La Policía encontró este miércoles por la mañana los cuerpos de un pescador y su sobrino enterrados dentro de una fosa en una finca de 2.000 metros cuadrados en Beverly de Limón.
Se trata de un hombre de 28 años, identificado como Elvis Rosalio Alvarado González, y un menor de 17 años, quienes al parecer murieron por asfixia.
Wálter Espinoza, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), manifestó que los fallecidos fueron privados de su libertad el pasado sábado 5 de mayo a las 7:30 a. m., en barrio La Colina de Limón, por lo que poco después comenzaron con las diligencias.
"Cuando las víctimas transitaban por barrio La Colina en un vehículo 4x4 fueron alcanzados por tres carros, uno de estos lo colisionó y entonces el 4x4 tuvo que detenerse. Luego del choque, de los tres automóviles, tipo sedan, se bajan al menos 10 hombres con pasamontañas y amenazan a las víctimas con pistolas y escopetas.
"Tras las amenazas, (varios) se montan al carro de los fallecidos y huyen con ellos", explicó el jerarca judicial.
Los datos recolectados hasta ahora por los investigadores revelan que los captores contactaron a los familiares de las víctimas en al menos tres ocasiones, para pedir entre ¢20 millones y ¢45 millones a cambio de la liberación de estos.
Hasta ahora, se desconoce si los parientes dieron algún monto de dinero a los secuestradores, ya que los agentes judiciales deben entrevistarlos para determinar este y otros detalles.
Espinoza dijo que Alvarado González se dedicaba a la pesca y también laboraba como jornalero, mientras que su sobrino no tenía actividad económica conocida y tampoco estudiaba.
Ambos realizaban una mudanza en La Colina, donde habitaban, cuando fueron interceptados por sus captores.
"El domingo logramos establecer que había una vivienda en Beverly donde aparentemente fueron llevadas las víctimas. Se pide la orden y se ingresa el lunes. En la inspección se ubica una fosa y este miércoles se encuentran los dos cuerpos que responden a las identidades y características de este pescador y su sobrino", detalló el jefe del OIJ.
Añadió que al estar enterrados en una fosa de un metro de profundidad, no fue posible visualizar ninguna herida en los fallecidos, pero que estos tenían ataduras de pies, manos y cuello.
Los cadáveres fueron trasladados a la Medicatura Forense, en San Joaquín de Flores, donde los expertos realizaran la autopsia que permitirá determinar la causa de muerte.
"Creemos que fueron ultimados el mismo sábado en la noche o el domingo a primera hora. El móvil de la actividad criminal se relaciona con la necesidad de obtener dinero a cambio de dejar en libertad a las personas aprehendidas, pero tenemos una investigación abierta" precisó Espinoza.
Espinoza mencionó que la propiedad de Beverly fue alquilada por una pareja, pero que de momento no se sabe quiénes son, ni desde hace cuánto arrendaron el sitio.
Alvarado González no tenía antecedentes criminales.
El jerarca de la Policía Judicial reconoció que el modo de operar de los secuestradores es similar al utilizado por una organización criminal que operó en el pasado en Limón.
Hasta la tarde de este miércoles no había ninguna persona detenida por el doble homicidio.
En los últimos meses, Espinoza recordó que se han atendido al menos tres secuestros en todo el país, en los que se pide dinero a cambio de la liberación de las víctimas.
Colaboró el corresponsal Rodolfo Martín.
Información actualizada a las 6:02 p. m. con más datos del OIJ.