La muerte de un orero nicaragüense, ocurrida la mañana del domingo en el cerro La Fortuna, en Crucitas de Cutris, San Carlos, está siendo investigada por agentes del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), quienes hasta el día siguiente pudieron acceder al sitio. El ingreso se vio retrasado debido al enfrentamiento entre policías y coligalleros, que requirió el uso de gases lacrimógenos por parte de la Fuerza Pública.
Al percatarse de que el cuerpo había sido removido por otros trabajadores y se desconocía su paradero, los agentes decidieron ingresar al día siguiente, cuando la situación estaba controlada con la llegada de refuerzos de diferentes cuerpos especializados de la Policía administrativa.
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El OIJ de San Carlos coordinó con la oficina de Asesoría Técnica y Relaciones Internacionales de la Fiscalía para que en Nicaragua se realice la autopsia del cadáver y se les remita una copia del informe.
El domingo, el Ministerio de Seguridad Pública informó que durante labores de patrullaje, se les alertó sobre personas que entraron a sacar materiales en el sitio. Cuando la Policía intentaba detenerlos, se produjo un enfrentamiento. Según la versión de Carlos Solano, jefe cantonal de Los Chiles, y Marlon Cubillo, director general de la Fuerza Pública, uno de los trabajadores se abalanzó con un machete contra los policías, lo que provocó que uno de ellos disparara en legítima defensa, resultando en la muerte del extranjero.
A pesar de los esfuerzos de la Policía por detener al resto de las personas, más mineros llegaron al sitio y obligaron a los oficiales a replegarse. El cuerpo del fallecido fue tomado por los mineros, quienes, al parecer, se lo llevaron a Nicaragua.
El lunes, el OIJ decomisó el arma de reglamento que aparentemente se utilizó para disparar al orero, así como dos casquillos encontrados en la escena, y envió todo al laboratorio forense para tratar de esclarecer lo ocurrido. Varios videos circulan en redes sociales mostrando cómo terceras personas se llevan el cuerpo, que presenta un aparente orificio de arma de fuego en la escápula izquierda.
Esta es la primera víctima de un enfrentamiento con la Policía en la zona de Crucitas, donde cientos de mineros llevan años realizando la extracción ilegal de oro en túneles de la finca Vivoyet y en otros sitios cercanos. El ministro de Seguridad, Mario Zamora, anunció el lunes el refuerzo de operaciones ante la expansión de los coligalleros y algunas amenazas de bloqueos a la acción policial debido a la muerte del minero.
Zamora visitará el sitio este miércoles a las 8 a. m. para inspeccionar el despliegue policial y verificar el aumento en la destrucción de la naturaleza por el uso de cianuro, mercurio y otros químicos empleados en la extracción de oro. El ministro señaló que redes de crimen organizado son ahora las responsables de la operación que antes realizaban algunas personas individualmente.
Afirmó que con excavaciones en túneles de hasta 40 metros, los oreros han llegado a la propia veta, lo que hace más lucrativo el ilegal negocio. Según Zamora, ahora se utiliza una técnica industrial más sofisticada en la que el material se transporta hasta varios puntos para su procesamiento.