Seilyn María Cabezas Castillo, la mujer asesinada por su esposo este domingo en un centro comercial de Tilarán, Guanacaste, trabajaba como secretaria en el Liceo Nocturno Maurilio Alvarado Vargas y, además, tenía una academia de música.
Familiares y amigos la recuerdan como una persona muy positiva, siempre alegre, servicial, así como una excelente madre que apoyaba los sueños de sus hijos de 20 y 8 años, relató a La Nación su primo Olger Castillo Herrera, quien reconoció que lo sucedido tomó por sorpresa a sus allegados.
“Ella era muy positiva, muy alegre, pasaba haciendo chistes y riendo casi todo el día y apoyaba mucho a sus hijos. Recuerdo que de jóvenes acostumbrábamos a ir a la playa y luego, aunque formamos nuestra propia familia, seguíamos compartiendo ocasionalmente, porque ella era mucho de estar con sus seres queridos.
“Lo sucedido realmente me tomó por sorpresa, estoy muy impactado porque esto fue una sorpresa, ya que la verdad nunca escuché nunca de la existencia de problemas entre ella y su esposo, todavía no lo creo”, explicó Castillo.
El hombre también recalcó que siempre llevará en su corazón a Seilyn y que está seguro de que “Dios la tiene al lado de él y que desde ahí será nuestro ángel”.
Por medio de una publicación en su página de Facebook, el Liceo Nocturno Maurilio Alvarado Vargas describió a Cabezas como “una persona que vale su peso en oro, servicial, amable”.
En el posteo, el centro educativo también lamenta los hechos y precisa que “lastimosamente nos la arrebataron, las condolencias a su familia, amigos y compañeros de trabajo que la vamos a extrañar, pero nunca olvidar”.
Le decimos adiós a una persona que vale su peso en oro, servicial, amable todas las buenas cualidades ella las posee, lastimosamente nos la arrebataron, las condolencias a su familia, amigos y compañeros de trabajos que la vamos a extrañas pero nunca olvidar ❤️❤️❤️
Posted by Liceo Nocturno Maurilio Alvarado Vargas on Sunday, June 12, 2022
Por otra parte, el diácono Gustavo Wattson Gómez, vocero de la diócesis de Tilarán– Liberia, dijo que la comunidad está consternada por el feminicidio de Cabezas, de 37 años.
“Vehementemente, exhortamos a todos nuestros feligreses y comunidad en general, a estar vigilantes, denunciando situaciones abusivas y fortaleciendo redes de apoyo oportunas a las víctimas. La violencia debe ser desterrada de nuestros hogares y ámbitos de nuestra sociedad, so pena de continuar sufriendo lamentables pérdidas de vidas humanas y que el dolor siga carcomiendo la tranquilidad y la paz en nuestras comunidades”, manifestó Wattson.
Agregó que este tipo de hechos generan un daño “incalculable e irreparable”, por lo que invitaron a la sociedad “a revisar los patrones de crianza de nuestros hijos, en nuestras familias, en nuestras relaciones sociales y en toda política institucional, de tal forma que se evite la promoción de relaciones de pareja en las que se minusvalore a la mujer frente al varón en todas sus formas, concediendo abierta o encubiertamente posiciones de supremacía o dominio frente a su pareja o expareja sentimental.
“Como creyentes estamos invitados a seguir los pasos de Jesús, que transformó el lugar de la mujer en el entorno social de su tiempo, promoviendo su participación igualitaria en toda relación de pareja y en la sociedad. Nos unimos al dolor de familiares y amigos de las víctimas y sus hijos y la comunidad de Tilarán, a la vez que reiteramos nuestro compromiso con la defensa y protección de la vida y la dignidad de todo ser humano”, mencionó el vocero de la diócesis de Tilarán– Liberia.
El Instituto Nacional de las Mujeres (Inamu) también lamentó el feminicidio e hizo un llamado de apoyar a las víctimas de violencia.
El crimen
Seilyn María Cabezas Castillo fue asesinada por su esposo, Christian Rodolfo Rodríguez Delgado (45 años), quien luego de disparar contra ella se suicidó, según confirmó el Organismo de Investigación Judicial (OIJ).
“Aparentemente, se dio una discusión entre Cabezas y Rodríguez cuando ambos estaban en un local del que eran administradores (en el centro de Tilarán). En determinado momento, él sacó un arma de fuego y le disparó a la mujer en varias ocasiones, ella presentaba heridas en espalda y cabeza. Posteriormente, Rodríguez se disparó”, detalló la Policía Judicial por medio de su oficina de prensa.
De acuerdo con datos obtenidos en la página del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), la pareja se casó el 25 de octubre de 1999 y tenía dos hijos. Ambos trabajaban para el Ministerio de Educación Pública (MEP) y eran muy queridos en la comunidad.
Trascendió que Rodríguez laboraba como asistente administrativo en un centro educativo de Tilarán.
Sétimo feminicido en el 2022
El feminicidio de esta mujer sería el sétimo de este 2022, pero solo cuatro de ellos están tipificados como tales hasta ahora.
El primero de ellos ocurrió el 5 de enero anterior en la León XIII, en Tibás, San José, cuando Oriana Del Carmen Salguero Vega fue apuñalada en medio de una riña con su pareja, un hombre apellidado Grant Villafranca.
Otro de los casos es el de Annette Elena Benavides Chacón, quien fue apuñalada el pasado 11 de enero por su compañero sentimental, de apellidos Rubí González. Aparentemente, él se encontraba en estado de ebriedad cuando ocurrieron los hechos dentro de una vivienda en Jardines 2 de San Rafael, Heredia.
Asimismo, en la página del Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia, del Poder Judicial, se registra un crimen el 17 de enero en San Isidro, Heredia; empero, de este caso no hay mayor detalle.
Finalmente, el crimen de María Fernanda Quesada Gutiérrez, quien murió a causa de dos heridas de arma blanca que le habría propinado su esposo, apellidado Rovira Vargas, también fue calificado como feminicidio. Estos hechos se registraron el 3 de marzo anterior en Garita Vieja de Tamarindo, en Santa Cruz, Guanacaste.
Los otros crímenes que de mujeres que aún están en investigación son el de Francela Martínez Ortiz, una joven que habría sido asesinada por su compañero sentimental, de apellidos Calderón Amador, el 1.° de junio pasado, cuando se dirigía a denunciarlo por violencia doméstica, y el de Rosibel Picado Montes, quien fue asesinada a puñaladas por su esposo en el barrio La Gran Samaria de La Aurora, Heredia, el 13 de mayo anterior. Al llegar, los socorristas confirmaron que la mujer estaba sin vida, ya que presentaba signos de asfixia y tenía heridas de arma blanca en el tórax, el hombro izquierdo y la pierna izquierda.