El tiroteo que dejó un hombre muerto y una niña herida en la plaza de San Miguel de Santo Domingo de Heredia también causó pánico en un bingo que se realizaba, el pasado domingo, a escasos metros del sitio del ataque.
Reunidos en el salón parroquial de la comunidad, un grupo de vecinos, en su mayoría de la tercera edad, se vieron sorprendidos por las detonaciones provocadas por un arma de fuego.
“Había muchos adultos mayores en el bingo, y cuando escucharon los disparos y la gente gritando ‘¡hay disparos, hay disparos!’, la gente se asustó y empezó a correr en todas direcciones.
“Otro joven y yo tratamos de mantener la calma, pero la gente siempre corre, y es difícil detenerla”, relató este lunes el presidente del Comité de Deportes de San Miguel, quien solicitó mantener su nombre en reserva.
Mientras esto ocurría en el salón, en las afueras dos gatilleros ultimaban a un hombre identificado como Edwin Campos Figueroa, de 34 años, y una menor de 12 años resultaba herida en la refriega.
Dicho incidente generó conmoción en la comunidad, según manifestaron varios pobladores durante un recorrido realizado por La Nación.
Varios de ellos expresaron que el lugar solía ser tranquilo y resaltaron el hecho de que el incidente ocurriera a tan solo 50 metros de la delegación de la Fuerza Pública.
Ligia Blanco, quien suele pasear a su perro en la zona, consideró que las autoridades deberían reforzar la seguridad para evitar este tipo de situaciones.
“Me parece que la policía debería estar aquí, especialmente cuando hay partidos. Entiendo que no pueden estar siempre, pero podrían patrullar la zona cuando hay eventos deportivos”, sugirió Blanco.
Comentó que el terreno de juego se alquila a equipos que no son exclusivamente de Heredia, como el equipo de la víctima, que venía de Cinco Esquinas de Tibás, barrio en que él también vivía.
“Eso pasó con gente que viene de otros lados y vea lo que pasó. Hubo una víctima colateral y vea aquí hay una escuela, en las tardes de la escuela y del colegio salen los chiquillos, se meten en la plaza.
“Imagínese qué peligroso hubiera sido que dispararan y que hubiera matado al montón de chiquitos que ni arte ni parte”, lamentó.
Vanesa Rodríguez, otra residente del barrio, que esperaba afuera de la escuela de San Miguel, compartió su temor.
“Vienen aquí a jugar, pero como andan vinculados con ciertas cosas, vienen y los buscan donde estén y lo que hacen es asustar a la comunidad, porque aquí es muy tranquilo, y hay chiquitos”, señaló.
Rodríguez reconoció que la balacera ha generado mucha inquietud entre los padres de familia.
“Tengo uno en la escuela y otro en el colegio. Todas las madres estamos asustadas, pero ¿qué más podemos hacer? Tenemos que llevar a nuestros hijos a la escuela”, agregó.
Exministro clama por dinero
Gustavo Mata, exministro de Seguridad Pública, manifestó debido al aumento de las víctimas colaterales provocadas por la ola de violencia que azota al país.
“Lo que está sucediendo en el país es sumamente preocupante. Ya no sé qué decir, si tomar nota o que cada quien visualice lo que está pasando en el país.
“Ya ni los niños ni los padres pueden estar tranquilos viendo un partido o pueden estar estudiando en las escuelas o disfrutar de un almuerzo en una soda o restaurante. Ya esto en Costa Rica es imposible”, aseguró Mata.
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En ese sentido, subrayó la importancia de que el Gobierno invierta más en seguridad, pues según sus palabras, “estamos en las puertas del infierno”.
“Tenemos 738 homicidios en el país altamente violentos y también tenemos una cantidad de víctimas colaterales importantes. Tenemos 23 víctimas colaterales entre ellos niños y niñas de 2 años, 4 años, 15 años”, agregó.