Ana Jenny Otarola Mora, de 47 años, fue hallada sin vida, apuñalada, ensangrentada y envuelta en cobijas la mañana de este martes en Guácimo, Limón. La víctima, madre de dos hijos adultos, fue localizada por su hermano, quien irrumpió en la casa tras sospechas por su desaparición.
Su compañero sentimental, un hombre de apellidos Castrillo Hernández, de 24 años, es el principal sospechoso del crimen. El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) inició su búsqueda en los alrededores de Guácimo y también en Pocora, donde residen sus familiares.
Ana Jenny, oriunda de Quepos, vivía en un cuarto, 75 metros al norte de la delegación de la Fuerza Pública de Guácimo y a 25 metros de donde otro cuarto donde reside de su madre, Zoraida Mora López.
Doña Zoraida, de 73 años, señaló a Castrillo como el único implicado en el crimen. Relató que ya había visto a Castrillo pegándole a su hija y que las golpizas eran frecuentes. Aunque quiso denunciarlo, su hija le rogaba que no lo hiciera. Además, los vecinos también conocían de los abusos, pero no se atrevían a llamar a la Policía por temor a represalias.
Según dijo doña Zoraida, el domingo a las 2 p. m. fue la última vez que vio a su hija con vida, cuando salía de la casa con Castrillo. Luego ambos regresaron y tiempo después él salió solo. En ese último momento, a la señora le sorprendió que el sujeto iba caminando con dos maletas y un sartén eléctrico, de manera que le preguntó dónde estaba Ana Jenny y el hombre le contestó que estaba en la casa del patrón de él y que andaba haciéndole un mandado, pero desde ese día no se supo más.
Mora López está convencida de que Castrillo mató a su hija, posiblemente a puñaladas, pues ese domingo, cuando conversaron, percibió cierta malicia. Presume que él se dedicaba a la venta de drogas y que robaba el dinero que Ana Jenny recibía del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
El cadáver de la mujer fue hallado por su hermano Rónald, quien percibió un mal olor. Rompió el candado de la propiedad con un martillo y encontró a su hermana fallecida, cubierta con una cobija, por lo que alertó a las autoridades de inmediato.
Ana Jenny deja dos hijos, un varón de 28 años, trabaja y vive en San José, y una muchacha, de 25, que vive en Sixaola. Según el Registro Civil, la señora contrajo matrimonio en Cuba en el 2005 con un hombre de apellido Castillo, pero luego volvió a Costa Rica y tuvo a sus dos hijos con otra pareja.
LEA MÁS: 22 diputadas piden declarar emergencia por femicidios
Según los avances de la investigación, es posible que este caso sea declarado feminicidio. El pasado 20 de mayo, 22 diputadas enviaron un escrito al presidente Rodrigo Chaves, solicitando declarar emergencia por al menos 12 casos de feminicidio ocurridos este año y otros que podrían ser declarados como tales una vez concluyan los análisis pendientes.
Una de esas muertes es la de Marisol Rodríguez Cordero, de 40 años, quien fue asesinada el 27 de mayo en Colonia Puntarenas, Upala, Alajuela, presuntamente a manos de su pareja y padre de su hija de un año. El sospechoso, de apellido Solera, está bajo prisión preventiva por un año.
LEA MÁS: Femicidio de Marisol Rodríguez: Expareja y padre de su hija pasará un año en prisión preventiva