce si por presiones del mismo sujeto o por qué razón, fue sentenciada a ocho años por intentar llevar droga a la cárcel. Una resolución de la Sala Tercera de la Corte, emitida el 18 de agosto del 2017, declaró inadmisible un recurso de casación que la abogada defensora de María Teresa presentó contra la sentencia N.° 2017-0593, del 19 de mayo de 2017, donde se castigó a la mujer por el delito de posesión de drogas para el tráfico. La sentencia recomendó a su vez el indulto o perdón de la ofendida.
Así las cosas, ella fue sorprendida y sentenciada a por intentar llevar droga en una visita a La Reforma, la cual se introducía en sus partes íntimas para tratar de evadir los controles. Por esa situación incluso tuvo que ser atendida en el Hospital San Juan de Dios, debido a “la grave afectación a su salud provocada por el envoltorio que se introdujo”, dice la resolución.
Historia parecida
El 26 de octubre del 2018 hubo un caso similar al de este martes, cuando Esperanza Fallas Romero, de 29 años, sacó de las calles a un drogadicto con el que luego entabló una relación amorosa que terminó cuando el sujeto la asfixió. El adicto resultó ser el exfutbolista de alto rendimiento del Municipal Pérez Zeledón, Ezequiel Abarca Duarte, de 27 años, quien en octubre del 2020 fue condenado a 26 años de cárcel por el Tribunal Penal de Pérez Zeledón.