Los presuntos sicarios que asesinaron a siete hombres, la mañana de este miércoles en una finca ubicada en una zona montañosa de Matama, en Limón, entraron recientemente a Costa Rica de manera ilegal, reveló este jueves el director general del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), Walter Espinoza.
Poco tiempo después de ocurrido el crimen, la Policía Judicial detuvo a tres venezolanos identificados con los apellidos Pantoja Jiménez (28 años), Zapata Díaz (23) y Duarte Tovar (35), y a un costarricense, apellidado Arias Solano, de 34 años.
La investigación preliminar determinó que los tres extranjeros llevan poco tiempo en Costa Rica; sin embargo, debido a su incursión ilegal, el OIJ no ha determinado las fechas exactas y tampoco reveló por cuál punto del territorio nacional cruzaron. Espinoza explicó que este es un comportamiento inusual en sospechosos de homicidio, y da indicios de que se trató de un ajuste de cuentas - venganza relacionado con narcotráfico, dada la violencia con la que trataron a los cuerpos, que fueron acribillados.
“Esto nos plantea un panorama de investigación distinto y diferente a los que solemos abordar en esta zona de Limón y particularmente en todo nuestro territorio, y que nos habla de una estructura criminal que participa, que probablemente está relacionada con temas de narcotráfico, y que actuó aparentemente motivada por una confrontación relacionada con aspectos comerciales de narcotráfico”, declaró Espinoza.
El hecho fue reportado a la Cruz Roja a las 11:40 a. m., en una zona montañosa en las cercanías de la localidad de la Bomba, en una finca conocida como Los Pinto.
El reporte policial preliminar señaló que los agentes judiciales, junto a oficiales de la Fuerza Pública, llegaron a la finca cuando la balacera estaba en curso. Al parecer, las víctimas iban en un vehículo todo terreno cuando fueron interceptados por otro carro, los obligaron a descender y los ultimaron.
La Policía Judicial indicó que los fallecidos son Leonardo Bonilla Pérez de 39 años, Danny Hernández Fernández (46 años, conocido como Ratón), Alejandro Salazar López (26), Michael Kelly Davis (29), Royandy Cook Beckford (21), Divan Luis Michel Bustos (34) y José Bernardo Montoya Arias (51). Cada víctima recibió entre ocho y 16 disparos en cabeza, tórax y extremidades.
Montoya Arias era un empleado de la propiedad, quien fue encontrado a unos 75 metros de los otros seis cuerpos, dentro de una de las cabañas que estaba construyendo. Los otros seis estaban ubicados alrededor del vehículo en el que se transportaban, a unos 500 metros de la entrada principal de la propiedad.
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Antecedentes
Hernández Fernández, por su parte, era un reconocido líder narco en Limón, y además se le asoció con homicidios y agresiones agravadas. A él y a Michel Bustos un tribunal penal los había exonerado en el 2019, por duda, en un juicio por dos homicidios perpetrados en el 2015 en Pacuare de Limón.
Asimismo, Salazar López había sido condenado en el 2014 a ocho años de prisión por transporte de droga.
La Policía supo enseguida que los cuatro sospechosos huyeron del sitio en un Range Rover rojo, por lo que se emitieron alertas a todos los cuerpos policiales de la zona. Al parecer, a unos cuatro kilómetros del sitio de la masacre, el automóvil se estrelló contra la góndola de una vagoneta, en la localidad de New Castle, y fue alcanzado por una patrulla de Fuerza Pública. Allí, dos sujetos fueron arrestados, y uno de ellos portaba un arma de fuego AR-15.
Este automotor, modelo 2006, valorado en ¢9,5 millones, aparece registrado a nombre de una empresa de mariscos de isla Chira, Puntarenas. En su interior era visible este miércoles un radio de comunicación.
Los otros dos sospechosos se habían metido a una casa para cambiarse de ropa en su intento por escapar de las autoridades, pero fueron capturados mientras caminaban por la zona costera de Westfalia, a casi 10 kilómetros de la finca. El OIJ allanó este jueves la casa a la que ingresaron, y se decomisaron prendas de vestir y un arma AK-47. Esta última y el AR-15 son rifles de grueso calibre cuyo uso está prohibido en Costa Rica; no obstante, son muy apetecidos entre grupos delincuenciales.
El jerarca de la Policía Judicial apuntó que aún falta una persona en ser detenida por este caso, y no descartó la posibilidad de que surjan más sospechosos conforme avance la investigación.
En la escena, además de los fallecidos, los agentes judiciales indicaron que cuatro sujetos sobrevivieron al ataque, uno de ellos resultó herido y fue trasladado a un centro médico con custodia policial. Empero, las autoridades manifestaron que no brindarían mayores detalles de estas personas y si estaban vinculadas con la organización de Ratón o qué hacían en el sitio.
Espinoza recordó que este es el homicidio múltiple con mayor cantidad de fallecidos en los últimos años, al superar el asesinato de seis personas en un aparente asalto dentro de una finca, en Buenos Aires de Puntarenas, ocurrido el 17 de octubre del 2021.
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