El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) identificó como José Alberto Navarro Brizuela, de 21 años, al hombre cuyo cuerpo apareció maniatado, quemado y con múltiples disparos, la noche del domingo carretera a La Angelina de Ochomogo, distrito de San Nicolás, Cartago.
Navarro había sido detenido un año antes por el OIJ en un allanamiento a su vivienda en barrio La Carpintera en San Rafael de La Unión. Esa vez se le decomisó ¢1 millón, cocaína, crack, marihuana y una pistola calibre 9 mm. Según las investigaciones policiales, el joven era sospechoso de vender drogas en su casa y en los alrededores.
Se le consultó a la Fiscalía sobre las medidas cautelares que esa vez pidió en su contra, pues al momento de su muerte estaba en libertad y sin ninguna medida; sin embargo, no se obtuvo respuesta.
El hombre era oriundo de San José, soltero, padre de un menor y vivía en La Unión. En redes sociales un hermano gemelo mostró su pesar por los hechos y afirma que José Alberto era amante de jugar fútbol y de andar en motos. Los funerales fueron el miércoles en la Iglesia Nuestra Señora del Pilar, en La Unión.
El viceministro de Seguridad, Daniel Calderón, indicó que casos como este evidencian que de nada vale el esfuerzo policial para detener a una persona, si en instancias judiciales persisten medidas tan blandas que la persona queda libre y sin medidas, pese a tratarse de delitos tan graves como el narcotráfico.
Cuestionó que lo mismo sucede con bandas que andan por la libre, debido a criterios judiciales. Afirmó que en otras naciones como Italia, cuando se trata de narcotráfico y de homicidios, a las personas procesadas judicialmente se le eliminan los beneficios como salir a la media pena, portar tobilleras y mucho menos firmar cada 15 días, pero en nuestro país se dejan libres a sujetos que a juicio de Calderón son un verdadero peligro para la sociedad.
“La discusión en cuanto a homicidios se ha concentrado en torno al trabajo de la Policía, pero la realidad es otra, pues nosotros golpeamos las estructuras una y otra vez, pero esas personas detenidas por narco no afrontan medidas contundentes en lo penal”, acotó Calderón.
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De momento, por la forma en que ocurrió el homicidio de Navarro Brizuela, se investiga como un ajuste de cuentas por drogas. Al parecer, al sujeto lo mataron en otro sitio y lo fueron a tirar ahí. De los 609 asesinatos ocurridos hasta este 15 de diciembre, el 56% obedecen a esta causa.
Cifras al alza
Cartago registra hasta este jueves 41 homicidios, cifra que ya supera los 40 que hubo al cierre del año pasado, por lo que es la tercera provincia en superar las cifras del 2021, como ya ocurre en Alajuela y Guanacaste.
El incremento en la violencia en Cartago se debe al narcotráfico, donde estructuras locales dominan la venta de crack, marihuana y cocaína, lo que genera disputas fuertes entre bandas. Desde julio, cuando se dejó libre a seis miembros de la banda de los Gery, comenzó a incrementarse la criminalidad por narco, dijo el jefe policial Calderón.
Según la acusación de la Fiscalía, esa banda había operado entre el 2016 y el 2018, en Tres Ríos de La Unión y Tirrases de Curridabat, y se dedicaba a vender cocaína y marihuana. Se les atribuyen homicidios contra miembros de otras organizaciones criminales, debido a enfrentamientos por territorios de venta de drogas.
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Al parecer, la mayoría de la droga llegaba desde Limón y era almacenada en las propiedades de los miembros, en Tres Ríos de La Unión, Cartago.
Colaboró la corresponsal: Keyna Calderón