EscucharShirley, una vecina del residencial Villa Bonita, ubicado en Paraíso de Cartago, se despertó temprano este viernes, como todos los días, para preparar el desayuno de su hija antes de que se fuera a trabajar. Sin embargo, su rutina se vio interrumpida por unos gritos que provenían de una casa cercana.
Al principio, pensó que sus gatos eran los responsables del sonido, pues a veces se pelean entre sí. Pero pronto se dio cuenta de que quienes lloraban en forma desconsolada eran los hijos de su vecina Rebeca Castillo Hernández, una niña de 4 años y un pequeño de 1 año.
Luego de despedir a su hija, la mujer notó que los llantos persistían. Shirley supuso que alguno de los menores podría estar enfermo o indispuesto, pero cuando decidió acercarse para preguntar si todo estaba bien, observó que la Policía había acudido a la vivienda.
“Llegaron tres carros de la Policía. Botaron el portón y la puerta. Le dije a mi esposo: ‘levántese que algo está pasando’”, narró la vecina, sin sospechar que Rebeca Castillo había sido atacada con un arma blanca por su pareja, un hombre identificado como Christopher Johnson, de 37 años.
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Poco después llegó una hermana de Rebeca, quien al enterarse de lo sucedido se desvaneció, por lo que las autoridades le entregaron los niños a Shirley. “Los bebés tenían sangre en la ropa y en las orejitas. La niña venía tranquila, pero el chiquito estaba llorando mucho”, relató la mujer.
Comentó que Johnson siempre fue “un excelente padre” y que solía compartir tiempo con su esposa e hijos. Los fines de semana los aprovechaba para, junto con Rebeca, trabajar en los detalles de la casa que construyeron hace cinco años. “Siempre los andaba paseando. Se pasaba de bueno y con la esposa también. Nunca vi nada fuera de lo normal”, afirmó.
El femicidio
Según las autoridades locales, Johnson primero atacó a su esposa y luego se fue en bicicleta a la casa de su suegra, ubicada detrás del supermercado Triple Más, en Llanos de Santa Lucía, para agredirla. La mujer, identificada como Flory Inés Hernández Calderón, de 57 años, sobrevivió al ataque.
Posteriormente, Johnson llegó con la ropa ensangrentada a la delegación de la Fuerza Pública en Llanos de Santa Lucía y para confesar los dos ataques y entregarse. Freddy Guillén, director regional de la Fuerza Pública en Cartago, informó de que el hombre fue arrestado de inmediato.
La Cruz Roja recibió el reporte del incidente a las 6:08 a. m., pero al llegar a la vivienda de Castillo, los paramédicos confirmaron que la mujer presentaba múltiples heridas de arma blanca y ya no tenía signos vitales. En cambio, Hernández fue hallada con vida y trasladada de urgencia al Hospital Max Peralta. Tenía lesiones graves por arma blanca.
De acuerdo con registros del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), Johnson y Castillo, quien se desempeñaba como orientadora en el Colegio Elías Leiva Quirós, en Tejar de El Guarco, estaban casados desde 2017 y habían procreado a los niños que presenciaron la agresión.
Hasta el momento, no se reportan denuncias previas de violencia doméstica en dicha relación, un detalle que ha sorprendido a las autoridades.
Sin contabilizar el caso de este viernes, el Observatorio de Violencia de Género contra las Mujeres y Acceso a la Justicia, del Poder Judicial, señala que en el país se registran este año 14 femicidios.
El caso anterior ocurrió el 27 de agosto pasado cuando Loida Villalobos Gamboa, de 34 años, fue asesinada a tiros por su esposo, de apellido González, en Tigra de Venado, en San Carlos, Alajuela.
Según información que trascendió en aquel momento, el incidente ocurrió alrededor de las 12:45 p. m., mientras la víctima estaba en su vivienda. González entró a la casa y, cuando encontró a su pareja, le comenzó a disparar. Un primo de la víctima y otro hombre, que estaban reparando una refrigeradora, lograron detenerlo y desarmarlo.
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Mamá de Allison Bonilla era amiga de Rebeca y no conocía antecedentes de violencia
Yendry Vásquez también se mostró consternada al conocer la muerte de su amiga Rebeca, pues ella tampoco tenía alguna referencia de violencia doméstica en esa casa.
“Estaba tomando café cuando otra amiga me llamó y me contó lo que ocurrió. Tengo más de 15 años de conocerla (a Rebeca) desde que Allison era bebé, porque trabajamos juntas en una zapatería: ella se superó y estudió para profesora.
“La semana pasada estuve hablando con ella por mensajes y estaba muy contenta con su pareja y sus hijos. Por eso me toma de sorpresa la noticia porque nunca me dijo o se notó que tuviera problemas con su pareja, que era el papá de sus hijos.
“Es increíble las vueltas que da la vida porque ella me apoyó demasiado para lo de mi hija y justo ahora 4 años después estar pasando por esto nuevamente”, comentó Yendry a La Nación.
Doña Yendry sufrió la dolorosa pérdida de su hija Allison Bonilla, de 19 años, el 4 de marzo del 2020, cuando fue atacada por Nelson Enrique Sánchez Ureña, quien luego lanzó su cuerpo en un botadero clandestino en Paraíso. El hombre descuenta una pena de 35 años por el crimen.
