“Todos vinimos a pulsearla acá a Costa Rica, pero lamentablemente me quitaron a mi familia. Somos de Estelí. Yo vivo en la misma casa del tiroteo, pero en ese momento estaba trabajando como cocinera en una vivienda cerca del lugar de la tragedia. Me duele mucho lo que pasó”, dijo Amparo Cardoza.
La mujer, de 22 años, lleva el mismo nombre de su madre, Amparo Cardoza Orozco, de 55, quien laboraba como cocinera de una soda desde hace cinco meses y fue una de las cinco víctimas de tres pistoleros que la noche del sábado irrumpieron en una casa en el distrito de Tempate, Santa Cruz. Junto a doña Amparo murieron dos de sus hijos, un sobrino y el cuñado de uno de los fallecidos.
“A mí me llamaron vecinos para decirme lo que había ocurrido. Me duele mucho lo que pasó. Los varones llegaron por primera vez a Costa Rica y estaban muy ilusionados. Tenían sus papeles en regla y entraron por el puesto de La Cruz hace como 15 días”, acotó Amparo.
Recordó que el sábado a las 7 p. m. fue la última vez que conversó con su madre, luego se fue a trabajar. Por ahora pide apoyo a la embajada y a las autoridades para facilitar el trámite que les permita llevar los cuerpos hacia Nicaragua y darles allá sepultura.
En relación con dos sujetos detenidos como sospechosos, afirmó que no ha tenido tiempo para informarse, pero dice que deja la justicia en manos de Dios, pues ella no puede hacer nada y “ya lo que está hecho, está hecho”, acotó.
Sueño truncado
Amparo fue la primera de la familia que viajó a Costa Rica, hace unos años, en busca de mejores condiciones para vivir. Ahora sus allegados le seguían los pasos y por eso estaban todos juntos en la vivienda en Guanacaste.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) identificó a los otros fallecidos como Jonathan Cardoza Rivas, Pedro Hernández Cardoza, Miguel Jarquín Cardoza e Isidro Orozco Loáiciga. Todos presentaban múltiples heridas de arma de fuego. De momento, la Policía Judicial no ha divulgado información sobre el móvil del crimen; sin embargo estiman que podrían ser víctimas colaterales, es decir, esa familia no era el objetivo de los gatilleros.
De manera fortuita sobrevivió Fernando Cardoza, quien al escuchar el primer disparo se ocultó debajo de una cama y así pudo esquivar las balas.
Oniel Rayo Cardoza, de 33 años, hijastro de Amparo Cardoza Orozco, dijo que los fallecidos solo tenían 15 días en el país y apenas estaban comenzando a laborar en construcción. Por lo anterior, no considera que los ataques fueran hacia ellos, ya que era la primera vez que venían y ninguno tuvo problemas ni amenazas en estos días.
Las especulaciones que ha escuchado en el barrio refieren que al parecer el objetivo eran sujetos que anteriormente ocuparon esa casa.
Recordó que al llegar al país, sus parientes vivieron unos días en Villarreal de Tamarindo. Luego fueron a ver la casa que estaba en alquiler en Huacas, a unos siete kilómetros y les gustó, por lo que el sábado anterior al asesinato múltiple habían completado la mudanza.
“Pobre mi madre, decidieron pasarse para acá, solo para que les pasara esto, es algo muy duro. Yo estaba en un cuarto que alquilo en Villarreal cuando recibí la llamada de que los habían matado”, dijo muy conmovido. De su madre afirmó que era muy honrada y emprendedora. Ella ayudaba en una iglesia evangélica de Villarreal, Tamarindo.
Añadió que al parecer los sujetos llegaron a pie por un lote que colinda con la casa y primero le dispararon a uno de los sujetos, para luego ir por los otros y por la mujer, que estaban al frente de la vivienda. Aunque intentaron refugiarse, fueron alcanzados por los proyectiles.
Agradeció la solidaridad de quienes le enviaron dinero para poder costear el traslado de los cuerpos hasta Matagalpa, donde vive una parte de la familia y donde esperan darles sepultura.
De igual manera, pidió a la justicia costarricense que cumpla la ley y “que les den un buen tiempo de cárcel, que la justicia sea como se debe”, puntualizó.
Guanacaste con cifras rojas
Cuando apenas transcurre el sétimo mes de este año, la provincia de Guanacaste registra 32 asesinatos, apenas tres menos de los que acumuló durante todo el 2021. La mayoría de ellos han ocurrido en Santa Cruz, cantón que el fin de semana fue escenario de la masacre y que ya suma 12 casos. De esta manera, Santa Cruz alcanza un récord, pues la cifra más alta de asesinatos en un año era de ocho, contabilizados en el 2016.
El 21 de marzo pasado, en Huacas, dos hombres identificados como José Luis Hernández, de 26 años y Jonathan Mesén, de 39, fueron ultimados cuando conversaban con otras personas en las afueras de un supermercado. En ese doble asesinato la Fuerza Pública detuvo a dos sospechosos que huían en moto.
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El 12 de abril en Portegolpe de Santa Cruz, en la vía que une esa localidad con Tempate, las autoridades encontraron a un hombre fallecido que presentaba siete heridas de arma blanca. De igual manera, el 20 de abril otro sujeto murió frente a un restaurante al que llegó pidiendo ayuda luego de ser herido con arma blanca en la espalda.
Llegaron del Caribe
Los dos detenidos por la masacre son limonenses. Vivían en un apartamento en Huacas, cerca de donde asesinaron a los foráneos. La Fuerza Pública informó de que uno apellida López Bolívar, de 24 años, oriundo de Siquirres y conocido con el alias “23″. Tiene al menos 18 antecedentes por robo agravado, tenencia de armas no permitidas y tenencia de drogas.
A la hora de ser detenido, López tenía un roce de bala en el abdomen que ameritó su traslado con custodia hasta un centro médico, donde recibió el tratamiento para la herida. La Policía sospecha que en el cruce de disparos alguno de sus cómplices lo hirió accidentalmente.
En contra de López Bolívar la Fiscalía confirmó que existe un proceso penal por el presunto delito de robo agravado. A raíz de eso, cumplió prisión preventiva desde el 3 de marzo hasta el 26 de mayo pasado.
Aunque al día siguiente el Ministerio Público solicitó la prórroga de la prisión, el Juzgado la rechazó y ordenó a López mantener domicilio fijo en Siquirres, presentarse a firmar cada 15 días e impedimento de salida del país.
La Fiscalía apeló y hubo una nueva audiencia, pero el Tribunal Penal no acogió la petición y ratificó lo resuelto por el Juzgado. Ante ello, no hubo posibilidad de más apelaciones, por lo que López quedó fuera de celdas mientras llega el debate. La causa en su contra se encuentra con solicitud de apertura a juicio, de modo que el Juzgado Penal programó una audiencia preliminar para el próximo 1.° de agosto.
El segundo detenido responde a los apellidos Rojas Valverde, de 21 años, oriundo de Pocora de Guácimo, sin expediente pero con tres partes policiales entre el 2021 y 2022 por tenencia de drogas.
En el lugar donde estaban la Policía encontró una pistola de calibre 9 milímetros, un fusil asalto AK-47, y un subfusil Mini Uzi, estos últimos prohibidos para particulares.
Ambos están a la espera de medidas cautelares en una audiencia que se desarrolla en el Juzgado Penal de Santa Cruz.
Hasta el momento se registran en todo el país 330 homicidios.
En el 2016 Santa Cruz fue escenario de otra masacre contra cinco integrantes de una familia. Esa vez el nicaragüense Adrián Salmerón Silva, de 24 años, mató a su amante, Yeimmy Jésica Durán Guerra, de 38 años, al esposo de ella, el estadounidense Dirk Beauchamp, de 57, y a tres niños de 6, 8 y 12 años.
El hombre huyó hacia su país donde fue capturado y condenado a 183 años de cárcel, de los que sólo descuenta 30, pues es la pena máxima en ese país.
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