El Tribunal Penal de Corredores condenó a 36 años de cárcel a Luis Gerardo Gómez Jiménez, luego de hallarlo responsable de asesinar a machetazos a su compañera sentimental, Marlene Picado Monge, de 41 años.
El hombre de 50 años, oriundo de Sarapiquí, la asesinó el 2 de mayo del 2020, cuando la mujer intentó huir de una discusión.
Gómez y Picado mantenían una relación de 14 años y vivían juntos en Laurel, Corredores, donde ocurrieron los hechos.
El sujeto tenía dos hijos de otra relación, lo mismo que la fallecida.
Según la pieza acusatoria, el 2 de mayo del 2020, a eso de las 6 a. m., el hombre empezó una discusión, luego tomó un machete y se lanzó contra su pareja, por lo que esta corrió hasta la casa de un vecino para pedir ayuda.
Sin embargo, el sujeto la siguió, la alcanzó y con el arma la hirió en el cuello, cabeza, brazos, tórax y piernas, lesiones que le produjeron la muerte en el lugar.
La familia de la mujer sabía de las constantes agresiones por parte de su compañero sentimental, pero como eran tan recurrentes, parece que nadie tomó en serio la amenaza previa.
Incluso, a raíz de los constantes problemas de agresión, la hija mayor de la víctima, Kimberly Brenes Picado, se había ido de la casa, al aducir que Gómez Jiménez solía molestarse por cualquier cosa, incluso no le gustaba que llegaran visitas.
“Mami me dijo que la había amenazado, pero como eso era algo de rutina, ella jamás pensó que sería cierto”, dijo aquella vez Kimberly Brenes.
Ese día Kennet Brenes, de 20 años, hermano de Kimberly, había salido con el padrastro antes de las 5 a. m. hacia una finca de palma africana donde trabajaban como peones, en Río Incendio, Laurel.
Recién llegados a la finca, el hombre le dijo a Kennet que iba a ir visitar a su madre, que vive cerca, pero más bien se devolvió al centro de Laurel, para perpetrar el asesinato.
Marlene Picado había conocido a Gómez cuando él laboraba en un supermercado de Laurel. Luego él se fue a vivir con ella.
Kimberly recordó que su madre había acudido varias veces a la Fiscalía para solicitar medidas de protección, pero cuando se vencía el plazo, Gómez llegaba de nuevo.
Después de perpetrar en asesinato, el hombre se entregó en la delegación policial de la Fuerza Pública. Dijo que acababa de matar a su mujer a machetazos. Desde entonces estuvo en prisión preventiva.
Dos vecinos de la fallecida, así como un agente del Organismo de Investigación Judicial testificaron en el juicio, cuya sentencia se dictó la noche de este martes.
Mientras el fallo queda en firme, el imputado continuará en prisión preventiva.