Golfito. Un hombre de apellido Calvo irrumpió por celos en la casa de su expareja, en Río Claro de Golfito, y la mató de dos disparos en la cabeza. Un par de horas más tarde, el agresor se colgó de un puente.
Los hechos se dieron en la madrugada del domingo en el barrio La Esperanza. A las 3 a. m., la Fuerza Pública recibió la alerta de un vecino que escuchó detonaciones en la casa de Marta Charlotte Kraemer, de 30 años. Al llegar al lugar, las autoridades encontraron el cuerpo de la mujer. Su pareja, un hombre de 38 años, mostraba aparentes marcas de golpes en distintas partes del cuerpo.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Calvo, pequeño empresario de 48 años, forzó la cerradura de la casa y siguió a la víctima hasta el baño, donde le disparó.
El compañero actual de la mujer, un taxista de apellido Ruiz, afirmó que él forcejeó con el agresor y logró quitarle el arma, un revólver calibre 38. Calvo huyó en su vehículo y lo condujo unos 22 kilómetros hasta un puente en el sector del Higuerón, en el kilometro 14 de Golfito, donde se colgó con un mecate.
![](https://www.nacion.com/resizer/v2/X6YZRTQMRBELNBJDGL7ZXQZLOM.jpg?smart=true&auth=6f51b287f56e476d8d5efd58d8fb9a02ed319a626d9f8a1e986cfd5ea97c8c6a&width=600&height=800)
Tal y como indicaron las autoridades, Calvo y Kraemer tuvieron una relación por varios años, durante la que procrearon un hijo que hoy tiene 7 años.
Sin embargo, la pareja se separó hace unos meses. Desde entonces, Calvo acosaba a la mujer por teléfono, aseguró a La Nación una familiar de la fallecida, quien prefirió no ser identificada.
Kraemer era contadora pública y laboraba desde hace pocos días en el Depósito Libre de Golfito. La mujer también tenía una hija de 11 años; en la tarde anterior al asesinato, Kraemer dejó a los niños con su madre, quien vive en el centro de Río Claro.
La muerte de Kraemer se suma a los 119 feminicidios cometidos en Costa Rica entre el 2011 y el primer semestre de este año.
De acuerdo con el Instituto Nacional de la Mujer (Inamu), de las 20 mujeres que fueron asesinadas durante el primer semestre del 2015, 11 de ellas (el 55%) fueron víctimas de feminicidios.
Además, la Fuerza Pública registra cada año más de 10.000 agresiones a mujeres.