“Le pegué varias veces, con mis manos, mis puños”. Así lo reconoció el padre del bebé de dos meses que falleció este miércoles en el Hospital Nacional de Niños (HNN), cuando la trabajadora social del centro médico le preguntó si en algún momento había golpeado al menor de edad.
Según consta en el reporte enviado por la profesional al Ministerio Público y el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), al cual La Nación tuvo acceso, el progenitor dijo sentirse frustrado.
“Algo me pasó, ocupo que me ayude, todo estaba bien, yo le hablaba cuando estaba en la pancita, yo fui el primero que lo alzó cuando nació, después yo lo bañaba y lo cuidaba, pero algo cambió de pronto, empecé a sentir rechazo, estaba cansado de que llorara por todo, que no durmiera, que había que estar llevándolo a la clínica”, reclamó el hombre de 27 años.
De acuerdo con el documento, los padres pasaron por etapas diferentes en su relato en cuanto a la situación de salud que originó la atención médica del menor y el mecanismo de lesión al informarles sobre los traumas que presentaba el paciente.
En un primer escenario, ambos se mostraron tranquilos y comentaron las preocupaciones que había desencadenado la salud de su hijo en cuanto a su bajo peso y dificultades de lactancia, pero negaron cualquier manifestación de agresión o trauma.
Mencionaron que la madrugada del miércoles el pequeño estaba “irritable, con comportamiento inusual y sin fuerza”, por lo que decidieron acudir al servicio de Emergencias del Hospital San Carlos, en Alajuela.
Posteriormente, durante el avance de la entrevista y al confrontarles sobre la severidad de las lesiones, el padre dijo que el 15 de mayo “lo estaba bañando en la tina que está en la mesa y se me resbaló por el jabón y cayó en la mesa”, a una altura aproximada de medio metro.
Seguidamente, los médicos le indicaron que las lesiones que presentaba el bebé no podrían ser compatibles con una caída desde esa altura, por lo que luego el padre relata: “Se me cayó hoy en la mañana, en la madrugada estaba llorando y yo lo saqué del cuarto para que durmiera, lo traía alzado con la cobija y al tratar de abrir la puerta, se me resbaló y cayó al piso”.
“Cayó como de medio lado, sonó duro, me asusté y lo puse en la cama y después lo alcé, él no lloró, estaba como en blanco, con el ojo como torcido, no respondía, se le caía la cabeza y se estaba como flojo. Le puse los dedos en el cuello para tocarle el pulso porque pensé que se había muerto. Se lo llevé a ella y nos fuimos para emergencias, no le conté nada por miedo, para no preocuparla”, precisó el hombre.
La trabajadora social del hospital indicó que durante la entrevista el padre se mostró “con aplanamiento afectivo”, no mostró expresiones faciales proporcionales a la severidad de los hechos y luego se tornó “verborreico” haciendo mención a la afectación emocional que le causó la ruptura con su ex esposa y la separación de sus hijas (quienes ya fueron atendidas por el PANI).
“No quiero cargar con esta culpa, ayúdeme”, exclamó el sujeto. La profesional señaló que el hombre no impresionó sentirse afectado por el pronóstico incompatible con la vida de su hijo, sino más bien por la culpa que la situación le generaba y lo que iba a pasar con su vida.
La madre, por su parte, mostró mayor expresión emocional, lloró de manera intermitente sin lágrimas, pidió ver a su bebé y le solicitó al padre “decir la verdad”. Según la especialista, su respuesta tampoco impresionó ser proporcional a los hechos que se le confrontaban y a la condición de salud de su hijo.
Posteriormente, se le solicitó al padre retirase para recapitular con la madre, quien agregó en su relato haber observado hematomas en distintas partes del cuerpo de su hijo. “Tenía unos moretes en el pecho y en la espalda, después uno en la frente y otro día le vi como algo en la orejita, no recuerdo bien cuando fue, yo me enojé con él (el padre) y le pregunté si le estaba pegando al bebé, él me decía que no, cuando le decía que fuéramos a emergencias me decía que eran piquetes de zancudo y al otro día los moretes ya no estaban, por eso no consulté. Sí sé que fallé, yo sospechaba que él le estaba haciendo algo, pero no consulté ni le conté a nadie”.
‘Confirmación de intencionalidad’
La trabajadora social del Hospital Nacional de Niños incluyó en su informe a las autoridades que los padres negaron ser consumidores de sustancias psicoactivas y tener manifestaciones de violencia en la dinámica de pareja. También que el embarazo no fue planificado, el bebé nació por cesárea a las 40 semanas y que ha tenido un proceso de dificultad en lactancia.
Además, que el pequeño solo es cuidado por los padres y alegan que el proceso de posparto les ha generado retos en cuanto a la dinámica de pareja. “Madre con aparentes síntomas afectivos posparto, además de policonsultas al centro medico por síntomas de irritabilidad y falla para progresar del paciente”, escribió la profesional.
El reporte que recibió la trabajadora social de parte del servicio de Emergencias indicaba que inicialmente el bebé fue atendido en el Hospital San Carlos “por presentarse inquieto, irritable y rechazando lactancia”, pero que posteriormente en el Hospital de Niños se identificó que tenía el ritmo cardíaco muy bajo y mucha dificultad para respirar.
“Por lo que se realizan estudios complementarios en tac sin medio, se documenta infartos cerebrales bilaterales de ambos hemisferios con edema agudo. Se solicita valoración, ya que estudios realizados documentan síndrome de niño agredido. Historia de padres no concuerda con hallazgos”, decía el documento.
Luego de que se confirmara que el bebé presentaba hematomas epidurales bilaterales, fractura de clavícula y hemorragias en las retinas de los ojos, la funcionaria del HNN concluyó que, de la entrevista realizada a los padres, “se identifican relatos difusos sobre el mecanismo de trauma, los cuales no coinciden con la severidad de lesiones que presenta el recién nacido, con posterior confirmación del padre sobre la intencionalidad de las lesiones perpetradas por su parte”.
“Madre con sospechas de que su hijo estaba siendo agredido, con bajo grado de alarma, se desconoce si está involucrada directamente en las agresiones hacia la persona menor de edad. De acuerdo a lo anterior y según lo que establece el Código de la Niñez y la Adolescencia, se traslada la información al Ministerio Público”, finaliza el informe.
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Medidas cautelares
La tarde de este viernes se desarrolla la audiencia de medidas cautelares contra los padres por el fallecimiento del bebé. El jefe de la dirección regional del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de San Carlos, Nills Rojas, confirmó a La Nación que también se coordinó un allanamiento en la casa de la pareja para recolectar prendas de ropa del menor de edad.
“De momento estamos recolectando una evidencia importante, propiamente ropa del bebé, incluso usada porque nos interesa mucho hacer algunas pruebas técnicas. También paños que usaba el bebé. Por protocolo siempre es importante recolectar prendas en estos casos. De momento estamos esperando el reporte final de la autopsia para poder referirnos”, declaró.
La vivienda se ubica en Cedral de Ciudad Quesada y una vecina identificada como Cecilia Pérez Campos relató a este diario que ella nunca pensó en denunciar a los padres porque son una pareja “muy tranquila” y al papá lo conoce desde pequeño, ya que se crió en ese barrio. Agregó que recientemente la mujer se pasó a vivir con él en ese lugar porque “se juntaron”.
“Ella se vino a vivir aquí, es una muchacha muy tratable, conversona, muy risueña y estaban muy contentos con el bebé. Eso es lo que uno dice, cómo va a pasar esto... Ellos no discutían o yo nunca los escuché discutir entre ellos. El bebé lloraba a veces pero cuando lo bañaban o lo normal de un bebé. Yo como que no creo las cosas porque uno los veía muy tranquilos”, contó.
Por su parte, el Patronato Nacional de la Infancia (PANI) verificó que no hay antecedentes, denuncias ni reportes vinculados con este bebé o su núcleo familiar, pero logró detectar que hay otros dos niños que son hijos del padre del menor fallecido, pertenecientes a otro núcleo familiar, por lo que se harán valoraciones para descartar cualquier situación de riesgo.