A Miriam Lizinia Fernández, una mujer de 32 años asesinada la mañana de este lunes en Alto Catarata de Cahuita, cantón de Talamanca, su familia ya le había advertido sobre el riesgo de continuar con su pareja, quien la había agredido físicamente en dos ocasiones previas, en las que incluso intentó matarla.
Así lo declaró su padre, Mario Alberto Fernández, de 56 años, mientras viajaba en un autobús hacia Limón con el propósito de obtener más detalles sobre lo ocurrido y comenzar a coordinar los preparativos para el funeral.
El presunto agresor es un hombre de apellidos Núñez Montoya, de 38 años, conocido con el alias de Tesoro. Fue detenido este mismo lunes en Siquirres, donde registraba su domicilio electoral. Trascendió que acumula antecedentes desde el 2019 por maltrato, violencia doméstica y robo simple.
Miriam era la hija mayor de la familia y se encontraba desempleada, ya que hasta hace poco había enfrentado problemas de alcoholismo y consumo de marihuana. En ese contexto, el Patronato Nacional de la Infancia intervino en su momento para separar a Miriam de sus dos hijos, pues se percibieron descuidos, como por ejemplo inasistencia a centros educativos, desatención médica, maltrato físico y abuso psicológico. La hija de 12 años está con la abuela materna y el muchacho de 14 quedó con su padre biológico.
En cuanto a la relación con el principal sospechoso del crimen, don Mario explicó que estuvo marcada por episodios de violencia doméstica. En dos ocasiones, Miriam logró sobrevivir a golpizas similares a la que este lunes terminó con su vida.
Don Mario, quien trabaja como conductor de mototaxi o tuktuk, aseguró que en varias ocasiones le aconsejaron dejar esa relación, pero ella no prestó atención. Señaló que llevaba aproximadamente un año con el hombre y, aunque se habían separado por un tiempo, hace un mes decidieron volver a vivir juntos.
El último encuentro que don Mario tuvo con su hija ocurrió hace un mes en Puerto Viejo de Sarapiquí. Recuerda que en esa ocasión ella parecía tranquila y no mencionó problemas con su pareja, ya que en ese momento se encontraban separados.
Miriam había cursado la primaria en la escuela de Santa Marta de Batán y, el año pasado, retomó sus estudios de secundaria con la intención de conseguir empleo y superar las dificultades que enfrentaba.
Según relató don Mario, una vecina de Miriam lo contactó en la mañana para informarle que algo grave había ocurrido y que, al parecer, su hija estaba sin vida. De inmediato, coordinó con otro de sus hijos, quien vive cerca, y al llegar al lugar confirmó que Miriam había fallecido.
Respecto al sospechoso, quien trabajaba en construcción, don Mario pidió a las autoridades que no lo dejen en libertad, ya que lo considera un hombre extremadamente peligroso y violento.
LEA MÁS: Violencia imparable: Vecina de Cahuita es la tercera víctima de femicidio en 13 horas
Miriam es la quinta víctima de femicidio en apenas el primer mes del año. La cifra representa la quinta parte del total de femicidios de todo el 2024. Los femicidios han dejado a nueve menores sin madre este mes.