Un total de cinco menores de edad y 20 adultos detenidos el martes en cuatro allanamientos en Matina, Siquirres y la localidad de Penshurt, en el distrito de Valle La Estrella, Limón, afrontan audiencias de medidas cautelares donde se definirá si quedan en la cárcel mientras avanzan las pesquisas por homicidio y narcotráfico.
Según las autoridades policiales, se trata de una presunta red de tráfico a la que se le atribuyen varios asesinatos perpetrados por sicarios que, mediante amenazas y ajustes de cuentas, se disputan el dominio de esa zona.
Una de las muertes que originó la investigación contra este grupo fue ordenada en julio del año pasado por Alejandro Arias Monge, de 39 años, alias Diablo, uno de los narcotraficantes más escurridizos para la Policía.
La acción policial de este martes es de las más grandes desplegadas en Matina y alrededores, donde llama la atención que las organizaciones narcotraficantes reclutan como sicarios a menores de edad.
Este miércoles, la Fiscalía Adjunta Penal Juvenil señaló que los cinco adolescentes se encuentran a las órdenes del Juzgado Penal Juvenil, a la espera de que finalice la audiencia, para la petición de medidas cautelares.
Tal y como lo dispone la legislación, se les procesa por aparte y no trascienden sus nombres. Además, las penas a que se exponen son menos fuertes que las de los adultos; sin embargo, en caso de homicidio pueden descontar hasta 15 años, que es la sanción máxima para una persona menor, según la Ley de Justicia Penal Juvenil.
Mientras tanto, el Juzgado Penal de Limón desarrolla desde la mañana la audiencia en contra de los 20 hombres y mujeres detenidos.
La acción desarrollada el martes por la Fiscalía Adjunta de Limón y el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) surgió apenas tres días después de que integrantes de la organización detenida y otros que están en fuga estuvieran involucrados en un ajuste de cuentas en Batán de Matina que cobró la vida de un sujeto conocido como Popeye.
En ese ataque armado también ultimaron a un niño de 11 años y a su madre, Yoselin Chacón Berrocal, de 29, quien estaba embarazada y era la compañera sentimental de Popeye. Al parecer la mujer y su hijo Ian habrían sido víctimas colaterales del crimen.
El niño murió la noche del lunes, luego de ingentes esfuerzos que contemplaron su traslado vía aérea desde el aeropuerto de Limón hasta el Tobías Bolaños en Pavas, donde lo esperaba una ambulancia que lo llevó hasta el Hospital Nacional de Niños, lugar al que llegó en condición crítica, baleado en el abdomen.
Los sospechosos de este triple crimen fueron identificados con los apellidos Pérez Méndez, Pérez Sánchez y Martínez Angulo. De ellos, solo Pérez Sánchez se entregó a las autoridades la tarde del martes y los otros dos son buscados por el OIJ. El autor intelectual de ese crimen sería Pérez Méndez, quien habría ordenado el ajuste de cuentas contra Popeye por líos de drogas.
Un cantón en números rojos
Matina registra 26 asesinatos en menos de ocho meses transcurridos de este año y es el quinto cantón con más homicidios del país. El año pasado cerró como el cuarto más violento con 51 homicidios.
Este cantón, antes caracterizado por su naturaleza rural y agrícola, ahora es un atractivo para el tráfico, almacenamiento y venta de drogas, que ingresan por la costa caribeña o por tierra desde otras partes del territorio.
Sus tres distritos: Matina, Carrandí y Batán, registran escenarios aterradores este año, con casos de violencia en caminos rurales entre plantaciones, en viviendas y en ataques a transeúntes que se dirigen a pie o en vehículos al trabajo o a sus hogares.
Por ejemplo, el 17 de agosto, en Boston de Matina asesinaron a César Gerardo Arley Villalobos de 33 años. Ese día varios pistoleros salieron de un bananal y llegaron hasta el frente de un bar donde estaba Arley con otros hombres y le dispararon en varias ocasiones.
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El refuerzo de acciones policiales en Limón ha hecho que algunos grupos migren hacia Matina, Siquirres e incluso al cantón de Turrialba, el más grande de Cartago, que tiene límite con los seis cantones de Limón, lo que facilita la movilización de los grupos criminales.
El OIJ informó que entre lo decomisado en los allanamientos del martes hay 14 armas de fuego, las cuales fueron enviadas a laboratorios forenses para determinar su posible utilización en los asesinatos.
También se van a revisar los 42 teléfonos celulares decomisados. En las viviendas la Policía se incautó de marihuana, cocaína y crack, así como más de ¢1,5 millones en efectivo.
De igual forma pide ayuda para localizar a otros sospechosos de narcotráfico que eran objetivo del reciente operativo y lograron evadir la acción policial.
Se trata de Yirkenneth Patterson Serrano y Neigel Alexis Días Morales, de quienes se distribuyó foto para que quien sepa de su paradero avise al número confidencial del OIJ 800 8000 645.