El hombre de apellidos Rovira Vargas, de 40 años, quien figura como sospechoso de asesinar a puñaladas a su esposa este jueves por la noche en la Garita Nueva de Tamarindo, en Santa Cruz, Guanacaste, tenía impedimento de acercarse a la víctima, pues ella contaba con medidas de protección luego de que lo denunciara por violencia doméstica.
La muchacha, identificada como María Fernanda Quesada Gutiérrez y de 28 años, murió a causa de dos heridas de arma blanca que le habría propinado Rovira. Según el reporte de las autoridades, el sujeto intentó escapar luego de lo sucedido, pero fue detenido por oficiales de la Fuerza Pública cuando conducía su vehículo por San Pedro de Santa Cruz, a 26 kilómetros de distancia de donde se registró el crimen.
De acuerdo con la Fiscalía Adjunta de Santa Cruz, contra el hombre existían dos causas dentro de los expedientes 21–000841–1585–VD, del Juzgado de Contravención de Carrillo, donde se dictaron las medidas de protección a favor de la ofendida, y 22–000105–0777–VD, donde se investigaba al sujeto por el presunto delito de incumplimiento de dichas medidas.
Por su parte, el Juzgado de Familia de Santa Cruz, indicó que en favor de la víctima existían medidas de protección por un plazo de un año. Ese periodo comenzó a correr en diciembre del 2021, indicó el Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia, del Poder Judicial, que agregó que la víctima estaba siendo considerada dentro del programa de Comités locales para la Atención Inmediata y el Seguimiento de Casos de Alto Riesgo por Violencia contra las Mujeres (Clais).
Los Clais tienen “como principal objetivo especializar y registrar la intervención para prevención del femicidio (feminicidio) y las tentativas de femicidio (feminicidio)” y “están integrados por jueces, juezas, fiscales, oficiales de Fuerza Pública y representantes locales del Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu)”. Además, “operan en cantones prioritarios, siendo Santa Cruz uno de ellos”.
María Fernanda Quesada Gutiérrez, quien era oriunda de Tilarán, Guanacaste, y madre de dos niños de 2 y 9 años, estaba casada desde el 6 de abril del 2019 con Rovira. El menor de sus hijos era fruto de la relación entre ambos y lo habían bautizado apenas en setiembre del año pasado.
En su perfil de Facebook, el presunto homicida le prodigaba mensajes amorosos a su esposa. En abril del 2021, por ejemplo, le decía que ella era lo más importante y preciado en su vida.
“¡Gracias por estar conmigo y hacer que sea siempre todo mejor ¡Por ser mi motor y mi motivación! Yo le doy gracias a Dios no solo hoy si no a diario por estar juntos, ¡estoy sumamente feliz, agradecido y orgulloso de ser tu esposo! No tengo palabras para expresarte o demostrarte lo que significás y eres para mí, ¡solo con el tiempo podré enseñarte cuánto te amo y lo largo que llegaremos!
“¡Juntos siempre podremos salir adelante y prosperaremos más de lo imaginado! ¡Te amo con toda mi alma! ¡Soy tuyo! ¡Soy tu esposo!”, se lee públicamente en el perfil de Rovira.
Trágico desenlace
La Fuerza Pública detalló que la alerta del feminicidio ingresó a las 8:53 p. m. Al parecer, fue el mismo sospechoso quien llamó al 9-1-1 para reportar lo sucedido, indicó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
Ante el reporte del incidente, oficiales de la Fuerza Pública se movilizaron a Garita Nueva, donde ubicaron a una mujer con heridas de arma blanca y, para cuando llegó la Cruz Roja, la muchacha ya había muerto. La Policía Judicial reportó que el cuerpo estaba a un lado del desayunador con puñaladas cerca de su cabeza y espalda.
En el sitio, los policías conversaron con testigos, quienes señalaron al marido de la muchacha como el aparente responsable de los hechos. Por ello se coordinó la búsqueda por el cantón de Santa Cruz para dar con él. “Pocos minutos después fue aprehendido en San Pedro de Santa Cruz, cuando conducía un vehículo”, detalló Seguridad Pública por medio de su oficina de prensa.
La familia de la fallecida indicó a los policías que ya existía una denuncia por violencia doméstica.
Cuarto feminicidio en el 2022
El feminicidio de Quesada sería el cuarto de este 2022; sin embargo, solo uno de ellos está tipificado como tal. Se trata del crimen de Annette Elena Benavides Chacón (40 años), quien fue apuñalada el pasado 11 de enero por su compañero sentimental, de apellidos Rubí González (46). Aparentemente, él se encontraba en estado de ebriedad cuando ocurrieron los hechos dentro de una vivienda en Jardines 2 de San Rafael, Heredia.
Por otra parte, aunque aún tiene pendiente su tipificación, el primer asesinato de una mujer a manos de su pareja registrado este 2022 es el de Oriana Del Carmen Salguero Vega, registrado el 5 de enero anterior en la León XIII, en Tibás, San José. Aparentemente, ella tuvo una riña con su pareja, un hombre apellidado Grant Villafranca, quien la apuñaló.
Asimismo, en la página del Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia, del Poder Judicial, se registra un crimen el 17 de enero en San Isidro, Heredia; empero, de este caso no hay mayor detalle.
El feminicidio es castigado con una pena de 20 a 35 años, según lo estipula el artículo 21 de la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres.