Un joven de 18 años identificado Sevenup Bernal Bell Jiménez fue asesinado a balazos este viernes, minutos antes de las 9 a. m., en la entrada al barrio El Bosque de Limón. La víctima fue alcanzada por múltiples disparos de un fusil de asalto AK-47.
Este hombre, conocido en la comunidad como Toto, era vecino del lugar, estudiante y sobrino del empresario Gilbert Bell Fernández, conocido como Macho Coca y quien es investigado, entre otros delitos, por usurpación.
Según informes preliminares de la Policía, el muchacho se dirigía en motocicleta hacia su residencia y, a pocos metros de llegar a su destino, fue atacado a balazos por los ocupantes de un vehículo que lo venían siguiendo.
Bell Jiménez fue trasladado en un carro particular al hospital Tony Facio de Limón, donde se confirmó su fallecimiento poco después.
Autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Limón no descartan que un ajuste de cuentas o venganza sea la causa del crimen.
Caso muy similar horas antes
La noche del jueves, se registró otra balacera en Limón en la que un hombre de apellidos Vivas Venegas perdió la vida. El sujeto fue llevado al Hospital Tony Facio, tras ser atacado por individuos en motocicletas mientras conducía su vehículo.
El homicidio tuvo lugar cerca del campo ferial de Limón, alrededor de las 10 p. m. En el automóvil iba también una mujer que resultó ilesa.
La provincia de Limón ya alcanzó la segunda cifra más alta de homicidios en su historia: 142 crímenes. El año pasado cerró con 153 casos, pero es posible que esta cantidad sea superada en el transcurso del 2023.
Este viernes, la Fuerza Pública recibió un nuevo lote de 67 motocicletas y de inmediato destinó ocho para Limón. En los próximos días entrará un segundo lote para completar 150 nuevas motos, de las cuales una parte será para el Caribe.
El recorte del presupuesto por parte de la Asamblea Legislativa afecta la operación policial en un momento en el que los patrullajes son clave para el combate contra la delincuencia.
El ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, afirma que debido al “escuálido presupuesto” con que se cuenta, el monto para comprar una radiopatrulla se debe usar en adquirir entre siete y nueve motos. Se tomó la decisión administrativa de apoyarse más en el uso de motocicletas, para multiplicar así el uso de vehiculos para atender emergencias.
Colaboró: Raúl Cascante, corresponsal