La familia de María José Castro Miranda, de 33 años, víctima colateral de la balacera ocurrida el pasado domingo en el bar Cahuita Town, ubicado en Barrio Luján, San José, hizo un llamado urgente a las autoridades y al Gobierno para que atiendan la creciente crisis de inseguridad en Costa Rica.
La pesquisa policial apuntó a que el objetivo del tiroteo era Jerson Brown Blackwood, de 48 años, quien trabajaba como DJ esa noche en el establecimiento y murió en el lugar tras recibir la mayoría de los impactos. Las autoridades judiciales levantaron al menos 100 indicios balísticos, lo que evidencia la agresividad de los gatilleros.
En cambio, María José era solo una clienta en el local y una víctima inocente. El ataque también dejó varios heridos, entre ellos el esposo de Castro, Edwin Montoya, de 38 años; una mujer de apellido Golden, de 53 años; y dos hombres de apellido Castro, ambos de 36 años.
En una pequeña carta y en declaraciones a La Nación, Andrea Castro, hermana de María José, expresó su deseo de justicia y manifestó su preocupación por la falta de acciones de los tres poderes de la República para contener la ola de violencia que aqueja al país, que suma 611 homicidios en lo que llevamos del año.
En su carta, Andrea Castro manifestó con contundencia:
“Señor Presidente y señor ministro de Seguridad, Mario Zamora, Poder Judicial y Poder Ejecutivo, NO SE ESTÁN MATANDO ENTRE ELLOS, están matando a personas inocentes, esto merece que los tres poderes de la República coloquen su mirada en el problema de la inseguridad.
“Hoy, las familias que hemos sido afectadas por esta inseguridad los llamamos a actuar, no nos dejen solos, hagamos algo por las familias de este país, hagamos algo por Costa Rica.
“Esperamos que ninguna familia de Costa Rica tenga que llorar la pérdida de otra vida inocente y esperamos un actuar pronto por parte de ustedes.”
Desde una sala de velación en San José, Andrea relató que escribió esas palabras el martes, mientras esperaba el cuerpo de su hermana en la Morgue Judicial.
“Nace del sentir de que casi no se ha hecho nada en el país, en este momento, por el tema de seguridad de los costarricenses, más que todo, específicamente el tema de los sicarios, que andan ajusticiando”, explicó.
“Como lo dije en la carta, no solamente se están matando entre ellos, no, también hay vidas de inocentes que ellos están cobrando, como la de mi hermana”, aseguró.
En sus declaraciones ella reitera que los delincuentes no solo se matan entre ellos y así hace referencia a anteriores declaraciones del presidente de la República, Rodrigo Chaves. Uno de esos pronunciamientos tuvo lugar en el pódcast Voces del Gobierno, estrenado por Casa Presidencial el 16 de febrero. En esa ocasión, el presidente afirmó:
“La gente dice: ‘Homicidios’. Sí son homicidios, pero hay que entender que esos muertos son bajas de dos ejércitos, tres ejércitos, cuatro ejércitos, que son las bandas criminales y sus soldados sicarios. Entre ellos se están matando. Eso no lo hace aceptable; igual, la sociedad tiene que intervenir para evitar la pérdida de esas vidas jóvenes y evitar que esa guerra se nos vaya a salir de control”.
Además, el 31 de agosto de 2023, durante una conferencia de prensa, el presidente comentó que algunas personas le dijeron que no se preocupara por la criminalidad, ya que “eso es entre ellos que se matan”. Chaves respondió:
“¿Y saben qué? Sí es cierto. Pero nosotros nos preocupamos, no solo por los que matan, sino por los que dejan detrás, no solo por los que se metieron en malos pasos, pero para asegurarnos que haya opciones reales para que no se tengan que meter en malos pasos”.
Esta criminalidad mató a María José, quien era vecina de San Rafael Arriba de Desamparados, y dejó huérfanas a dos niñas, una de 3 años y otra de 12. Además de un esposo, padres y hermanas, quienes quedaron devastados por la tragedia.
Andrea añadió: “Necesito que el presidente y el ministro de Seguridad escuchen esta súplica, de que por favor, por favor, hagan algo. Esto no puede seguirle pasando a las familias de Costa Rica”.
Hijas en negación
La mujer compartió que las hijas de María José y su pareja Edwin, siguen en negación por la muerte de su madre.
La pequeña, de 3 años, no comprende por qué su mamá ya no está en casa y espera que regrese para jugar. La hija mayor, por su parte, no acepta ni cree que su madre esté muerta. “Todavía está en negación”, explicó la tía.
A pesar de que María José no solía seguir las noticias, Andrea sí lo hacía y le informaba sobre los hechos violentos que veía todos los días en los medios. “Nunca nos imaginamos que esto llegaría a nuestra familia. Que ella llegaría a ser víctima de una injusticia como esta”, comentó.
Edwin estaba con su esposa cuando tres hombres se asomaron por la puerta principal de Cahuita Town y comenzaron a disparar.
Uno de los sujetos, que vestía suéter gris, disparó contra Brown, pero un segundo criminal disparó indiscriminadamente e hirió a personas sin relación alguna con el DJ. Un tercer sujeto también disparó, pero en dirección a Brown.
Las balas alcanzaron a Edwin en un brazo; sin embargo, el impacto tuvo salida y no puso en riesgo su vida. Tras el ataque, el hombre creyó que su esposa se salvaría, ya que la subió de inmediato al carro y la llevó al hospital, pero lamentablemente, no fue así.
“Él fue quien le avisó a mis padres lo sucedido y luego a nosotras. Ha estado con nosotros en todo momento”, añadió Andrea.
Durante la operación de María José en el Hospital Calderón Guardia, el doctor a cargo permitió a los familiares ingresar para despedirse de ella.
Conmovida, Andrea expresó su esperanza de que la muerte de su hermana, así como su carta, marquen un precedente y llamen la atención de los altos poderes, instándolos a que se enfoquen en la crisis de seguridad que afecta al país.
La familia de María José velará sus restos este martes a partir de las 5 p. m. en la capilla de velación de la Parroquia San Rafael Arcángel, en San Rafael Arriba de Desamparados. Su funeral será el miércoles a las 10 a. m., en la misma parroquia.
Colaboró la periodista Vanessa Loaiza N.